𝓓𝓸𝓶

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— ¿Estas listo para mí? – pregunta el chico de ojos azules, preciosos, destilando su aura dominante.

El sonido de la fusta romper el silencio de la habitación y los gemidos del pelirojo son un disfrute, es perfecto.

— Ahm.. S-Si Amo — gime ruidosamente cuando unos cuantos golpes caen sobre su pene duro y goteante.

Naruto rodeo el cuerpo de su pareja, Gaara, mirando sus reacciones, tomando todo para el tan bien, arqueando su cuerpo cuando un nuevo azote cayó nuevamente en su cuerpo chillando cuando un orgasmo arrasador dejó su cuerpo laxo.

— Eso es pequeño, lo haz hecho bien – halago mientras quita los grilletes, tomando entre sus brazos llevándolo a la cama.

— Gracias, Amo – su felicidad era notable, amaba saber que había sido un buen sumiso, como recompensa recibe un beso profundo e intenso, siente las grandes manos de Naruto acariciar su cuerpo dejándolo caliente, mucho – Amo, mañana vendrá un socio de mi padre a buscar el maletín que está sobre la mesa, recíbalo bien, por favor, saldré temprano mañana.

— Está bien, amor – besa su frente – Pero no te saldrá gratis – dice en un susurro con promesas ocultas que hacen estremecer cada célula del cuerpo de Gaara.

Lo que resta de la noche sólo fue de jadeos, caricias, susurros cómplices, todo vainilla, todo ¿perfecto?..

A la mañana siguiente Naruto fue despertado por Gaara entre besos y una mamada, una manera increíble de empezar el día si le preguntan.

— Recuerda cambiarte, debe de estar por llegar el amigo de mi padre – Le dice Gaara entre besos, disfrutando de las manos de Naruto en sus caderas.

— Por supuesto – Mentira, es su día libre y no pretende salir del pijama en todo el día pero Gaara no tiene porqué saber — Ve con cuidado – se despide después de un último beso.

Suspira una vez sólo, fue hasta la cocina para seguir tomando su bebida, hechando su pelo hacia atrás, Sexy, esa es la palabra perfecta que describe a Naruto, un hijo de puta, una delicia andante que puede hacer que te empalmes con solo una sonrisa, tan guapo que debería ser ilegal.

El timbre lo saca de sus cavilaciones, deja el baso sobre la isla de la cocina y se dirigió para abrir la puerta..

Jodida mierda.

— Buenos días – todo su cuerpo experimento un escalofrío, obligando a sus ojos no mirar hacia abajo.

— Vengo por un maletín – Esa voz dura y ronca.

— Adelante – le hizo pasar obligándose a no tartamudear.
Maldita sea, está mierda no puede estar pasándole a él.

— ¿Estas bien para mí? Pequeño ¿Seras un buen chico para mí? – Se sentía debil y desprotegido ante esos ojos perlados que lo miraban fijamente.

— S-Si Señor – su pene endureciendose, la respiración de aquel hombre en su cuello lo hizo jadear.

Tomo el maletín negro que estaba en la mesa y se lo pasó a aquel hombre, tratando de ignorar todo lo que su cuerpo sentía.

Ahí sentado, con su cabello aún más largo, con las piernas abiertas, musculosas y enfundadas en ese pantalón negro, su camisa azul marino arremangada en hasta sus codos y sus clavículas deliciosamente expuestas le hacen recordar cosas.. cosas que no debería de estar recordando.

— Cuanto tiempo, Naruto, estas más hermoso que antes – sus ojos parecían querer devorarlo.
Luchando contra sus instintos asquerosamente, según él, sumisos, lo ignoro yendo hasta la puerta abriendo está.

DOMINANT【NejiNaru】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora