Baby, take my hand

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N/A: Inspirado en el universo de Calluvia de Alessandra Hazard, con muchisimas alteraciones. 

ADVERTENCIA: Este escrito contiene relaciones con abuso de poder y toxicidad, cosa que no pretendo normalizar, es mas, esta mal, si es que alguien lo lee hasta al final, aclarare algunas cosillas, por otro lado, tenia ganas de escribir algo con tematica de reyes y principes, porque Bright y Win son de la realeza, en mi corazon ;A;

***

—¿Cuantos lotes de medicina va a requerir este mes, su majestad?

Bright suspiro por décima vez en el día al escuchar la misma pregunta del canciller del doceavo reino, particularmente no se sentía muy amigable, pero considerando que al buen canciller parecía no importarle mucho, no tenía más remedio que parecer interesado, por dios, prácticamente tenia al hombre pegado a su lado como una pequeña plaga, y eso no le gustaba mucho, Bright no quería hablar de negocios, no por lo menos en ese momento. —Canciller. —comenzó con voz tranquila, dando pequeños golpecitos sobre la copa de vino que traía entre las manos, manteniendo el porte erguido y la mirada serena. —¿Seria mucha indiscreción pedirle que trate esos temas con mi primer ministro? —movió su cabeza hacia un lado, dando una pequeña mirada de lado a Mike. Pidiendo auxilio en silencio, sin embargo, ajeno a lo esperado, Mike disfrutaba charlar con algunas princesas de otros reinos a hacerle un mínimo de caso.

—Por supuesto, eso es algo que me complacería, pero como puede ver. —Top Tap sonrió sombríamente, mostrando una mueca de total inconformidad hacia el exagerado cotilleo de Mike y sus amigas de la realeza. —Ha estado ocupado durante toda la ceremonia de coronación del rey Mew. —la ironía broto entre su voz. —Y no quiero importunar a su primer ministro, dado que parece disfrutar mucho de estos momentos.

—No creo que él vaya a molestarse. —Bright bebió un poco de vino y suspiro. —Eres su prometido.

La sonrisa de Top Tap desapareció instantáneamente. —Su majestad, yo preferiría....

—Mike. —Bright alzo la voz un poco más de lo normal, tratando de ser lo más discreto posible, sonriendo ante las inesperadas miradas de la nobleza de los reinos vecinos. Se sentía tan incómodo en medio de aquel castillo, no soportaba ser el centro de atención de otras familias reales, pero como rey del tercer reinado de Calluvia, no tenía opción, estaba sometido a las formalidades y eventos que su estatus le traía.

—¿Su Majestad? —Mike camino a su encuentro y se detuvo justo frente a él. Bueno, a vista del ojo público, se trataba de un trato usual entre un primer ministro y un rey, pero ambos sabían que internamente querían sacarse los ojos. Bright porque no quería lidiar con temas comerciales y Mike porque no quería darle cara a su bonito prometido.

La tensión fue palpable. Mike tenía esa cara y esos ojos que parecían gritar "¿Era necesario esto? ¡Traidor!."

Y Bright tenia esa mirada de "Tu prometido, tu problema."

—¿Serias tan amable de atender algunas de las interrogantes de Top Tap? —Bright mantuvo el porte elegante que aparentemente debía tener, era un rey, un monarca, la distinción y las jodidas éticas eran cosa de día a día, y aunque la corona que traía encima parecía aplastarle la cabeza y causarle un aneurisma, Bright tenía que mantener una sonrisa de comercial para la realeza de Calluvia y para algunos periodistas presentes en la ceremonia de coronación. Necesitaba un titular y unas fotografías de él como "Su majestad del tercer reino cautiva con su amabilidad y grandeza" y no algo como "Su majestad del tercer reino asfixia a su ministro con sus propias manos".

—Por supuesto, su majestad. —Mike asintió amablemente, siendo tan galante que Bright supo instantáneamente que su buen amigo estaba maldiciéndolo internamente.

Doctrina romántica del postpositivismo utópico [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora