Llegar a una escuela donde no conoces absolutamente a nadie es frustrante, y más si terminas por conocer a Dylan Donnet, un irritante y completo idiota, con un ego grandísimo. Que gracias a él formarás parte de una apuesta. ¿Verdad que es un idiota...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV SAM
— ¡Feliz aniversario, mi amor! — dije nerviosa.
Hoy demoró mucho en llegar, pero eso me ayudó a que termine la cena, incluida yo.
— ¡Eres la mejor novia! — Me abraza con fuerza, yo lo hago de la misma forma. — Creí que estabas molesta conmigo. — posa su frente en mi hombro.
No puedo evitar sonreír. — Yo no me molestaría contigo, sin tener alguna razón para hacerlo Dy.
— La verdad, pensé que sí, me cortas la llamada y luego me escribes que se te acabó el crédito, cuando fui yo quien te llamo.
Comencé a reír. — Es que se me iba a quemar el arroz cuando te corté, estaba nerviosa y quería que todo salga bien por eso escribí eso, tenía los nervios encima. Además, siempre eres tú, él que me sorprende. Esta vez quería ser yo quien lo haga.
— Hasta el más mínimo detalle, si proviene de ti, será lo más preciado para mí.
Le doy un beso. Amo tanto a Dylan que lo único que quiero es que lo nuestro sea así siempre.
— ¡Estás muy hermosa! En verdad no pensé que harías algo así, ¡Me ha encantado!
— Me alegra que haya sido así, es así como quería que fuera.
════ ೋ 🌸 ˚⋆｡˚✿˚⋆｡˚ 🌸 ೋ════
— ¿Por eso demoraste tanto?
— Si amor, hoy no fue mi día. — dice desganado.
— Eres un flojo, no te gusta caminar, me es imposible creer que hayas caminado tanto.
Este se ríe. — Ya sentía que moría.
— Aunque agradezco tu tardanza, después de todo.
— En serio me has sorprendido mucho Sammie, la cena ha estado deliciosa.
— La que la preparó fui yo. — dije orgullosa.
— Lo sé amor.
Empiezo a servir las copas de vino, para él y para mí. Después de todo aprendí a asimilar el alcohol.
Levanto la copa, seguidamente Dylan hace lo mismo.
— Brindo por ti, por nosotros y por trescientos sesenta y cinco días más.
— Por trescientos sesenta y cinco días más, mi amor. ¡Salud!
— ¡Salud! — chocamos nuestras copas.
Las cosas están saliendo tal y como deseo y eso me encanta.
Me levanto de la mesa y le tomo de la mano. Enciendo el equipo de sonido y pongo la canción que a ambos nos gusta se llama "Eres tú" de Matisse y Reik.
