Mi Último Deseo

Capitulo 3: Inicio

Perdonen la demora no todo salió como esperaba, la "lluvia" fue más destructiva de lo normal fue arrolladora pero por el momento todo parece estar tranquilo, encontré un pequeño refugio en las afueras esta rodeado de varios árboles grandes y una vegetación algo prominente no podre quedarme por mucho tiempo pero podré estar seguro por dos o tres días, puede no ser mucho pero es mejor que nada.

Así que tachamos un problema de la lista, no tengo mucho alimento y la ropa que tengo no soportará el invierno pero por lo menos aún tengo agua así que no todo esta perdido, bueno pues dormiré un poco y cuando despierte seguiré contándote mi pequeña historia.

Desperté y no se escuchaba ningún ruido, estaba todo completamente en silencio tenía un mal presentimiento algo no estaba completamente bien, salí corriendo de mi habitación toqué la de la puerta de mis padres y no hubo respuesta, baje corriendo las escaleras con demasiado descuido que di varios tropezones y casi rodaba hasta el suelo.
Mis padres no estaban, se habían ido encontré una carta en la mesa era la letra de mi madre, empecé a leerla y no podía creer lo que decía.
Primero que nada quiero pedirte perdón por haberte dejado pero serías una carga para nosotros, te dejamos comida suficiente para dos semanas, puede que te duren tres si las raciones bien por último no intentes seguirnos, para el momento en que despiertes ya deberíamos ir saliendo de la ciudad y como último consejo deberías hacer lo mismo o no llegaras muy lejos. Sobrevive todo lo que puedas y por favor no nos odies.

Al acabar de leer sentía como si mi mundo se viniera abajo, me sentía destrozado no podía entender como mi propia familia pudo hacer algo de ese nivel, me derrumbe entre lágrimas.

Habían tantos sentimientos dentro de mi,  soledad, tristeza y sobre todo odio, un odio tan fuerte que les deseé la peor de las suertes. Pasaron 40 minutos en los cuales no pare de llorar y preguntarme sus razones, al final decidí rendirme ya que solo podría hacer conjeturas, subí rápidamente y tome mi mochila, me dirijo hacia el baño y meto un papel higiénico y una toalla pequeña, bajo al primer piso y procedo a guardar la comida que dejaron mis padres para mí.
No tarde ni 20 minutos cuando ya tenía todo listo y me preparaba para partir e intentar irme de la ciudad como lo recomendaron, justo cuando voy saliendo de la casa escucho un pequeño ladrido y lo primero que paso por mi mente fue Ali no quería pensar que mis padres la dejaron aún que después de abandonar a su propio hijo ya nada me sorprendería si provenía de ellos, regreso rápidamente y me dirijo hacia el patio trasero para darme cuenta que mi pequeña amiga estaba atada y con una correa en el hocico para que no hiciera ruido fue un milagro que alcanzara a aflojarla un poco y así poder ladrar antes de q me fuera, me acercó y suavemente retiro la correa de su hocico al igual que no le permitía moverse, tan rápido como se la quite corrió hacia su plato de agua y comida procedió a beberse toda el agua y casi devora toda su comida, ahora está más tranquila y se recostó a dormir un poco. Aquí se presentó una nueva incógnita, ahora ques lo que haría, cuidarme a mí solo ya era una gran azaña pero ahora también tenía que cuidar a Ali eso complicaba las cosas mucho más de lo que era aceptable, pero no podía simplemente abandonarla a su suerte, tenía una promesa que cumplir y si para hacerlo tengo que poner mi vida en riesgo, guarde comida para Ali y un poco más de agua, tomé la correa y le puse su pechera, estábamos listos para partir.