Sonaba Le Soleil et la Lune de Charles Trenet mientras movía su cabeza al ritmo de la música con una sonrisa, terminando los últimos detalles de su pintura.Era él afuera de una cabaña mirando una cascada. Si no podía ser libre, al menos en sus pinturas lo podría ser.
Sonrió victorioso mientras dejaba el lienzo cerca de su ventana para que secara un poco más rápido. Se puso su abrigo y tomó su más preciada cámara, una Argus C3 y bajo las escaleras hasta la cocina saludando a su madre con un pequeño beso en la mejilla.
— ¿Saldrás Jaemin?
— Si madre, hoy tengo mucha inspiración y quiero salir a tomar unas fotos, también saber que plasmaré en mi siguiente lienzo.
— Esta bien, llega antes de la cena.
Jaemin salió y saludó a algunas personas que pasaban, conocidos y amigos de sus padres. Parecía un nuevo habitante de ese lugar por el como veía cada casa y apreciaba su arquitectura.
Se alejó lo suficiente hasta llegar a su lugar favorito, un lago que estaba a unos veinte minutos de donde vivía, normalmente nunca iba nadie ahí, así que la mayoría de veces era su lugar favorito para pintar.
Busco un mejor ángulo para una fotografía hasta que lo vio, un chico acostado en el pasto con una boina vieja tapando su rostro. Desde lejos podía apreciarse que no era rico como Jaemin pero tampoco Tan pobre.
Se fue acercando poco a poco tratando de no hacer ruido seguramente está durmiendo pensó.
Pero la mala suerte que siempre tiene llegó en ese momento al meter su pie en un agujero y doblarse lo para después caer encima del chico.
Su rostro enrojeció rápidamente mientras la otra persona se sobresaltó y después quedaron viéndose por unos segundos. Segundos que parecieron eternos pero les sirvió para admirar cada detalle del otro. Cada detalle que los hacía hermosos.
Las facciones finas de Jaemin que ningún otro hombre las tenía pero tampoco eran tan finas como parecer mujer, sus finos labios mordisqueados y rosas. Sus ojos avellana con un brillo inexplicable.
Mientras que el otro chico tenía ojos negros penetrantes pero que no hacía que te intimidaras, al contrario, te generaba cierta curiosidad, sus finos labios que se podría apreciar los suaves que eran. Su mandíbula marcada y lo mejor, su lunar abajo del ojo derecho.
Todo eso en pequeños segundos para después reaccionar y levantarse los dos, que pasaría si alguien los viera así.
— Lo-lo siento, me caí y me lastime mi tobillo.
— ¿Estas bien?, ¿quieres que te lleve a algún hospital?
— N-no, muchas gracias...
— Jeno, Lee Jeno — sonrió extendiendo su mano.
— Na Jaemin — estrechó su mano.
— ¿Y qué estabas haciendo por aquí?, este no es un lugar muy recurrido.
— Lo se, es mi lugar favorito, siempre que puedo vengo, me gusta inspirarme y así poder pintar mejor o simplemente venir a tomar fotos, todos mis pasatiempos favoritos en uno solo, veo que a ti te gusta dormir — rió.
— Bueno, también es mi lugar favorito, me gusta porque es muy tranquilo, y si, a veces me gusta venir a dormir y otras simplemente observar y relajarme.
— Vaya, si que eres alguien muy curioso... y lindo - eso último lo dijo en un susurro pero o creyó que Jeno lo escucharía.
—Entonces, me encantaría que algún día hicieras una pintura para mi Jaemin.
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ᴇʟ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ [ɴᴏᴍɪɴ]
Short StoryNo todas las historias de amor tienen un final feliz, tampoco todas son color rosa. Pero no importa cuanto sufras, si amas a esa persona la encontrarás en otra vida. ⛰Es uno de dos one shots con relación a "24". ⛰No es tan necesario leer "24" per...