AIRE

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Pronto la mañana llego, la luz del sol alumbraba el castillo blanco y negro, las pocas aves que habitaban los jardines comenzaron a cantar anunciado el inicio de un nuevo día. Ivy como de costumbre se había levantado temprano, pero esta ves a la princesa se le notaba algo diferente. 

Desde que sus mariposas le habían contado la verdad respecto a su huésped, ella había decido darle un nuevo cambio a su vida, por primera ves desde su llegada al castillo estaba dispuesta a ser otra persona, solo de pensar que había gente como ella le alentaba a abrirse, a olvidar su pasado y aceptarse tal y como era.

"Un príncipe que intento apoderarse de un reino y que ademas enamoro a una princesa y trato de matar a la reina....No es algo común

Pensaba Ivy mientras pasaba el cepillo por sus los largos y delicados mechones de colores. 

A la blanquinegra a pesar de mostrarse alegre le costaba creer que había conocido a alguien igual a ella, pero lo que mas le sorprendía es que esa persona fuera un príncipe. Ella podría esperar cualquier cosa, a alguien que fuera un peligro para un reino, o tal ves a un ser con poderes que pusiera en riesgo a mas de una persona, pero para la suerte de Ivy no fue así.

Fue en ese momento que su rostro cambio repentinamente, la ahora había llegado y tal y como había pasado la ultima vez, la Bruja-princesa se dirigió hacia su ventana para ver de nueva cuenta al príncipe Hans cabalgar en su corcel, entonces de forma discreta Ivy camino rumbo al enorme ventanal, al acercarse la joven discretamente tomo ha ciento puso una de sus manos al rededor de sus rodillas y la otra sobre el cristal de la ventana en espera de su príncipe-prisionero.

Tal ves le costaba aceptarlo, pero por dentro una gran felicidad estallaba en su interior aquellos años en soledad habían terminado para ella.                   

Fue entonces que una sonrisa se dibujo en su bello rostro al ver el bello jardín que tenia su castillo, aquella hermosa fuente de donde brotaba agua cristalina, esos hermosos arbustos y arboles perfectamente cortados, todo esto acompañados de las pocas aves que se habían adaptado al mundo blanco y negro de Ivy, por primera ves aquel sitio que siempre detesto y odio le parecía bonito, quizá por que ahora ya no estaba sola. 

Por su parte, Hans, que se encontraba en las caballerizas, ya hacia preparando a su leal sitron para dar su paseo, pero al estar revisando a su corcel el pelirrojo seguía pensando en la albina, pues a pesar de llevar un par de días fuera de Arendelle, no podía sacarla de su cabeza.

"Me cuesta creer que Elsa, me haya hecho esto, podría esperar una traición de mi hogar en incluso de Anna, pero no de ella"       

El príncipe recordaba aquellos momentos vividos con Elsa, aquel primer encuentro en el castillo, ese momento cuando la salvo de los hombres del duque y la trajo de vuelta a Arendelle, quizá  esos recuerdos hacían imposible olvidar la albina, pero ahora todo eso era parte del pasado, y debía mirar la cruda realidad.

Fue entonces al terminar de preparar a su caballo, Hans subió a sitron para después salir de las caballerizas, al estar afuera el pelirrojo noto que era un bonito día, el sol brillaba y las aves cantaban, fue así que sitron comenzó a trotar.

El aire comenzó correr, y con ello las hojas de los arboles, aquella brisa no era mas que un aire de libertad, un aire para un villano que quería ser otra cosa y que trataba de olvidar su pasado.  

Por su parte, Ivy que desde su ventana ya hacia mirando a Hans, tenia su cabeza apoyada en sus rodillas la blanquinegra lo miraba con atención, fue así que por primera ves una bella sonrisa se dibujo en el rostro de la princesa

-Me alegra tenerte aquí.- dijo la joven en tono cabizbajo y con una sonrisa sincera 

Fue en ese momento que tocaron a la puerta de la habitación de Ivy, cosa que no le importo en absoluto.

Hans x Ivy : Yo quisiera serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora