Dabi llegó al cuarto de Jin la misma manera en la que lo hacía siempre, con ojos agotados, pisadas cansadas, y quitándose una fachada que no necesitaría usar con el en estos momentos, tanto literal como metafóricamente.Fué un alivio para Jin que hoy hubiesen encontrado una casa abandonada en medio de un bosque, ya que no quería que Dabi se llevase al límite nuevamente y acabe con un ardor de cabeza que lo dejaría en reposo durante días.
El trató de hacerle entender a Dabi una noche que a los demás no les importaría que el sea un demonio, que no lo odiarían, que lo aceptarían con los brazos abiertos.
Que así ya podría dejar de forzarse a mantener una forma humana por demasiado tiempo.
Pero el siempre lo negó, alegando que estaba demasiado asustado ante la idea.
Eso enfureció y le sigue enfureciendo a Jin, que Dabi haya sufrido hasta el punto en que ni siquiera puede mostrarse a sus otros compañeros como es realmente, siempre esté autodespreciándose y diciendo que es demasiado débil, o que incluso dándole una muestra de afecto el se tense e intente instintivamente alejarse.
Se juró a si mismo que mataría a quien le hizo eso a Dabi, y que también se encargaría de darle el amor que le faltó durante tanto tiempo.
Dejando de lado ese pensamiento, Jin vió como Dabi iba volviendo a su forma real. Vió como su cola iba reapareciendo hasta acabar en esa punta de lanza acompañada de unos picos a los lados color plata, el como sus piernas cambiaban a tener esa forma que le recordába a las patas de un dragón, como sus dedos se convertían en unas garras sin uñas, como unos pequeños cuernos crecían por debajo de sus orejas ahora puntiagudas y otro par de cuernos delgados y largos que salían de su cabeza iban hacia atrás, como sus ojos turquesas adoptaban un brillo casi antinatural con una esclerótica negra, y como sus cicatrices pasaban de tener unas grapas que mantenían su piel unida ahora adoptaban la forma de unos pequeños dientes.
Honestamente, no sabía por qué Dabi se consideraba a si mismo como alguien horrendo, ya que para los ojos de Jin, el era alguien hermoso, con y sin su forma humana.
(En realidad si lo sabía, lo sabía perfectamente, pero no le gusta profundizar demasiado en ello.)
"Hola Dabi." Saludó tranquilamente mientras se apartaba a un lado en la cama que había encontrado y le daba espacio para que descanse junto a el.
"Hmmm." Tarareó el demonio con un tono cansado mientras se tumbaba en la cama, apoyando toda la cara contra las frasadas medio polvorientas, con cuidado de que sus alas ahora descubiertas no golpeen a Jin accidentalmente, provocando una risa en el hechicero de clonación al ver esa actitud un tanto cómica proveniente de su pareja.
"¿Cómo has estado hoy?¿Te duele mucho la cabeza o crees poder soportarlo hasta mañana?" Jin preguntó.
"Creo poder soportar la mierda hasta mañana." Respondió Dabi de manera sofocada debido a las sábanas.
"Ya veo, bueno, puedes quédarte aquí hasta que ya no te duela la cabeza, claro, si tu quieres por supuesto." Respondió mientras se acomodaba a una posición más cómoda.
"No, quiero estar aquí, creo que ya tuve suficiente de tener que seguir soportando a Toga o al jefe por hoy." Murmuró Dabi mientras su cola se movía a un ritmo que daba a entender su irritación y finalmente apartaba la cara de las mantas para mirarlo a los ojos.
"Okey ¡todo bien por mí! En realidad no, aléjate de mí cama."
Dabi simplemente cerró los ojos como respuesta habiendo estado ya acostumbrado a los arrebatos de su novio, y, para sorpresa de Jin, envolvió los brazos alrededor de la cintura de Twice, de modo en qué su cabeza se mantenía pegada al costado de su torso siendo capaz de incluso sentir su respiración caliente chocar contra su piel.
Jin jadeó de alegría ante esto. "¿Es esto un abrazo auténtico?¡Lo adoro!¡No, lo odio!¡Quítate de encima!."
"¿Vas a quejarte o vas a disfrutar del momento?" Preguntó Dabi con falso enojo.
Jin, habiendo notado como su cuerpo se tensó ante eso, en una pausa respondió. "Si, lamento haberte incomodado."
"No hay problema, te perdono." Respondió mientras sentía como su cuerpo se relajaba nuevamente.
Una vez que sintió que el ambiente tenso se había desvanecido, Jin tomó uno de los libros de hechicería de su bolso y retomó su lectura mientras Dabi se relajaba a su lado.
Jin disfrutaba mucho de estos momentos, en los que solo existían el y Dabi en un cómodo silencio del atardecer.
"Hey, Dabi."
"¿Hmmm?"
"¿Por qué ahora me diste un abrazo? No es que me moleste, es solo que, ya sabes, sé que no es algo con lo que te sientas cómodo normalmente." Apartó la mirada del libro para concentrarse en sus ojos de pupila rajada.
Dabi simplemente miró a la nada, tratando de formular una respuesta.
"Me gusta el calor que produce tu cuerpo."
"¿Mí calor corporal?" Eso tomó por sorpresa a Jin.
"Si, eso creo."
"¿Por qué?¿No tienes suficiente con el calor en tu vida ya?"
"No se trata de eso, osea, si, odio el calor el calor en general." Agitó en circulos su mano izquierda en el aire. "Pero este tipo de calor que transmites... No sé que tiene, pero es uno al cual quiero quedarme pegado todo el tiempo."
"¿Desde cuándo sientes eso?" Jin inclinó su cabeza a la derecha.
"Creo... que desde que empezamos a hacer esto de ser amantes."
Twice mostró una sonrisa. "Si sabes que eso tal vez sea porque me amas ¿Verdad?"
Dabi se quedó callado mientras un sano sonrojo se extendió por sus mejillas y apretaba su suelto agarre en Jin. "Si, probablemente sea eso."
Jin solo se sonrojó ante esto, le dio un beso en la cabeza y tomo una de sus manos mientras continuaba con su extensa lectura.
Ambos tuvieron su relajante descanso hasta que los primeros rayos del amanecer dieron en las ventanas.
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Descanso | DabiTwice
FanfictionEn el que Dabi y Jin tienen un merecido descanso, haciendo una que otra confesión. ≈ • • • ¿Es mucho pedir un one shot sin angustia en la que un Dabi y un Jin en el universo de fantasía solo estén descansando y dándose amor y abrazos? ≈ ...