• Capítulo XXXI •

346 72 30
                                    

Noviembre, 12 Del Año  2019.
18:23 P.M

Finalmente había llegado el día al que más he había temido durante cinco meses. Hoy sería el momento en que tocaba decirle toda la verdad a mi padre cuanto a lo que Raúl y yo tenemos sentimentalmente. Si o si se lo diríamos. 

—Todo saldrá bien mi niña, solo ten fé en Dios. – Dejó un beso en mi cabeza. – Y se hacer las cosas mi niña.

—Sé que todo salda mami. – Sonreí y la abracé. 

—Terminate de alistar, yo iré a hablar con tu padre. 

—Está, bien.

Los nervios y la ansiedad me estaban matando lentamente. 

No paraba de inhalar y exhalar para poder calmarme aunque fuera un poco, pero se me hacía imposible. 

Tengo tanto miedo de lo que pueda pasar hoy en aquella mesa, solo pido a Dios que se apiade de mí y me ayude a que todo salga como muchos queremos.

Nunca en mi vida había estado tan nerviosa. 

—Ay, cristo amado, solo tu sabes lo que pasara en esa cena así que apiadate de mí. – Hable conmigo misma mirándome al espejo mientras terminaba de alisar mi cabello, lo lucia lacio, me gustaba como se me veía de largo. 

—Todo saldrá bien Bryannis, solo mantén buen positivismo y saldrá todo bien. – Sonreí. 

Retoque mi labial y me encontraba perfectamente lista y complacida con el resultado. 

Oí tres toques a la puerta. 

—¿Nerviosa? – Preguntó mi hermana al entrar a mi habitación. 

—Nunca en mi vida había estado de tan nerviosa – Di vuelta y la miré. 

—Todo saldrá bien ya veras, relájate los nervios se te notan mucho. – Tomó mis manos y las acarició. 

—Aunque sea casi imposible no estar nerviosa lo trataré. 

—¿Y ya estás lista? 

—Si. – Suspiré mientras asentía. 

—Entonces bajemos, el señor Bryan nos espera. 

—Okey, vamos. – Sonreí. 

Tome mi celular el cual se encontraba sobre el tocador junto a mi cartera y salimos de la habitación y bajamos a donde se encontraba mi padre esperándonos.

—Hermosas como siempre, mis nenas. 

—Gracias pa’, usted también esta guapo, como siempre – Sonreí. 

Salimos de la casa y nos montamos en el auto directamente al apartamento de Raúl. Mis nervios estaban al mil por mil, no sé lo que pasara en aquella cena como papá vaya a tomar las cosas como vaya a reaccionar y eso me tenía mal. 

No tenía ni la más mínima idea de como le diría a mi padre todo lo que le he ocultado durante estos cuatro meses… quizás; “pa’ yo y Raúl tenemos algo muy importante que decirle” ¡Ay, no. No lo sé! Mejor que lo haga Raúl. 

Mensajería de texto 

Yo: Raúl, se lo vas a decir tú, yo no sé. No tengo ni la mínima idea de como hacerlo.   

Mi zorrito♡ : Hagámoslo los dos pequeña, se nos haría más fácil ¿no crees? 

Yo : Bueno está bien. Tengo miedo y mucho. 

Un Amor Diferente A Los Demás. - [Re-Publicando] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora