--Vaya, Hank, con esos pies solo necesitas una nariz roja. ¿Verdad, bozo?.-Dice golpeando su brazo.
Hank puso los ojos en blanco y suspiró. --Mejor me voy.
Charles lo vio irse y le dedicó una mirada acusadora a Alex. --Bien hecho.
El rubio rio divertido y despreocupado. --No te preocupes, Charles, todo está bien.
--¿Cuando dejaras de burlarte de sus pies?
--Cuando deje de tenerlos tan grandes.
--No quiero sonar chismoso pero... Raven me contó lo que dicen de los hombres de pies grandes.-Susurro.
--¿Y eso que?
--Pues que... puede que tengan cierta cualidad... ahí...-Bajo la mirada a sus pantalones.
--¿Y Raven confirmó esa teoría?.-Dice frunciendo el ceño.
--La verdad no se.-Dice algo confundido por su cambio de actitud al mencionar a su hermana. --Sabes que a ella le gusta Hank y conociéndola creo que querrá averiguarlo.
Alex apretó la mandíbula, mientras mantenía una mirada de enojo. --Pues ojalá lo haga.
Charles lo vio irse echo una furia, no entendía su actitud irritada. ¿Habra dicho algo malo?
*
Camino por los pasillos a pasos agigantados y pesados, necesitaba llegar a la habitación que compartía con el castaño.
La escuela donde asistían, tenia dos edificios aledaños a ella, uno solo para estudiantes hombres y uno solo para mujeres. A menudo veía a Raven en el edificio de hombres junto a sus amigas, seguro buscando a Hank.
¿Que le veían a Hank? Era anticuado, un completo cerebrito enfocado en sus estudios, escuálido y zonzo.
Eso y también poseía una sonrisa encantadora...
Alex sacudió la cabeza concentrándose en ir a la habitación. En cuanto llegó se encontró con Raven sentada en la cama hablando cálidamente con Hank. Ambos miran hacia la puerta al escucharla y ven a Alex.
--¿Alex?
--Raven tu hermano me mandó a buscarte. Necesita hablar contigo.-Se excusó rápidamente con voz seca.
Ella miró a Hank confundida y asintió. --Bien. Después te veo, Hank.
Hank sonrió amablemente y se despidió.
Alex se quedó en su lugar hasta que la rubia saliera de ahí, según Hank, lo miró tenso, serio y callado.
Eso hasta que a tres pasos que dio se acercó al castaño y le tomó el rostro para besar su boca apasionadamente. Hank lo ve extrañado pero le sigue. Pocas veces Alex le besaba así. Tan solo duro unos segundos cuando intentando algo más, Alex se alejó y le volvió a ver hecho una furia.
--¿Que tanto hablabas con esa tipa, eh?
--¡Nada! Solo... vino a preguntarme...
--¿Que? ¿El significado del tamaño de tus pies?.-Dice con brazos cruzados y mirada molesta.
--¿Que? No entendí.-Dice confundido.
--Eres un idiota.-Suelta bruscamente.
--¿Por que? No tienes que ser así conmigo cuando estamos solos.
--¡A ella le gustas!.-Exploto rojo de celos. Hank desvío la mirada aún confundido.
--No creo que sea verdad... ¿Y que tienen que ver mis pies con esto?
Alex cubrió su rostro, irritado. Vaya que estaba enamorado de un tonto. --¿Sabes lo que dicen sobre los hombres de pies grandes? Que tienen el pene grande.
Hank tosió avergonzado por su declaración. --¿En serio?
--Si.-Dice aún molesto y se acercó a él. --Y solo yo puedo confirmar eso.-Lo tomo de las solapas de su suéter para plantarle un profundo beso.
Hank abrió los ojos ante el nuevo beso igual de intenso que el anterior. Correspondió abriendo su boca y siente como la lengua de Alex se mezcla con la suya, sus brazos abrazan sus hombros y el castaño igual le abraza.
Alex se aleja y lo empuja de nuevo al borde de la cama, él cae sentado y el contrario se sienta en sus piernas. Vuelve a atacar su boca, lo hace de forma húmeda, provocativa con el único propósito de excitarlo. Empieza a crear movimientos con sus caderas, puede escuchar un gemido placentero de la boca contraria cuando su trasero presiona su entrepierna.
Lo vuelve a hacer, más profundo y rudo, puede sentir ese pedazo de carne endurecerse y volverse más grande. Se toma de sus hombros, alejándose y ve a Hank jadear con sus mejillas rosadas, tanto por el calor como por la pena.
--¿Vas a volver a verte con ella?.-Dice con voz ronca. No recibe respuesta y se detiene.
--¡No!.-Muerde su labio, toca sus caderas incitandolo a no detenerse. --No volveré a verla...
Alex sonríe complacido y divertido, siempre conseguía lo que quería y ahora era Hank, lo quería lejos de Raven. Hank era sólo suyo aunque sea a escondidas de todos.
Aunque... ya se estaba cansando de esconder lo suyo. Debía dejar claro que estaba con él.
--Asi me gusta, bozo...-Rie por el apodo y recibe una mirada de desaprobación. Antes de que pudiera reclamarle, le coloca el dedo en sus labios. --Shh...
Besa sus labios tomándole las mejillas, los movimientos se hacen más y más rápidos, Hank le tiene fuertemente agarrado de sus caderas y da gemidos entrecortados, sabe que en cualquier momento se va a correr.
Alex enreda más sus piernas en las caderas, da un gemido ronco que se pierde en la boca de Mccoy y se corre manchando su pantalón. El castaño jadeo separándose y también se viene.
Ambos se ven mientras la llama se apaga poco a poco, sus encuentros solo eran eso, uno cuantos minutos de restregarse y besarse. Nunca había tenido sexo real.
--Necesito aclarar que tu ya eres mío, Hank.
El contrario ríe avergonzado. --Yo también tengo que decirle a todas las chicas que ya estas conmigo.
--No se que vi en ti, zonzo.-Dice seriamente. --Pero me fascinas.
Ante la vista de toda la escuela, Alex Summers era un fuckboy que no soportaba a Hank Mccoy, el nerd virgen, pues solo se burlaba de él. Pero a puertas cerradas, eran un par de adolescentes amantes.
Se acabaron las mentiras.
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Addicted.
FanfictionAlex es adicto a molestar a Hank pero todo era diferente a puertas cerradas.