Capítulo II

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Pierdes cada miedo para obtener otros, te sientes insuficiente para el mundo, cuando el mundo es insuficiente para ti.

Tus sentimientos florecen cada día al escuchar su voz, tus ojos brillan como la luna en todo su esplendor.

Tu alma es libre, juega con el velo de la muerte, la seduce con sus movimientos frenéticos.

Pero todo tiene un fin, y cuando eso sucede tus alas son cortadas con la brusquedad de un terremoto, el odio de mil demonios & caes directo al vacío del que tanto te costó salir.

Vuelves a la misma mierda de siempre.

Otra vez la maldita rutina.

Tras mil años luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora