Aléjate o déjate llevar

Capitulo 119

Santiago.

Leí el trabajo de Lara como por séptima vez y aun quedaba impresionado de lo impecable que era.

Habían muchas cosa que me sorprendían de Lara. Pero nunca pensé que tuviera el intelecto tan elevado. Mi competencia era aun mejor de lo que pensaba.

Además de inteligente también me sorprendía su audacia, fuerza, valentía y agallas. Lara era aun mas impredecible de lo que podía notar. Aun había cosas que de seguro no estaban al alcance de mi vista todavía.

Recordé el día que decidí tal vez armar una venganza contra ella, tratando de enamorarla. Pero como podría llegar a alguien que tenia tantas barreras?

Aquí, ahora. Con el trabajo que definiría mi lugar en esta editorial. Estaba agradecido a pesar de que ella misma fuera sido la culpable. Lara solo tomaba de su taza de café mientras escribía.

Y yo la observaba. Patito feo me salvo. Sin importar su orgullo o su odio por mi.

–Te sentías tan culpable?.- le pregunte.

Me detallo con sus ojos color miel.

–Sabes que si. Simplemente no puedo meter a alguien en problemas de esa forma, sabiendo que no se lo merece.- dijo ella.- Llámalo piedad.- quería reírme a su definición.

–Eso suena despectivo patito feo, llámalo saber que la cagaste.- rei y ella puso los ojos en blanco.

En el momento que llego Maria, estaba aun mas nervioso de lo pensado.

Le entregue los trabajos y salió en seguida.

Mis manos temblaban. Ya había por lo menos resuelto algo, ahora faltaba resolver la situación con mis amigos.

De la cual, si era culpable.

–Listo para la fiesta de hoy?- pregunto un compañero de la empresa en el momento de descanso.

LA FIESTA?!

Se me había olvidado por completo la fiesta de la empresa.