Muestras de amor | Taekook

capítulo veinte-final

Estaba mas que furioso ¿para qué negarlo? Una vez salio del sótano cerrando con todas sus fuerzas la puerta tras de sí, intentó calmar su agitada respiración. El trabajo no era sencillo en lo absoluto, estaba completamente alterado.

Ambas manos se colocaron sobre sus mechones de cabello grisáceos, tomando estos con fuerza para jalarlos por producto de su enorme desesperación. Detestaba cuando su pareja arruinaba todo su buen humor con preguntas de ese índole, con acciones estupidas o sonrisas que no deberían aparecer en ciertas circunstancias. Pero, sobre todas las cosas, detestaba no poder controlar sus emociones explosivas, soltando todo con palabras hirientes y acciones en contra de la integridad fisica del menor.

--No me haces infeliz, pero me irritas tanto.--habló para si mismo mientras caminaba hacia la cocina en busca de un vaso con agua, quizá de esa manera aliviaria un poco los sentimientos que lo abordaban--¿que no puedes entender que te amo con locura? Joder, Jungkook, desde que llegaste a mi vida ya no me siento tan solo--llenó el vaso de vidrio que encontro, tomando tomando el agua en unos grandes sorbos desesperados por humedecer su garganta un poco--¿Que no comprendes que todo lo que he hecho es por el amor que te tengo?

Taehyung suspiró con fuerza, en momentos así es donde se odiaba con mayor magnitud. No sabía si era su orgullo el que no le permitía decirle amorosamente a Jungkook todo lo que sentía; todo ese miedo de perderlo que recorría su cuerpo desde el instante en donde sintio un cosquilleo en su estómago al ver sonreír al azabache, toda la desesperación que le causaba estar alejado de el y todo el dolor que le causo al verlo tan feliz con alguien más. Claro, sabia que se dejaba llevar por sus asquerosos impulsos violentos ¿pero acaso eso significaba que no amara al menor? Taehyung, en su completa locura, creía que solo reprendiendo de esa manera a las personas lograría demostrar cuando se preocupaba por ellas.

Despues de todo, asi fue educado.

Se tumbó con fuerza en el sofá, soltando un agotado suspiro mientras cerraba los ojos. Definitivamente aquel no era su día, pues su cabeza decidió mostrarle recuerdos sumamente dolorosos, empezando por ese donde Taehyung era solo un niño de 7 años, gritos agonicos inundaban su pequeña y pobre casa donde vivía con sus padres y su hermano mayor. Como siempre, el pequeño Taehyung se ocultó debajo de su cama mientras se cubría sus oídos con ambas manos en un intento de amortiguar los insultos de sus padres y los jadeos adoloridos de su hermano.

Como era costumbre, el estruendo tardó unos minutos más en calmarse, poco después la puerta de la habitación que ambos hermanos compartían se abrió, dejando ver a un hombre adulto sosteniendo el débil y casi desmayado cuerpo de un adolescente. El mayor lanzó sin cuidado alguno el cuerpo el cuerpo golpeado y machacado de su hijo, seguido de cerrar la puerta con fuerza y causando un salto asustadizo a Taehyung, quien no dejaba de llorar.

--¡Hermano! ¡Hermano!--el pequeño de cabellos azabaches salió debajo de su cama, gateando hasta el cuerpo de su hermano mayor.

--Pequeñin.--aunque su cuerpo entero dolía, el mayor articuló una sonrisa hacia el otro. Así mismo alzó su diestra para revolver su cabello en un intento por calmarlo.--estoy bien, no te preocupes.

--P-pero papi y mami gritaron mucho esta vez.

--Taehyung, ya te he dicho porque lo hacen.

El menor permaneció en silencio, bajando su cabeza para ocultar su llanto. Si bien no podía contradecir a su hermano, no creía esa excusa barata.

--Lo hacen porque me aman, Taehyung.

--¿Como pueden golpear de esa manera a alguien que aman como tu dices, hermano?

--Es para hacerme mejorar, porque merezco estos castigos.

Era obvio que el hermano mayor de Taehyung solo deseaba proteger su inocencia, al igual que librarlo de cualquier golpe que sus padres pudiesen proporcionarlo. Y el pequeño, conforme pasaba el tiempo, iba aceptando mas esa ideologia de responder a quienes lo merecían para demostrar su afecto y preocucación.