No somos tan distintas.

Impotencia.

"¿Recuerdas lo que pasó? La única en ser testigo era la Luna, pero nosotras fuimos quienes disfrutamos el momento.

Espero que te gustará como te acariciaba la piel tersa de tu espalda, porque yo caí perdida cuando dejaste marcas en la mía.

Disfrute tu aroma, tu tacto, tu mirada que me derretía y me hacía olvidar todo, a todos. Me sonrojaba, lo sabías, y eso era una de las muestras de afecto que más te encantaban, así como te encantaba que te tuviera abrazada de la cadera.

El tiempo se hacía más lento, sentía que pasaba más de lo que la realidad decía. Todo era mejor a tu lado.

Tú eras mi campeona valiente, y a mí me fascinaba consentirte. ¿Y si escapamos? Podíamos ir lejos y solo estar nosotras. Nos dimos cuenta cuanto nos encanta estar juntas... Vimos por fin que no somos tan distintas, que la vida tiene nuevos significados, que si bien, no comenzamos de cero nunca, existen las segundas oportunidades.

Somos lo mejor de dos mundos, esto puede resultar... Pero no, mi criterio vuelve, mi razón regresa. Tenemos caminos diferentes. Tu aguardas a la noche, rezas a la luna; yo estoy en la búsqueda de un nuevo sol.

Lo bueno es que lo encontré, lo malo es que ese sol era ella, de tan radiante... Luz..."

Amity despertaba del sueño que tenía, con mucha sorpresa y pánico, tomaba una bocanada de aire, sentía como se ahogaba, tocaba su pecho para oír latir su corazón, el cual poco a poco se iban normalizando su ritmo. Se dejó caer en su cama, como si se hundiera en la realidad de la situación.

Se encontraba en su cuarto, tomando descanso por su pierna lastimada, ¡Diablos! ¿Por qué tardaba tanto? No era que se hubiera roto algo, ¿¡Y para eso le habían colocado un yeso!? Vamos, era del aquelarre de curaciones, reitero, ¡Aquelarre de curaciones! Ellos podían sanar a cualquiera en segundos, ¡Amity llevaba un par de días con esta cosa! Literal, siendo magos tan poderosos y ella estaba aquí, frenada, en casa, encerrada.

Sin poder ayudar a Luz.

Todo por culpa de Boscha y su tonto ego, solo eso fue el culpable de la situación, por una "vida social" que ultimadamente importaba un bledo ante estas situaciones, donde ella daría lo que sea por ir a ayudar a Luz.

Cosa que sí hizo, pues, hizo a un lado sus estigmas y sus problemas para ayudarla, también hizo que sus sonrojos no le importaran un poco, total, en el campo de Grudgby el frenesí del partido se encargaría de eso, más aún a Willow, a la cual prometió defender de quienes la molestaban, ¿Y cómo? Con el dichoso partido de Grudgby, organizado por Luz del cual fue que resultó lastimada.

Para luego... Ser cargada por Luz...

Eso fue súper lindo, no está más decir que sus ataques de pánico surgían de inmediato. Vaya, esos brazos de nerd ni eran fuertes.

Creo que se notaba cada vez más lo que sentía, ¿No? Digo, los nervios, el sonrojo, el que la mente quedará en blanco con solo verla, o con que Luz hiciera alguna cara linda, la derretía de inmediato, eran pruebas que no había marcha atrás y de que quería algo más, en serio. Solo que ahora no era el momento, ahora el pánico le ganaba terreno, y de verdad no podía hacer nada, por lo menos en este momento.

Al final, ganaron, bueno, a medias. Demostraron su punto, y parecía que nadie más iba a meterse con Willow. Al final, Amity se quedó con los que eran sus verdaderos amigos y cumplió con su palabra.

Pese a esto, terminaría lesionada; teniendo que llevar un yeso en casi toda la pierna derecha, ¡A solo unos días de una excursión!

Diablos, le hubiera encantado ir al Castillo del Emperador, era un sueño que tenía desde hace tiempo, sueño que, si bien sus papás le habían inculcado, por lo menos, quería conocerlo y estar en compañía de sus nuevos amigos.... ¿Sería buen momento para hablar con Luz sobre... el asunto?