Una carta nacida de la impaciencia creada en una noche de primavera, pensando en un amor idealizado dentro de mi cabeza. Un romance que espero hace años y al cual cada día me esfuerzo para poder serle noble y merecerlo sin culpas ni dudas. No sé que...
Hace años fantaseo con tu llegada. Aun sin saber si de verdad llegaras. Se que existes, y se que apenas nos encontremos lo sabremos, estaremos hechos el uno para el otro. Pero, ¿Lo sabremos? Mi mente es un pozo de dudas. Y estoy intentando cambiar. ¿Lo hago por ti? Ni siquiera te conozco. Pero no quiero que tengas que lidiar con este lío. Yo tampoco quiero hacerlo. Lo hago por mi. Pero pensando en ti. Me convierto cada día mas en la persona que deseo ser. En la persona que deseo que tu encuentres. Quiero ser feliz junto a ti. Y se que debo encontrarme a mi primero. Pero nada me detiene el imaginarte. ¿A que olerá tu pelo? Creo que es lo que mas imagino de ti. Luego de tu sonrisa. Y de tu piel trigueña. Con tus cabellos color caramelo al aire. Y tus brazos fuertes y cálidos. Imagino tus abrazos como el elixir mas buscado en este mundo. Como el antídoto a todos los males que jamas existieron. Te idealizo como una brisa de verano. O de primavera. No soy fan del verano. Y no puedo abrazarte mucho con el calor. En la primavera podremos andar de la mano. Y en invierno, nos congelaremos las narices tratando de llegar a la casa del otro. Contigo lo quiero todo. Quiero un otoño lleno de hojas crujientes y cafés calientes. Quiero años de simples aventuras y amores complejos. De amarnos hasta que nuestros corazones paren de moverse. De vivir a tu lado, viviendo mi vida Nuestra vida. Es tenebroso como aun ni te conozco. Y ya puedo imaginar tu rostro al despertar. Tus besos al dormir. Y tu risa en todo momento. Llenando un hogar. Solo de nosotros dos y de nadie mas. Tal vez un gato o dos. ¿Y por que no? Tal vez un conejo. O una serpiente. Un hamster. O una cobaya. Y también muchas plantas. Y cada tanto veremos una abeja. Rebozar en nuestras flores en el balcón. Le sacaríamos fotos y reiríamos. Al imaginar su zumbido. O nuestro susto si ingresara a nuestra casa. No puedo creer como no te conozco. Pero ya te conozco. Como puede ser que jamas te haya visto. Pero sé como eres. Como jamas te he visto reír. Pero ya se como se oye. No nos conocemos (en esta vida). Pero nos amamos. Aún si no lo sabemos de inmediato. Lo haremos.
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Amarillo como el color con el que veo nuestro amor Azul como el color con el que te veo
