Amor en la Cocina

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Marcus Pierce

- ¿Es que cuando llegaran? – pregunte moviéndome por el lugar

Ya habían llegado todos los invitados solo faltaba mi novia y madre de mis bebés.

-Tranquilo hijo pronto llegara- golpeo mi espalda el padre de mi novia.

- ¿Se supone que siempre la novia llegue tarde? – sentía que me sudaba todo

-Es lo clásico- rio mientras me acompañaba a saludar a los invitados

Por decima vez volví a arreglarme mi corbata mientras continuaba saludando a la gente.

- ¡Ya llego la novia! – escuche gritar a alguien para rápidamente tomar mi lugar.

Según mi suegro debía mantener mi mirada hacía el juez que nos casaría primero.

Podía escuchar murmullo y rápidamente la música nupcial.

No lo evite y mire hacía la entrada.

Mis ojos se llenaron de lagrima al ver a mi hermana traer los anillos.

Todo era hermoso.

Luego entraron Ariel, Jin, Samuel, Isabel, Antonio, Miguel, Mi madre y mi suegra.

La marcha nupcial se hizo más fuerte.

Mis emociones estaban a flor de piel.

Cuando la vi entrar su belleza era inigualable.

Cada detalle de su vestido era muy hermoso.

Su sonrisa hacía que me enamorara más de ella.

Sin pensarlo ya de mis ojos caían lagrimas.

-Hijo cuida de mi princesa- hablo mi suegro pasándome simbólicamente a mi mujer

-Estas hermosa- susurre intentando dejar de llorar

Ella continuaba derramando lagrimas.

Su vestido era bordado a mano y su velo tenia pétalos azules al final.

No podía dejar de admirarla.

Su rostro no dejaba de admirar todo el lugar

La boda era tal como ella nos había notificado.

Nos encontrábamos en el bosque rodeado de pura naturaleza.

Por el pronostico nos colocaron una carpa protegiendo el medio ambiente por si llovía.

Ella estaba tan hermosa.

Su sonrisa era tan preciosa.

Su cuerpo parecía que no cargaba un bebé en su vientre.

-Marcus por favor su atención aquí al frente- me llamo el juez logrando que lo mirara

-Disculpe, pero por el amor a Dios tendré a la esposa mas bella- comente mirando de nuevo a mi novia

-Bueno si no me responde no será su esposa- escuche a todo el mundo reír

-Repítame- intenté centrarme en el juez

-Marcus Pierce por cuarta vez en el día, acepta como su esposa a Eleonor Russo, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe- me miro un poco cansado

-Si acepto- sonreí mientras todo el mundo aplaudía

-Eleonor Russo aceptas como esposo a Marcus Pierce para amarlo y respetarlos, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe- gire a mirarla y note como de sus ojos salían pequeñas lagrimas