Subiré los dos capítulos seguidos, así que espero que votéis en los dos por igual. Gracias :)
- Me habías asustado, joder. – Me acerqué a ella y la atraje a mí. – Gorda. – Intenté coger la cuchara pero la apartó rápida.
- Calla. – Dijo riéndose. – Tenía hambre, ¿vale? No me juzgues.
- ¿Me das?
Le miré con cara de niño bueno y empezó a reír más aún. Cogió un poco de helado con la cuchara y la llevó a mi boca. Con todo lo que había sudado el helado frío me viene genial.
La cogí de su cadera y la llevé a la isla de la cocina, la subí encima y me hice hueco entre sus piernas. Se había puesto el culote que hace horas atrás yo le había quitado y que voy a tardar en borrar esa imagen tan jodidamente perfecta de mi cabeza, digamos por el resto de mi vida, y encima lleva una camiseta mía. Casi puedo ver sus pezones transparentarse por la camiseta blanca. Su pelo está totalmente revuelto y tirado hacia un lado de su cabeza. Está condenadamente sexy, y no sé cuánto tiempo aguantaré.
Sigue repartiendo el helado entre los dos y yo sólo puedo soltar sonrisas de bobo y enamorado. Cuando quiere puede parecer una niña de cinco años. La niña de cinco años más adorable del mundo. Mi pequeña.
- Pareces un bebé – Dice. Hice un gesto fingido estar ofendido por su comentario pero no pude aguantar la risa.
- Habló. Enana.
- No queda helado. Coge más, porfa.
- No voy a coger más.
- Harry no seas malo, coge más.
- Nop. Prefiero comer otra cosa. – Una sonrisa traviesa se implantaba en mi ahora.
- ¿Cómo qué? ¿Pizza? – Adoro cuando se hace la inocente. Me acerqué a sus labios y susurré.
- A ti.
No tardó mucho tiempo desde eso hasta que parecíamos dos hormonas con patas en la cocina. Me había encargado de deshacerme por segunda vez hoy de su ropa interior y ella se ha encargado de la mía, bajándola con sus propios pies.
La acerco todo lo que puedo al borde de la encimera y vuelvo a entrar en ella de una sola vez, y gime ante mi acción. Volvemos a dejarnos llevar después de un rato de caricias y corrientes eléctricas. Esta vez no me he aguantado y he vuelto a decirle lo que sé que le encanta oír cuando lo hacemos. Supongo que es algo nuevo para ella que ha descubierto en mí. Y eso me gusta.
Apoyo mi cabeza en su hombro para calmar la respiración y ella me abraza.
- No tenemos aguante, joder.
- ¿Cómo qué no? ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Por el amor de dios… - Digo casi riendo recuperando mi respiración.
- No me refiero a eso. – Se carcajea y sigue hablando. – Me refiero a que no aguantamos nada de tiempo sin follar, ocasión que tenemos, ocasión que no desperdiciamos.
- A eso te expones conmigo nena.
- Eres insaciable.
- Tú eres mi droga.
- Eso ha sonado raro. Hipsta please.
- Lo sé, pero es así. Tú sí que eres rara. No parafrasees mis camisetas. – Dije riendo.
Miré el reloj de la cocina y vi que eran seis y media de la madrugada. La bajé de la encimera y nos pusimos la ropa que nos habíamos quitado. Cogí su mano y la llevé al salón, cogimos varias mantas y salimos al jardín. Las tumbonas estaban al lado de la parte asfaltada del suelo, así que no nos hizo falta coger zapatos. Me acosté en una de ellas e indiqué a Ade que se acostara encima de mí. Puso su cabeza en mi hombro derecho y eché las mantas por encima, dispuestos a contemplar el amanecer londinense.
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Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.
Fiksi PenggemarTiene SEGUNDA TEMPORADA. Adelia nunca pensó que un simple viaje no deseado a la casa de su padre en Londres le diera la vuelta a su vida. Un chico, sus ojos y su perfecta sonrisa no iban a dejar pasar a esa chica sin más. Harry Styles. El nombre de...