Capítulo 14

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Todos me miran y no sé que decir ni en que creer, solo alcanzo a tartamudear lo único que se me ocurre:

- No... No es posible -digo mirando con incredulidad a Gandalf.

-Me temo que sí que lo es, tu eres la hechicera de la que hablaba la profecía. Tú tienes la magia en tu interior pero al haber crecido en un lugar donde no hay magia tus poderes no han podido mostrarse, no se si es eso o simplemente el destino lo que te llevó a huir de allí pero ahora deberás aprender a controlar la magia -dice Gandalf mirándome apenado- No puedo ayudarte con eso, es un camino que deberás recorrer tú sola, ahora debéis seguir vuestro camino.

Después de estas palabras desapareció sin dar más explicaciones mientras yo aún me tambaleaba confundida por la noticia. Siento la mano de Aragorn sobre mi hombro y la de Legolas agarrando la mía y comprendo queno puedo dejarme llevar por el pánico, debo ser fuerte. Me alejo de ellos y retomo el camino sin decir palabra, Aragorn y Gimli caminan delante de mí a una distancia prudencial, saben que no quiero hablar pero sé que hay otro que no se dará por vencido tan fácilmente. Legolas me alcanza y se coloca junto a mí.

- No quiero hablar -digo en tono cortante.

- Puede, pero lo necesitas y sabes que no te voy a dejar tranquila -después de estas palabras su rostro empieza a mostrar preocupación- ¿Como te encuentras?

-Estoy bien -digo con toda la frialdad que puedo.

- Sé que eso no es cierto ¿En qué piensas?

Pienso en muchas cosas: en todo lo que supone esto, en la magia que, al parecer, tengo en mi interior, en no tener suficiente poder para acabar con esta guerra, en no poder controlar mi magia y hacer daño a alguien y en que me vean de una forma diferente, de que él me vea de una forma diferente.

Pero no se lo diré, así que me limito a apartar la mirada.

-Está bien, entonces intentaré adivinarlo, temes no dar la talla y decepcionarnos a todos y que te veamos como una especie de monstruo ahora que sabemos que no eres del todo humana y temes aún más serlo realmente -dice él muy seguro de haber acertado, escondo mi cara para que no vea que me he sonrojado pero eso es suficiente respuesta para él. Siento que me agarra el brazo y me obliga a detenerme, me retuerzo todo lo que puedo pero él es más fuerte así que me obliga a mirarlo- Esto no cambia nada, seguimos viéndote como la valiente guerrera que eres y no dudes que lo eres -me dice obligadome a perderme en esos profundos ojos azules.

-¿Cómo estás tan seguro? -digo temblando- Provengo de un lugar donde la magia es un cuento de terror, donde lo que tengo en mi interior es el mismo mal ¿Y si tenían razón? ¿Y si realmente soy tan terrible como ellos creen?

- No lo eres, sé que no lo eres -dice tiernamente- ellos jamás se han molestado en conocerte, no como he llegado a conocerte yo. No eres malvada y lo supe desde el primer momento en que te vi, encaramada en un árbol mirándome, parecías tan perdida, alguien malvado jamás habría hecho lo que tú has hecho, jamás habría saltado para recibir una flecha destinada a lo que tu pueblo considera un monstruo y jamás habría hecho tanto por que el bien triunfe sobre la oscuridad y sé que jamás nos decepcionarás, que vencerás a las sombras y si no lo consigues, si la oscuridad consigue derribarte nos tendrás a nosotros luchando a tu lado, no harás esto sola -dice retirándome un oscuro rizo de la cara y conmoviendome.

-No sé si seré lo suficientemente fuerte -digo a media voz.

- Yo tengo fe en tí -siento como mi corazón debilitado por el dolor vuelve a latir con un sentimiento nuevo, el más maravilloso que jamás haya podido sentir. De pronto veo que a nuestro alrededor vuelan ojas trayendo los colores del otoño, pero no parece que sea un brisa normal la que las hace despegarse del suelo, están volando a nuestro alrededor formando extrañas siluetas en el aire como si bailaran para nosotros. Algo se libera en mi pecho y comprendo que yo soy la causante de este hermoso despliegue de color. Miro a Legolas y veo que el sonríe como si sus ojos estuvieran contemplando lo más bello del mundo pero no mira las ojas, sino a mí.

- Te dije que podrías -dice y su sonrisa me hace darme cuenta de lo que significan los acelerados latidos de mi corazón y me recuerdo que no debo dejarme llevar y que tengo que ce trarme en la misión, si acepto mis sentimientos acabaré sufriendo.

-Debemos volver, ya se habrán dado cuenta de que no les seguimos -y al decir esto veo como el baile de las ojas termina y las ojas llueven sobre nosotros.

-Está bien -dice un poco a regañadientes pero sonriendo de nuevo al quitarme una oja del pelo.

Alcanzamos a Aragorn y a Gimli que ya han montado el campamento para dormir, Gimli intenta preguntarnos que hemos hecho pero Aragorn lo corta con un codazo y negando con la cabeza lo que me hace sonrojarme. Cuando nos disponemos a decidir que hacer juntu a la hoguera vemos una figura avanzando hacia nosotros y nos sorprende descubrir que es un orco solitario que Aragorn no tarda en inmovilizar.

- Vengo a traer un mensaje a la compañía del anillo, o lo que queda de ella -dice esto último riendo.

- ¿Qué quieres decirnos? -pregunta Aragorn aún sujetándolo contra el suelo.

-El Señor Oscuro tiene a vuestros amigos y ya ha recuperado lo que es de su propiedad, ahora tendréis que limitaros a proteger como podáis vuestro hogar, no tardará en convertirse en cenizas -dice el orco riendo aún, lo miro con horror al entender lo que quiere decir y el me dirige una mirada divertida- Parece que la brujita tendrá que volver a casa.

A esa frase le sigue una estridente risa que es interrumpida por el cuchillo de Legolas que atraviesa al orco con expresión seria. Yo cierro los ojos para intentar aminorar el dolor que me oprime el pecho aunque es inútil.

- Debemos separarnos -digo a media voz no queriendo alargar las despedidas- debo ir a Arcus y proteger a mi familia.

Aragorn asiente y nos ponemos en pie dispuestos a acabar cuanto antes con este doloroso momento. Me acerco a Legolas, que es el que más cerca tengo, y extiendo la mano esperando que él me la estreche como solían hacer los hombres que cerraban un trato, pero él agarra mi mano y tira de mí pegándome a él y abrazándome con fuerza. Tardo un poco en reaccionar pero cuando lo hago le devuelvo el abrazo con todas mis fuerzas, cuando nos separamos noto un ligero aumento de peso en el cuello y veo que me ha colagado del cuello una cadena plateada con un bellísimo colgante de cristal con forma de lágrima.

- Te ayudará a controlar tu magia, había oído hablar de la profecía y Elrond me lo dió para que se lo entregara a la hechicera de la que hablaba si la encontrábamos, llévalo siempre y así sabré que estás bien.

Yo asentí tocando la joya con la punta de los dedos y me quité el otro colgante que llevaba, un pequeño y simple anillo de plata colgado de una cadena.

-Compré este anillo hace cinco años pensando que me daría suerte, no me lo he quitado desde entonces, ha estado conmigo mucho tiempo y lo tengo en gran estima. Quiero que lo tengas tú -digo poniéndolo en su mano.

-No puedo aceptarlo -dice sabiendo lo que el anillo significa para mi, él ha visto en mis dibujos como me aferraba a él como si me fuera la vida en ello cuando tenía miedo o estaba triste, solo él sabe la historia que ese anillo y yo compartimos.

-Entonces, no permitas que este sea nuestro último encuentro, me lo devolverás cuando nos volvamos a ver.

Dirjo una mirada a Gimli y a Aragorn que asienten y me meto entre los árboles sin mirar atrás para que no vean la lágrima que rueda por mi mejilla y cae al suelo y tras un momento de vacilación me pierdo en la oscuridad.

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Hola!! Este es el final de la primera parte de mi historia, aún queda mucho más. Me gustaría saber si os gustaría que siguera narrando la historia como lo he hecho hasta ahora o preferís que empiece a narrarla en tercera persona para que podáis ver lo que piensan los otros personajes más allá de la perspectiva de Géminis (me parecía mas apropiado ya que lo que queda es más romántico), dejadme lo que prefiráis en comentarios o por mensaje privado, haré lo que más de vosotros prefiráis.

Perdón por tardar tanto en subir.

Gracias por leer hasta aquí, signfica mucho para mí.

Xao.

Géminis, un nuevo comienzo- fanfictDonde viven las historias. Descúbrelo ahora