La Luna De El Alfa ~Derek Hale~ 1

Capitulo 9

Estamos castigados en el salón de química.

Puse mi mentón sobre mi mano y empecé a ver un punto fijo.

«¡Maldito Harris!».

*Esto es tan aburrido*.

Scott tenía un pequeño papel en la mano con el que se limpiaba la sangre de la nariz y Stiles estaba escribiendo algo con su lápiz.

—Amm... Disculpe señor, se que estoy en detención pero... Debería estar en el trabajo. No quiero que me despidan.—dijo Scott a Harris pero el solo lo ignoro, luego miro a Stiles—.¿Sabías que sanaría?.

—Si.—hablo Stiles.

—Lo hiciste para ayudarme a aprender.—aseguro Scott.

—Sip.

—Pero me castigaste también.—dijo Scott.

—¡Siiiiii!... Bueno... Eso era obvio.

—Oye... Eres mi mejor amigo no puedes estar enojado conmigo.—hablo Scott.

Yo seguía callada ya que no hablaban conmigo.

«¿Que estará haciendo Derek?»

*Seguro intentando ver si puede matar a alguien solo por verlo mal*

«Si pudiera ya estaría muerta».

—Ya no estoy enojado... Tienes algo Scott... De acuerdo... Lo quieras o no... Puedes hacer cosas que nadie más hace... Significa que ya no tienes opción... Tienes que hacer algo pronto.—dijo Stiles bajito.

—Lo se... Y lo haré.

Puaj, ya se están poniendo sentimentales.

Blanquee los ojos y resople.

Sentí que me pincharon la espalda con un lápiz.

Voltee con cara de puño y ví a Stiles.

—A ti también te perdono.—dijo y yo hundí mis cejas.

—¿Que he hecho para que necesite que me perdones?.—pregunte alzando una ceja.

—Estar con Derek el otro día.

Bufé.

—¿Te enojaste por eso?.—pregunte con incredulidad.

Asintió.

—Yo puedo estar con quién se me antoje y tú no puedes decir nada al respecto. Yo hago lo que quiero.—dije altanera—.Si quiero estar con Derek. Estoy con Derek. ¿Cuál es el problema con eso?.

—Es solo que... Derek no me agrada.

—Poco me importa si te agrada o no.—replique con un tono ácido.

—Lo que quiero decir es que Derek es un idiota peligroso y me preocupa que pueda llegar a hacerte daño.—dijo y yo lo miré perpleja—.Te quiero y me preocupo por ti Alex.

Miré a Scott y se encontraba igual que yo.

Me sentí mal por haberlo tratado de manera tan odiosa.

—Lo siento.—dije y el nego con la cabeza.

—No te preocupes.—me sonrió—.Ya no hay nada que perdonar.

—De acuerdo. Ustedes 3, fuera de aquí.—dijo Harris.

—Gracias.—dijo Scott.

Recogimos nuestras cosas y salimos de allí.

[...]

Con Scott fuimos hasta la veterinaria.

Me dijo que podía hablar con su jefe para ver si me daba trabajo.