Capítulo 4

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Abro la puerta de casa, miro toda mi casa asustada, mi hermano, había llegado a casa con todos sus amigos. Estaban haciendo una fiesta con "sus nuevos amigos". Se pensaba que por decirme que se iba a la biblioteca yo tardaria más o le enviaría un mensaje. 

-¡Iván! ¿Pero que has echo?

-Pues una fiesta con mis amigos. ¿No lo ves? Jajajaja.

Todos sus amigos comienzan a reir, cuando de repente grito:

-¡Todo el mundo fuera de aquí! Y tu Iván ya puedes estar recogiendo y limpiando todo esto antes de que venga mamá.

-Pero yo no puedo limpiar todo esto, no me da tiempo. Ayudame tú.

-Tengo cosas que hacer, a más, has sido tú el que lo has tirado.

-¡Cada día te pareces más a mamá!

*Cara de sorprendida* ¿Como? Anda, callate ya y limpia.

Subo directamente a mi habitación y empiezo a buscar un conjunto básico, me recojo el pelo con una pinza y preparo mi bañera. Son las 15:34 de la tarde y a las 17:30 me vienen a buscar Gabriel y Alexandra. Al salir de la bañera miro la hora, las 16:01. Cojo mi conjunto y me lo pongo, me maquillo, al mismo tiempo que suena All my love - Ariana Grande en mi equipo de música. De repente me llega un mensaje a mi telefono, lo miro, era Alexandra, que vendría un poco antes, ella sola. Yo la conteste con un:

- Vale, aquí te espero. 

Sigo a lo mio, me peino, no estoy muy decidida de que hacerme en el pelo, así que espero a que venga Alexandra. Bajo al salón a mirar que hace Iván, ya casi lo tenia acabado, solo le faltaba barrer, cuando estoy a punto de abrir la boca, suena la puerta abriendose, era mi madre. Me subo otra vez al piso de arriba para hacerme la loca y que no me caiga ningúna bronca. Escucho atentamente la conversación de Iván y mi madre.

- Iván, ¿Qué haces barriendo el salón?

-Pues... Porqué... ¡¿Qué passa, qué no te puedo ayudar?!

-No no, si ami me gusta mucho que me ayudes, lo que me ha parecido muy raro...

*Justo en ese momento se me escapa la risa.*

Iván me mira haciendome el gesto de que me callara. Le hago una mueca y me voy a mi habitación, me miro al espejo, voy con un jersey de lana marrón y unos tejanos negros, suena el timbre de la puerta, bajo corriendo y le grito a mi madre:

-¡NO! Es para mi.

Abro la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, pero no es Alexandra

-¿Que....? No te esperabamos....

Diario de una adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora