Érase una vez una niña llamada Caperucita que se dedicaba a repartir drogas a todos sus compañeros de instituto. En una ocasión le hicieron un pedido de una casa al otro lado del bosque, pero ero muy peligroso ya que los lobos habían recibido un chivatazo de que una niña rubia vestida de rojo traficaba con drogas en este bosque.
Caperucita decidió llevar la droga en una cesta para que los lobos no sospecharan de ella.
Cuando llevaba un cuarto del camino un lobo la vio y este le preguntó:
-Señorita, señorita ¿dónde va usted con esa cestita?
Y ella respondió:
-Voy a casa de mi abuelita, que está enferma y le llevo la merienda.
-¿Puedo ver lo que llevas en la cesta?
-Llevo tostadas, mermelada, bizcocho y zumo, pero no se lo puedo enseñar.
El lobo, viendo que era una niña pequeña, dejó que caperucita siguiera su camino.
Cuando llegó a mitad del camino, apareció otro lobo.
-Señorita, señorita ¿dónde va usted con esa cestita?
-Voy a casa de mi abuelita, que está enferma y le llevo la merienda.
-¿Puedo ver lo que llevas en la cesta?
-Llevo tostadas, mermelada, bizcocho y zumo, pero no se lo puedo enseñar.
-¿Por qué?
Caperucita se quedó pensativa durante varios segundos.
-Porque las tostadas están recién hechas y se pondrían duras.
Este lobo, menos convencido, dejó ir a Caperucita.
Cuando ya casi se encontraba en el lugar indicado apareció otro lobo, que era el jefe de la misión.
-Señorita, señorita ¿dónde va usted con esa cestita?
-Voy a casa de mi abuelita, que está enferma y le llevo la merienda.
-Si no le importa, voy a ver lo que lleva en la cesta.
-Si me importa.
-Si no tiene nada que ocultar, no le importará.
El lobo quitó el trozo de tela que cubría la cesta y Caperucita empezó a llorar.
El resto de los lobos fueron avisados y arrestaron a Caperucita. En el juicio se decidió que la niña permaneciera en un reformatorio hasta ser mayor de edad y después cumpliría tres años de prisión.
El lobo fue galardonado por el alcalde del bosque con la medalla al valor.
Desde ese día, el bosque es más tranquilo y todos son más felices.