Historias de terror de una frase P.2

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1. "Mi hermano, un destacado profesor de arte, alquiló un pequeño apartamento con dos habitaciones que usaba como estudio, no solía usarlo para vivir pero fue ideal. Él tenía una habitación de sobra y yo tenía un lugar para quedarme antes de que terminara el curso. Al día siguiente, me llevé todas mis cosas allí y me instalé rápidamente antes de irme a trabajar.

Al regresar por la noche tenía ganas de ver con más calma el aprtamento. Recordé que mi hermano me dijo que si era barato era en parte por estar en un mal barrio, así que era mejor tener cuidado y cerrar bien la puerta. Siempre exageraba algo más de la cuenta, pero lo hice, cerré la puerta con llave y puse la cadena. Ahora sí, ya podía comer con calma y relajarme un poco viendo una película antes de irme a la cama.

Sobre las tres o cuatro de la mañana me despertó el sonido de la puerta, intentó no hacer ruido pero era un apartamento tan pequeño que podía escuchar hasta los pasos. Se quedó en su habitación hasta tarde, murmurando algo, seguramente algún trabajo que estaría haciendo. Quién sabe, los artistas son extraños. Al despertar me acerqué para saludar, pero ya se había ido. Tenía un horario extraño también.

En fin, un día más, me preparé, cogí mis cosas y fue cuando salí y cerré la puerta y cuando me di cuenta, me quedé paralizado. Después de eso, nunca regresé."

2. "De pequeño me hacía gracia escuchar a mí gato arañar la puerta queriendo entrar a mi habitación, cada noche sigue ocurriendo, pero es extraño que me siga resultando enternecedor y entrañable ahora que vivo solo."

3. "Era uno de los mejores sueños que había tenido cuando lo que parecían golpes de un martillo, fue despertándome. Según sonaban los golpes el ruido hizo de transición suave del sueño a una pesadilla, los golpes se sustituyeron por otro sonido más impreciso.

No podía ver nada, apenas tenía espacio para moverme, grité pero no me escucharon, pronto ya no había nada que escuchar.

Salvo los latidos de mi corazón que marcan los segundos que me quedan de vida dentro de este ataúd.

4. Amanda estaba en su cama escuchando música con los auriculares mientras hacía los deberes, como le había pedido su madre que hiciera antes de ir a comer. Estaba a punto de terminar, cuando su madre desde las escaleras le gritó que si ya había terminado podía bajar, que la cena ya estaba lista.

Aún le quedaba un poco, pero ya lo terminaría después. Salió todo lo rápido que pudo, bajó las escaleras pero, antes de entrar en la cocina, alguien la agarró por detrás tapándole la boca metiéndola en un pequeño armario. Estaba asustadísima, pero el miedo se convirtió en desconcierto cuando vio que la persona era su madre, demacrada, más envejecida y con una mirada más asustada que la suya propia.

La miró directamente y le dijo: "no grites, yo también la he escuchado."

5. "Hace un tiempo, tuve un accidente. Un coche me atropelló y se dió a la fuga, estuve un mes en el hospital y por suerte pude recuperarme. Cuando finalmente salí, vino a verme a casa un buen amigo mío. "Lo siento, no pude ir al hospital a verte", le dije que no pasaba nada, entendía que estuviera ocupado.

"¿Pudiste ver quién lo hizo?" No, por desgracia no, fue todo muy repentino y no me acuerdo. "Ya veo". Sí, hay que tener mucho cuidado. "Tú también". Claro, lo haré. Cuídate. "Bueno, se está haciendo tarde y tengo que ir a casa. La próxima vez, iré a verte al hospital."

6. "Fue como ocurren los accidentes en la carretera, justos y repentinos. Michael era nuestro amigo, nos conocimos todos de pequeños en el barrio y ahora, parece increíble que estemos en su entierro. Sus padres no querían tirar sus cosas a la basura, nos dijeron que si queríamos podíamos ir a recogerlas, nos conocían desde pequeños. Puede que de alguna manera sea más tranquilizador para ellos de este modo.

Su habitación estaba hecha un desastre, no destacaba por ser muy ordenado pero por lo que vimos, sí que parecía gustarle mucho la fotografía. Tenía álbumes llenos de un hobby que parecía tan fuerte como su pasión por las motos. Nos quedamos un buen rato mirándolas, hasta que una foto en particular provocó un silencio repentino. Era una foto del espejo del baño reflejando solo el cuarto de baño."

7. "La hija se acercó a la cama de los padres diciendo que no podía dormir. "Tranquila, ponte aquí, seguro que sólo ha sido una pesadilla." Al día siguiente, nos despertamos al lado del vestido que le pusimos para enterrarla."

8. "De pequeño, le molestaba el llanto di su hermano pequeño, impulsivamente lo mató y tiró el cuerpo al pozo. Al día siguiente y sin saber porqué, el cuerpo había desaparecido. En la adolescencia se peleó con su mejor amigo por algo que no recuerda, pero parecía suficiente como para matarlo y tirar el cuerpo al pozo. De nuevo al día siguiente, el cadáver ya no estaba.

Cinco años después mató a su primera novia, accidentalmente, claro. Aunque no puede negar que no le gustara haberlo hecho. Esperando que el pozo hiciera su magia, tiró el cuerpo dentro y al día siguiente no estaba. Mató también a su jefe porque no le gustaba recibir órdenes, lo tiró al pozo y nunca más se supo del cadáver. Ya cerca de los cuarenta años, encontró el valor que no tenía hasta ahora para matar a su propia madre, fue tan especial e íntimo como siempre se había imaginado. La tiró al pozo pero, al día siguiente, el cuerpo seguía estando ahí. Es una historia de amor cuando te das cuenta."

9. "Cada vez que estaba solo en casa hablaba solo, no es tan extraño, es más común de lo que parece. Pero dejé de hacerlo cuando alguien empezó a responderme."

10. "Una noche en mi casa recibí una llamada de Skype de lo más extraña, cuando contesté, vi algo que aún me inquieta. Al aceptarla, la webcam no enfocaba a nadie, sino que enfocaba directamente a la ventana de mi habitación."

11. "Soy el típico compañero de trabajo que todos odian, de esos que les da igual que las cosas de la nevera estén etiquetadas, lo robo igualmente. Sé que es de maleducado y de egoísta, pero las cosas de los demás están mucho mejor que mis comidas. Además, he de reconocer que me resultaba divertido ver cómo se enfadaban y maldecían gritando buscando al culpable y, cierto es que despidieron a mucha gente por mi culpa. Quizá por eso dejé de robar cosas por un tiempo. Por un tiempo, claro, es difícil no sentirse tentado por las deliciosas cosas que hay en la nevera. Esta vez cogí algo que parecía ser de Tracy Thompson. Inesperadamente, un compañero entró en la habitación y me pilló con el tupper de Tracy, aunque no pareció darle importancia. En cualquier caso, al terminar de comer volví a ponerme a trabajar, me lavé las manos, cogí mis cosas y fui directo a la sala de operaciones. Era mi nueva paciente Tracy Thompson, estaba lista para hacerse un transplante de corazón pero de nuevo, alguien lo había robado de la nevera."

12. "Estábamos los dos mirando la sala de los recién nacidos, aún no habíamos hablado pero decidí romper el hielo diciendo preguntándole cuál era su hijo. Se giró y me dijo, "todavía no lo he decidido."
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Me pareció que en las anteriores historias era muy sencillo adivinar qué pasaba, así que he decidido ponerlo más difícil en algunas de estas. Me gusta generar teorías y leerlas.

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