En un edificio específicamente en una casa productora, un joven monitorea el prototipo a seguir para la nueva campaña de una reconocida marca de maquillaje, con la que firmarán un contrato para filmar su más reciente comercial y promocionar su nuevo producto.
Park Jimin desarrollaba el cargo en asistente de presidencia en aquella casa productora, por lo cual normalmente se encontraba saturado de trabajo; rodeado de cámaras y extras para grabar mercantiles.
Auxiliando a su jefe quien es el presidente de la compañía observa el caer de la pluma de la claqueta pintada con ese característico rayado de blanco y negro, sintonizado a los estruendosos gritos del diseñador quien se quejaba por ser la séptima toma, y la falta de profesionalismo de la modelo quien se encuentra centrada en un fondo blanco, sosteniendo en sus manos el fino producto labial; haciendo ver esa simple acción tan complicada.
—¡Corte! Es todo por hoy, terminaremos la toma mañana. Son ya casi las ocho de la noche y es imposible que aún no tengamos esto listo. —Réplica con molestia el jefe de Jimin.
El mencionado asiente con un inminente dolor de cabeza avecinándose, los chillidos del extravagante hombre que la empresa tenia como diseñador y productor, eran tan agudos que la mayoría de los empleados comenzaban a quejarse.
Jimin también era gay, pero compartir la misma preferencia sexual no significaba ser igual que él. Aquel tipo era un arrogante con aires de grandeza que se sentía mejor que los demás debido al puesto tan importante que desarrollaba; lo que no sabía es que toda la oficina hablaba mal de él a sus espaldas.
Camina a pasos apresurados en dirección a la salida dispuesto abandonar el lugar, cuando sale nota el aire filtrarse por sus ropas y agradece la chaqueta que trae sobre sus hombros con la cual puede cubrirse un poco más.
Una vez dentro de su automóvil toma entre sus manos su teléfono celular verificando la hora, y un mensaje en la barra de notificaciones llama su atención, sacándole una sonrisa de inmediato.
“Amor, he preparado lo cena. Salí rápidamente a comprar unas cosas que hacían falta, estaré de vuelta cuando llegues a casa.
-Jungkook ”Leyó todo el mensaje imaginándose su voz que tanto le gustaba y esa era la parte más difícil de su extenuante trabajo, que no le dejaba el suficiente tiempo libre para estar con él.
Prácticamente ya tenían una rutina a la que se habían acostumbrado, Jungkook al ser dos años menor que él aún estaba terminando su carrera para convertirse en un gran fotógrafo, el mejor. No todos contaban con la misma suerte de tener una familia que te apoye y aliente a ir por tus sueños, los padres de Jimin fallecieron cuando este apenas tenía dieciséis años, por lo cual tuvo que arreglárselas para conseguir durante los siguientes dos años empleos esporádicos donde lo contrataran siendo menor de edad eso sí, con un sueldo más bajo.
Tuvo tantos trabajos, desde fregador de platos, mesero, chófer entre otras… Las cuales podrían seguir haciendo su intento de curriculum mucho más amplio de no ser gracias a su mejor amigo de la infancia, Kim Taehyung, quien logró meterlo en la empresa de sus padres desde hace tres años.
Eso sí, no fue nada fácil para Jimin ya que tuvo que ir escalando poco a poco de puesto para lograr estar donde se encuentra ahora y está muy orgulloso de ello. Tuvo que estudiar mucho para aprender lo que solicitaban ahí, pero al final valió la pena, no puede quejarse ya que eso le ha llevado a conocer a tantas personas en las grabaciones y llamados, siendo la más importante su galletita.
Quién diría que lograría encontrar lo que tanto buscaba en ese asustadizo muchacho con ojos de bambi, ahí parado entre las personas que habían reclutado para ser los extra en una escena de restaurante, quien había sido obligado a estar ahí por sus caprichos de querer comprar un nuevo lente que sus padres no quisieron pagar.

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▶𝑻𝒆𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂 •|ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ|• 𝐎.𝐒
General FictionFue entonces que el mayor no pudo resistirse más, acercó su pie descalzo justo en medio de los pantalones de su pareja por debajo de la mesa. Un escalofrío recorrió la espalda del menor al sentir el directo toque. -¿𝑸𝒖𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒕𝒆𝒏𝒅𝒆𝒔? -Cu...