TRIPLETS FOR YOUR LOVE

CAPÍTULO 8 "TU, YO Y..."

Fernando me volvió a abrazar y acarició mi espalda.

-Son cosas inesperadas. -Susurro.

-Lo sé. Pero... No me prepare para esto. -Dije sollozando.

-Tú madrina se está haciendo cargo de todo. -Dijo Fernando cambiando de tema.

-Le estaré muy agradecida. Ninguna de nosotras hubiera podido.

-Tú vas a poder sobrellevar esto y más.

Mire a Fernando fijamente. Sonrió y se acercó lentamente y comenzamos a besarnos.
Nos besamos por varios segundos y poco a poco nos recostamos en mi cama.

-Carmina. No se si sea un momento para...

-Quiero olvidarme de este trago amargo. Por favor no me dejes. -Susurre.

-Jamás te dejaré. -Respondió de la misma manera.

Volví a besarlo y está vez no nos separamos.

En menos de nada comenzamos a desnudarnos.
Fernando se recostó y me senté encima de él, mirándolo a los ojos.

-Te amo Carmina.

-Yo también. -Sonreí. -Y por eso quiero ser tu mujer.

Me recosté encima de él y en unos segundos ya estábamos haciendo el amor.

Sentía una paz inmensa al lado de Fernando.
Cada gemido que él provocaba en mí era una sensación que no había sentido jamás. Sentía un placer inmenso y no deseaba separarme de Fernando, si no hasta que mi cuerpo ya no resista más.

Pasaba sus manos por mi espalda con caricias delicadas que estremecían mi piel. Además de sus jadeos que disfrutaba oír.

Narra Verónica
Después de la escena que tuve con Horacio. Me sentía asustada pues temía que él abriera la boca.
Me quedé sentada en el pasillo por varios minutos y me resigne a levantarme pues me incomode de tanto estar sentada ahí.
Iba a entrar a mi cuarto pero unas respiraciones extrañas que provenían del cuarto de Carmina llamaron mi atención. Me acerque a la puerta y escuché ruidos extraños. Abrí la puerta y la vi desnuda con Fernando.
Me enfurecí y sentí como la sangre se me calentaba pero me contuve de querer jalarla del cabello.
Entre al cuarto y cerré la puerta de golpe, provocando que ambos se separaran de inmediato.

-¡Es el colmo!. Mis papás acaban de morir y tu que haces. Vienes a revolcarte con Fernando como si nada. -Reclamé molesta.

-Verónica yo...

-Tú. Eres un asco. -Dije con repulsión.

Salí del cuarto y fui al mío. Me acosté en la cama y comencé a golpear una almohada para desahogar mi furia.

Narra Carmina
Verónica salió y me sentía mal por todo lo que me dijo. Que en parte era la verdad.

-Fue un error. Perdoname Fernando. -Dije con voz quebrada.

-Mi amor. -Se acercó y me abrazo. -No fue culpa tuya. Fue mía por no tener conciencia de lo que está pasando.

-No se como poder llevar esta situación. -Dije con lágrimas en los ojos.

-Dije que te apoyaría y eso haré. Hasta el último de mis días.

Me acerque y lo abrace fuerte.

Tres meses despues
Salí del baño y me encontré con Fernando super nervioso sentado en la esquina de mi cama. Al verme salir del baño se puso de pie y se acercó a mí.

-¿Y? ¿Qué pasa?. -Preguntó nervioso.

-Positivo. -Dije mostrándole la prueba de embarazo. -Estoy embarazada. -Dije en voz baja.

Fernando tomo la prueba, la vio y sonrió.

-Voy a ser papá. -Susurro feliz.

Me pegue en la pared y asentí no muy feliz.

-Voy a ser papá. -Volvió a susurrar de la misma forma. -Mi amor ¿Te das cuenta?.

Asentí de la misma manera. Fernando me tomó de la cintura y me acercó a él.

-¿En serio no te molesta?. -Pregunté sorprendida.

-Cómo crees. -Dijo feliz. -Me siento tan feliz. Tú, yo y un bebé.

Me levanto en sus brazos y me llevó a la cama, me recostó y se acercó a mí.

-Te prometo. Que voy a hacerlos felices. Y ahora más que nunca debo echarle ganas.

-Lo sé. Me hace feliz que tú te encargues del viniendo de mis papás. Porque ni Maribel ni yo podemos y Verónica ni interés tiene. Te confiamos este gran cargo. -Sonreí.

Fernando me dio un beso en los labios y me miró. Sacó de su pantalón una caja pequeña y la abrió dejando al descubierto un hermoso anillo.

-Te lo iba a pedir en otra ocasión. Pero ya no aguanto más. Carmina ¿Te quieres casar conmigo?.

Me puse demasiado feliz y asentí. Fernando me puso el anillo y me beso.
Me tomó de la cintura y me puso encima de él y seguimos besándonos.