3. ¿Todo esto por una mugrosa?

991 114 11
                                    

Los ojos del corazón.



Capítulo 3.



-Jazmín Tanner-



¿Has sentido que el tiempo no corre? ¿Que por más que quieras llegar rápido todo te sale mal? Si te ha pasado sabrás la angustia que siento al saber que ya es de noche y no estoy en mi casa como deben estar pensando mis papás. Mi prima no ha dejado de llamarme porque ya no sabe qué hacer por mí, pero yo que iba a saber que nos quedaríamos en un trancón. «Moriré».



-Aquaman, pareces preocupada -la voz de Miguel me hace reaccionar, me doy cuenta de que ya el auto está en marcha-. Llegaremos a tiempo.



-¿Aquaman? -Enarco mis cejas porque claramente eso no van conmigo-. Ese sobrenombre no me queda.



-Justo por eso lo eres, eso de andar ahogándote no está bien -bromea Estela y por su voz debe andar sonriendo.



-Déjenla, chicos -me defiende Jacob, o eso pienso hasta que habla-; Ella no es Aquaman, pero sí Ahogaman.



Todos empiezan a reír y por más que aguanto la risa no puedo, se pasan con sus chistes bien pesados. En las horas que llevo con ellos me he dado cuenta de que suelen hacer bromas pesadas, creo que el que se moleste sale perdiendo. Media hora más tarde me encuentro bajándome del auto, hemos llegado, Jacob me ayuda a entrar a la casa y ya mi prima junto con Endry me están esperando.



Gracias a Dios mis papás no han llegado.



-Gracias por sacarme de este encierro, me divertí mucho con ustedes.



-No es nada, será nuestro primer secreto -reacciono cuando siento su abrazo-. Nos vemos mañana.



-¡Chao, Ahogaman! -Me gritan los chicos desde el auto cuando ya se ponen en marcha porque escucho con claridad el motor del auto.



No alcanzan a irse muy bien cuando las chicas me hacen caminar hasta mi habitación para que me quite la ropa húmeda y me coloque una pijama.



-¡Jaz, cariño! -La voz de mamá me hace saber que si no me apuro estaré metida en un lío. Antes que llegue me meto a la cama con las chicas y nos hacemos las dormidas. Esto debe funcionar-. Vaya, las latosas se quedaron dormidas, bueno, ya las veré mañana.



Suelto todo el aire acumulado al escuchar el chillido de la puerta, las chicas me empiezan atacar con preguntas que creo que será una larga noche. Me siento feliz de haber salido de la casa, recordé muchas cosas, y sé que hice mal ocultándole esto a mis papás, pero si ellos no me dejan salir al mundo yo sí lo voy a hacer. Ellos están mal pensando que mi enfermedad y mi discapacidad me hace menos que los demás y ya verán ellos que cumpliré todo lo que un día les dije que haría.



(.....)



Han pasado varios días desde que Jacob entró como mi profesor particular, ha sido llevadero, ya nos entendemos mejor. El haber aprendido a leer y a escribir gracias al Braille me ha servido muchísimo, gracias a ese método he podido aprender mucho porque solo con pasar las yemas de mis dedos por los puntos de cada letra se me hace muy fácil.



Estoy haciendo una escultura con plastilina, siento un olor a frutos silvestres dentro de mi habitación



-Jacob -susurro, sin levantar la cabeza. Sigo concentrada en hacer mi muñeca de ballet-. Llegas tarde, eso es extraño.



-Todavía no entiendo cómo sabes que uno está cerca, empezaré a creer que sí puedes ver. Siento no llegar a la hora acordada tenía algunos problemas que resolver -cuando perdí la vista el resto de mis sentidos se activaron con más intensidad, es por eso que el silencio y el ambiente me permiten escuchar la respiración acelerada de Jacob, está enojado. Su pulso no es el mismo y eso debe ser que no está nada contento-. Está increíble esa muñeca de ballet, ¿dónde aprendiste hacerla?

Los ojos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora