Prólogo

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"Tienes que tranquilizarte, ella no es el fin del mundo, hay muchísimos más peces en el agua, sólo quiero que, pienses que si dolió y vaya que si, pero, no por eso, significa que dejarás de ser tú, lo único que quiero para ti hijo es que, seas feliz, que realmente tengas lo que siempre has querido, pero, que no has podido mantener. Aquí no hay truco, sólo, confía y verás que hallarás la respuesta, pero, también recuerda que, siempre estaré aquí contigo y que nunca te dejaré sólo. Te amo hijo"

Las palabras de mi madre se repiten en mi cabeza durante todo el maldito día, no ha sido para nada fácil tener que superar mi pérdida solo, carajo, mi mayor problema es que, nadie lo entendió, todos siempre me decían que no era el fin del mundo, pero, lo que ellos no saben es que ella era mi mundo, me cuesta demasiado tener que aceptar que ya no estará conmigo más, ahora, ella debe estar feliz con alguien más y eso es lo único que pido, su felicidad.

No quise hacerle jamás daño y sé que las mismas palabras de mi madre se repetirán a lo largo de mi vida, pero, ella, no es un pez, ella es una estrella, esa pequeña luz que quiero en mi vida, que puede hacerme cambiar de un momento a otro y que puede devolverme la felicidad que perdí alguna vez.

Ya han pasado 2 años desde que ya no hablamos, hemos terminado la Universidad y recuerdo que el día de la entrega de diplomas, no la vi por ningún lado, traté de hablar con Jennifer y Alan para ver si ellos podrían decirme sobre ella, pero, lo que conseguí fue, el desprecio de Jennifer y casi una paliza de Alan, en ese momento pensé que ella les dijo que me había alejado lo suficiente para ya no querer verla nunca más, como era de esperarse.

Justo después de tratar de hablar con ellos dos, me encontré con Estephanía, estaba sentada en una de las bancas esperando a su madre, me le acerqué para intentar empezar una conversación, todo iba bien, recuerdo que, no llegó su madre, ambos estábamos lo suficientemente jodidos para no querer salir en la estúpida foto de graduación, así que, me dio una idea para poder escapar de ese horrible escenario, el plan era sencillo, irnos a comer algo y posteriormente irnos a un bar o cantina para poder despejarnos, no tenía malas intenciones, ni yo tampoco, era mi amiga y de algún modo, la tensión sexual de ambos había desaparecido y era simple amistad.

Fue uno de los días más extraños del mundo, sin química sexual, todo se me hizo muy normal, incluso, había momentos en mi borrachera donde imaginaba a una chica rubia en el bar como si fuera Alicia, de un momento a otro, me imaginé acariciándola de arriba hacía abajo, oliendo su perfume y besándole suavemente el cuello mientras se retuerce como gusanito para posteriormente plantarle un beso y decirle al oído lo mucho que la he extrañado y que regrese conmigo para que nunca se vuelva a ir, pero, claro, era simple imaginación, porque, a  aquella chica rubia se le acercó un chico tomándola de la cintura forzándome a no seguir imaginando cosas.

Carajo, la extrañaba, cada centímetro de mi la extrañaba con locura, la necesitaba a mi lado, pero, ahora que no sé su paradero, sólo quedan recuerdos de aquel amor que se volvió algo real, algo a lo que siempre temía, llegó para apoderarse y a demostrarme que no es tan malo como se cree que es, pero, ya la perdí y espero que algún día, me la vuelva a encontar.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2021 ⏰

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