Baby, take my hand 2

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N/A: El capitulo del viernes me dejo noqueada, amo todo en estos momentos. Por cierto, I love you 3000 me inspiro a hacer esta historia, ojala puedan oirla, es hermosa y la amo desde que Bright y Win la cantaron en su FM.

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—¿Estas bien?

Bright levanto la vista y observo por un momento a su secretario personal, ahí de pie, Khaotung le parecía tan inofensivo y tan pequeño, un Calluviano totalmente normal, un amigo que había conocido por un par de años y que definitivamente era muy leal a él y a la corona del tercer reino, un contador muy eficaz; y sin embargo, siendo víctima de algunos efectos de la fusión que había tenido con Win, lo único que deseo, en esos instantes, fue que Khaotung no se acercara mucho a él, su cuerpo temblaba y su mente estaba hecha un desastre, no podía mantener los muros sobre cada uno de sus pensamientos y sus sentimientos estaban desbordándose como un pequeño vaso de agua a punto de colapsar. Bright estaba seguro de que Win no había querido hacerle eso, ni tampoco perturbar su mente de esa forma, pero ahí estaba, el primer paso a una adicción fue efectuado y no podía hacer nada más que desear a Win y tener un pequeño grado de repulsión a cualquier otro retroceso.

Y aunque Khaotung ya era un hombre casado y con un par de niños, Win podía sentir que el secretario de Bright era un retroceso a través de su vínculo con Bright, y tan desesperado y enojado como Win estaba, Bright era tan perceptivo a esa negatividad tremenda. El vínculo en su mente ardía y lastimaba algunas funciones de su cerebro. Win estaba presionándolo mucho para que se alejara de Khaotung.

—¿Majestad?

No le hables, susurro Win a través del vínculo telepático que compartían.

Pero no podía hacerlo, Bright era un rey, una figura que debía desprender confianza y empatía hacia todas las personas que apoyaban su título. No podía dejarse vencer por Win, no de esa manera. Khaotung era su amigo y Bright quería que Win entendiese eso. —Solo un poco cansado. —hablo con dificultad y apoyo su cabeza sobre la ventana del auto.

Sentía que sus pulmones estaban a punto de reventar y que su mente se aprisionaba a un más.

—Entiendo. —respondió Khaotung con algo de inseguridad y con un breve puchero. Bright se sentía un mentiroso ante el hombre, pero no podía aguantar el dolor sobre su núcleo telepático. —Pero digame su majestad, ¿Por qué decidió salir por la puerta posterior del castillo del Príncipe Off? —pregunto y Bright sintió un millón de agujas sobre la piel de uno de sus brazos. Estaba claro, Win no quería que continuase hablando con Khaotung. —Sigo sin entender su actuar, no quiero sonar grosero su majestad, pero hubiese sido mejor que saliese por la puerta principal y que se despidiese del Principe Off y del príncipe Gun. —continuo Khaotung y la respiración de Bright se agito, el espacio del auto se le hacía cada vez más pequeño y el aire fue tan caliente como agua hirviendo. —Usted entiende, ¿Verdad? Es preciso que mantenga su amistad, son los únicos que podrán apoyarlo si el príncipe Win realmente decide mandarnos un lazo rojo y...

—Khaotung. —interrumpió Bright, y por décima vez en aquella terrible noche, volvió a ceder ante Win. —¿Puedes hacerme un favor? —giro lentamente y Khaotung aguanto la respiración, su cara era el vivido reflejo de pánico.

—Su majestad—el aire se cortó por un breve momento, todo parecía romperse alrededor—Está sangrando. —Khaotung señala con desesperación.

Una a una las gotas de sangre proveniente de la nariz de Bright, se encargaron de dibujar puntos rojos sobre el asiento, el frio de la madrugada helo cada uno de los sentidos de Bright y una pequeña lagrima descendió por una de sus mejillas. —Lo siento, pero, ¿Puedes bajar del auto? —ignoro completamente el rostro preocupado de su secretario, ignoro completamente el dolor e ignoro completamente el hecho de que se sentía tan solo en esos momentos. —Por favor. — más que un ruego, fue una disculpa silenciosa. Khaotung era un buen amigo, Bright tenía ganas de contarle un par de cosas y bromear con el cómo usualmente hacía, pero por ahora, no parecía ser lo más acertado, ni lo correcto, en realidad, nada de lo que él quisiese parecía ser bueno.

Doctrina romántica del postpositivismo utópico [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora