Tales of the Sun & Moon | MEANIE × JEONGCHEOL

Capítulo 8

ADVERTENCIA:

EL CAPITULO INCLUYE VIOLENCIA FISICA Y VERBAL.

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-¿Qué puto desastre haz hecho ahora Lay? – un peliplata de traje a juego se aproximaba a la escena -en serio me sorprendes idiota...

Jun tomó la varilla oxidada que Lay sostenía.

-Solo me ausento un poco y ya haces un mierdero ¿Y sabes que es lo peor? que yo siempre tengo que limpiarlo.

-Jun yo...

El peliplata no lo dejó terminar, ya que estrelló el objeto contra las piernas de Lay. Haciéndolo caer de rodillas.

-Jun yo...cierra la maldita boca o The8 te vuela la cabeza.

Mingyu en serio no sabia que mierda estaba pasando.

-Me fui un mes ¡un puto mes! ¿y qué hiciste? ¡TE GASTASTE TODO MI PUTO DINERO! – volvió a soltar otro golpe, esta vez contra el estomago del pelinegro.

Lay se dobló a la mitad, pegando su frente contra el piso.

-¡Perdiste diez putos millones de dólares! ¡Mi padre esta jodidamente furioso! – otro golpe, ahora contra su espalda.

-Él quiere la puta cabeza del culpable...-suspiró agachándose a su altura y acercando sus labios al oído de Lay -pero tienes suerte de ser parte de la familia.

Mingyu estaba perplejo en el suelo, estaba seguro que al mas mínimo movimiento que hiciera terminaría igual o peor..

Jun lo miró sin interés y desvió la mirada a los tres cuerpos junto al contenedor, Jackson seguía inconsciente y el rubio trataba de mantener consiente a Seungcheol.

Se acercó y el rubio giró asustado, pero ambos chicos cambiaron su expresión en cuento sus miradas se cruzaron.

- ¿Jeonghan?-

El nombrado reaccionó y se levantó de prisa, lanzándose a abrazarlo.

-¡Jun!¿Do- dónde está Wonwoo?- el chico temblaba en sus brazos, a lo que Jun sólo atinaba a acariciaba su cabello en un intento por tranquilizarlo.

The8, que aun sostenía su arma contra la nuca de Lay, los miró de reojo y Mingyu notó como su mandíbula se tensaba.

-Tranquilo, está en el auto...deja que Myungho te lleve con él -

El mencionado rodó los ojos, guardando su revolver. Se acercó de mala gana al rubio y lo tomó del brazo jalándolo con fuerza al lujoso auto que estaba estacionado frente al callejón.

Jun llevó ambas manos a sus cienes en un gesto de frustración y con una fuerza extraordinaria pateó directo a la cara de Lay.

Mingyu se estremeció al ver y escuchar el golpe en seco, incluso pudo jurar que su cráneo tronó. De sólo mirar le dolió como si aquel golpe se lo hubiesen dado a él.

-¡De verdad que eres el imbécil mas grande del puto mundo!- gritó pateándolo nuevamente -dame una razón – otra patada -...solo una jodida razón para que no te mate Lay.

El pelinegro escupía sangre en el piso y no lograba formular respuesta.

-De todas las putas personas... ¿tenías que meterte con él?

Ninguna palabra salía de su boca, solo sangre.

-¡Mierda!- rugió Jun, pateando esta vez al contenedor.