Void [KurooKen]

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"Estos días no me he sentido igual ¿sabes? Todo se siente extraño desde que te fuiste.

Recuerdo que siempre llegaba a los entrenamientos y te veía sentado, tratando de no tener contacto con los demas, no porque fueras un asocial si no porque vivías en tu propio mundo.

Era sorprenderte ver como podías lidiar con todas y cada una de las situaciones que surgían en los partidos.

Eras increíble.

No recuerdo con certeza como nos conocimos, pero siempre fuiste así, una estrella que buscaba no sobresalir. Me encantaba que todo el tiempo me siguieras a pesar de que no te gustaba, como cuando recién comenzamos a jugar voleibol, éramos torpes; yo trataba de imitar las cosas que veía en la tele y tú solo podías hacer muecas porque no entendías lo que hacía. Que pequeños éramos cuando pasaba eso.

Cuando entraste a la preparatoria decidiste teñir tu pelo para no resaltar, claramente provocó el efecto contrario, todas las miradas iban hacia ti, pero nunca lo notaste.

Vivías pegado a la consola, en tu propio mundo, pero... si la pasabas tan mal ¿por qué no hablaste conmigo?.

Podría estar hablando de todos y cada uno de los recuerdos que tengo contigo, desde los mas dulces hasta los más tristes, como ese día que recibimos una llamada, habías perdido la vida en un accidente:

me siento culpable

Debí haberte acompañado para evitarlo, nunca despegabas la mirada de la consola porque siempre iba contigo y te protegía.

Con el paso del tiempo me di cuenta de que no era una simple amistad lo nuestro, era algo distinto.

Me sentía nervioso cuando estaba contigo, era un nerviosismo tierno.

Me ponía feliz ver tu cara de emoción cuando ganabas algún juego, nunca la olvidaré.

Me ponía contento el ver como disfrutaste aquel partido con toda tu alma, nunca nadie te quitará el puesto de mente maestra del equipo.

Me ponía ansioso cuando nuestras manos rozaban, ojalá la hubiera sostenido.

Me ponía triste el ver como una chica se te declara, no era tu prioridad tener una pareja, pero sabía que algo dentro de mi crecía de poco en poco y era inevitable no sentirme así si te veía con alguien más.

Me ponía feliz escuchar tu voz, aunque no hablaras mucho.

Me preocupaba por ti y cuidaba de ti, porque me importabas aunque solamente lo vieras como un fastidio.

Tu simple presencia era sinónimo de felicidad.

Ojalá hubiera tenido el valor suficiente como para poder decirte todo lo que sentía por ti, pero me daba miedo lo que pensaría la gente, que rumbo tomaría el equipo

lo que pasaría entre tú y yo

Espero que estés donde estés, estés bien, todos los días que estoy en el gimnasio y escucho que la puerta se abre siento como mi corazón se hace pequeño y mi respiración se corta. Solo pego la mirada a la puerta, con la esperanza de que seas tu quien cruza por aquel portal, pero siempre me dejas esperando Kenma.

Te amo, ojalá te lo hubiera dicho una y un millón de veces.

Ojalá te hubiera abrazo más.

Ojalá hubiera reido más contigo.

Ojalá hubiera disfrutado más los viajes en tren que hacíamos de la escuela a la casa.

Ojalá hubiera disfrutado más de tu presencia y de tu amor.

Ojalá te hubiera podido proteger.

Si yo hubiera estado ahí, nada de eso te abría pasado, perdóname"

Kuroo cerro sus ojos, mordía su labio inferior y las lágrimas recorrían su rostro, estaba destrozado. Tapo su boca con ambas manos para intentar callar aquel llanto desgarrador.

Habían pasado dos años desde el accidente de Kenma, fue atropellado con un autobús. No se percató de que la luz estaba en verde cuando venía aquel autobús.

Kuroo se culpaba por no ir con el, ya que ese día el debía regresar a casa rápido, pues tenía algunos pendientes.

El azabache se tiró de rodillas y continuaba llorando, se sentía culpable. Soltó un suspiro ya que que creía que con eso se podía tranquilizar, tomó unas flores y las colocó en la tumba de Kenma.

- Te amo, más que a nada, descansa bien y te veo pronto.

Dichas esas palabras cerró los ojos y se alejó de a poco.

Ojalá lo hubiera evitado.