Indecisa

Cap 11: Llegaste a mi vida

Tenía mucha curiosidad en saber quién era esa chica, era bajita, de pelo corto hasta el cuello y ondulado, era delgada y de figura muy bonita, tenía los ojos verdes y un maquillaje no tan pesado, se notaba que era mayor que yo, tal vez un año, o dos. Mi madre estaba muy nerviosa y yo muy intrigada, a lo que le digo para romper el hielo.
- Madre, ¿que está pasando?, ¿quién es ella?, ¿porque tanto misterio?, ¿ocurrió algo? - le pregunté muy nerviosa, la chica se paro y se acercó hacia mi.
- Hola Jade, me dijo aquella chica con una voz muy fina y tierna.
- Hola.
- Chicas las voy a dejar, solas tienen mucho de que hablar - dijo mi madre.
- ¿Que pasa? ¿Quién eres? - le pregunté a la chica.
- Mi nombre es Sarah y tenemos que hablar de algo muy importante, que tal vez de un giro en tu vida.
Estaba demasiado intrigada y no entendía lo que pasaba, así que tomamos asiento y decidimos platicar.
- Está bien Sarah, te escucho.
- Sé qué será difícil entenderlo, pero, tengo que decirte que tu y yo somos hermanas.
- ¿Hermanas?, ¿Como? No entiendo. - pregunto muy nerviosa.
- Mi padre se mantuvo conmigo hasta que cumplí los 4 años, sin entender el por qué, me abandonó y no lo volví a ver. Mi madre falleció días atrás y antes de ella morir me dijo que tenía una hermana, no entendía nada, me hice muchas preguntas, ¿Por qué si me abandonó, mi madre mantenía contacto con el? O tal vez ¿Por qué si ella sabía de tu existencia, no me dijo nada ? Estaba muy confundida, pero dejé el pasado atrás y decidí salir en tu búsqueda ya que eres el único familiar que me queda.
- Osea, ¿eres hija de mi padre? - pregunté confusa y nerviosa, no sabía que sentir en ese momento, si alegría, furia, dolor, no lo sabía en realidad.
- Se que es difícil de entender, pero solo vine para decirte esto porque creo que necesitabas saberlo y entiendo si no quieres verme más.
Antes que Sarah terminase de hablar, me acerqué a ella que estaba inundada en lágrimas, la abracé fuertemente y le dije:
- Sarah, no llores más, sé que te sientes confundida y dolida también, pero olvida el pasado y vivamos el presente, juntas, recuperemos todo el tiempo perdido ya que somos  hermanas, eres lo que siempre he deseado y estás aqui, llegaste a mi vida y no estoy dispuesta a perderte. No tenemos la culpa de los errores de nuestros padres en el pasado .
En aquel hermoso momento, mi madre llega y dice:
- Eres bienvenida en esta casa, aquí te sentirás muy cómoda y con mucho amor.
- Gracias de verdad se los agradezco. - Dijo secando las lágrimas de su cara.
La acompañe a la que sería su habitación entonces y estuvimos ahí por horas, hablando y contándonos nuestras vidas.
- Estoy muy feliz de tenerte aqui hermana, siempre soñé con esto, tener a alguien que pudiese contarle mís cosas, que me diese consejos y que me apoyara en todo momento.
- Yo también hermanita, siempre quise tener este momento, pero cuéntame de ti, ¿tienes novio?
- Bueno, siento cosas todavía por mi ex, pero a la vez me gusta un chico que conocí en una playa en las vacaciones en casa de mi abuela, no hablamos pero luego resulta ser que el chico asiste a  mi escuela, no sé qué hacer estoy muy confusa.
- Sí, es muy confuso, pero no pienses en eso, solo has lo que tu corazón te diga, lo que sientas, házlo, y que no te importe la opinión de nadie, y si le rompes es corazón a alguno, pues, que se le va a ser, si ellos estuviesen en tu lugar lo harían igual, los chicos a veces suelen ser demasiado tontos e idiotas.
- Tienes razón, voy a escuchar a mi corazón. Mañana quiero presentarte a mis mejores amigos, les pienso hablar de ti ahora, seguro se ponen ansiosos por conocerte.
- Me parece bien - me respondió con una linda sonrisa.
- Sarah, hoy a sido un día muy emocionante, debo descansar para mañana, tengo examen de Literatura y no quiero suspenderlo, dulces sueños y que descanses.
- Igual para ti hermanita, me encantó conocerte.
Salí de la habitación y entre en la mía, la cual está justo al frente, saqué las almohadas de mi cama y las acomodé, me acosté y tapé todo mi cuerpo hasta el cuello. Lentamente comencé a quedar dormida, pero, este reencuentro familiar fue muy bonito, lo que siempre he querido, una hermana, no lo podía creer, fue el regalo más bonito que me dejó mi padre antes de morir, gracias papá, gracias mi hermana.