Era un día de primavera, los arboles relucían con sus hojas, y los pétalos de las rosas estaban preciosos con el rocío de las 7 de la mañana.
Me levanté a las 8:00 para preparar el desayuno a mi madre y poder trabajar en la tienda, una panadería.
Mi madre se solía encargar de la tienda mientras yo elaboraba los panecillos, pero tras caer enferma de cáncer, yo me ocupo de las dos cosas a la espera de alguien que me pueda ayudar.