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-¡Tenemos un fugitivo! ¡10-0 sin armamento!-Exclama el oficial corriendo detrás del chico de cabellos castaños, cuatro policías corriendo tras él pasando cerca al largo muelle de Bahía Blanca, sudando y con sus respiraciones agitadas dudando en si pedir refuerzos.

Rodrigo con toda la adrenalina en su cuerpo corrió velozmente metiéndose entre un grupo de personas que entraban a aquel "crucero" si es que así se le podía llamar, justo a tiempo pensaba, en una maniobra pudo mezclarse entre todas las personas hasta lograr entrar a aquel vehículo, también gracias a un viejo amigo el cual le debía un pequeño favor logrando que entre con más facilidad.

Habían unos cuantos más por el muelle y por ende los oficiales no sabrían en cual se metió, lo único factible era el grupo de gente lo cual por suerte le funcionó para no ser visto, sonrió amplio limpiando el sudor de su frente metiéndose más en aquel lugar, era amplio, bastante detallado, enorme también, le encantaba aunque le molestaba la presencia de tantas personas.

Por otro lado un pelinegro con una expresión seria observó la escena sin inmutarse, la policía enojada al no poder atrapar al tal criminal, sonrió un poco ante ello, sin duda la justicia era exageradamente torpe, algo que le gustaba utilizar a su favor, suspiró sonriendo sin mostrar los dientes hacia un encargado entregando el boleto para entrar mientras le ponían un brazalete de papel, las personas en general cuchicheaban y murmuraban por el chico misterioso ya que incluso ni le pudieron ver el rostro por la mascarilla que tenía puesta, aquello le causaba curiosidad, era interesante.

Tiempo después se dirige a la pequeña habitación en el segundo piso de aquel crucero, todo era demasiado elegante para su gusto, incluso parecía costoso aunque ciertamente no lo era en lo absoluto, Iván suspiró algo cansado, había sido un día aburrido exceptuando el suceso de hace una hora, después de ello únicamente decidió recostarse en la cama, sería un viaje largo y tenía varios días por delante, podría relajarse al menos un rato.

Decir que Rodrigo estaba tranquilo era una gran mentira, eso hacía parecer sin embargo se mantenía alerta, le encantaba la sensación de huir como criminal pero aún así no quiere ni será atrapado, todo juega a su favor la mayor parte de las veces, por ello ahora se encontraba en el bar tomando el tercer trago.

Rodrigo ni siquiera sabía en donde iba a quedarse, total que puede dormir en cualquier lugar, apenas sabe a donde va el barco pero cualquier estrategia sirve ¿un vendedor de drogas es un problema tan grande? lo más probable es que la policía haga una pequeña investigación en la ciudad y después de ello descarte a cualquier persona, lo más seguro es que ni siquiera sea una noticia de gran relevancia y se va a olvidar en un par de días, era perfecto, sonrió dando un último trago a la pequeña copa y bajándose de la silla.

-Gracias.-Murmuró dejando el dinero sobre la mesa, el barman únicamente asintió y Rodrigo sonriente se despide ¿explorar el barco estaría interesante no es así?

Iván ya estaba cansado y hambriento, especialmente hambriento, pasaron unas cuantas horas desde que se instaló en la habitación, tenía que ir pensando en como redactar la noticia que le pidieron además de disfrutar el "descanso" que le dieron sus jefes, el estrés lo invadía, apenas hace pocos meses aquel niño murió entre sus brazos ¿por qué seguía recordándolo? aquello le molestaba, a pesar de que la sensación fue exquisita no le gusta pensar en sus víctimas más tiempo del necesario, era ridículo, nuevamente su estómago gruñó, rodó sus ojos cambiándose de ropa saliendo de la habitación que por suerte estaba sin compañero.

Después de perderse en varias ocasiones logró llegar a la cafetería, ya era de noche, se encontraba en el último piso de aquel crucero y la noche se mostraba junto a la luna resplandeciente, era agradable, entró a aquella gran habitación y se dispuso a comer, además de darle varias miradas a todos los infantes que habían en el lugar.

𝐁𝐚𝐧𝐠 ♡ 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐯𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora