Se despertó con el sol azotando sus ojos. ¿Por qué no cierra las persianas? Se preguntó y se enderezó abriendolos con pesadez. El cuerpo a su lado hizo que se sobresaltara.
¿Qué carajos?...
Miró alrededor con los sentimientos creciendo dentro de él, y aún más, al darse cuenta que estaba completamente desnudo. A su lado, James Sirius Potter dormía plácidamente. La manta cubría la mitad de su espalda, dejando ver sus homóplatos y hombros con algunos rasguños rojizos.
Suspiró al entender la situación. Se destapó despacio, y aunque no recordaba nada, los restos entre las sábanas le delataron que habían sucedido cosas sucias. Buscó su ropa con la mirada, y pasando sobre James con cuidado para no despertarlo comenzó a vestirse.
El reloj de la pared marcaba las 8:25. Bien, era temprano, iría a la habitación de Albus donde se suponía que debía estar y se ducharía. Si le preguntaban, diría que no podía dormir.
Un estremecimiento recorrió su cuerpo, le atormentaba no recordar.
No tuvo problemas al llevar a cabo su plan. Luego de eso bajó por las escaleras y preparó el desayuno como siempre hacía cuando se quedaba en la casa Potter.
-Scorpius, esto no era necesario- Decía Ginny unas horas después.
-Pero hizo panqueques- Lily Luna hizo un puchero increíblemente tierno.
-No es problema, Ginny- Le aseguró él.
Su vista se dirigió a las escaleras, por donde ahora bajaba el castaño. De pronto, un recuerdo llegó a él.
Los labios de James sobre los suyos...
Sacudió un poco su cabeza ante la sonrisa del nombrado.
-Buenos días familia.. y a ti, Scorp- Acarició su cintura disimuladamente al pasar a su lado.
Las manos recorriendo su cuerpo...
Necesitaba hacer memoria. Lo último que recordaba era haberse adentrado en la habitación y en la cama del mayor buscando distracción.
James mordiendo su cuello...
Casi como un impulso, llevó la mano a su cuello. Había visto algunas marcas, pero la realidad es que no pensó en cubrirlas. El mayor de los hijo Potter lo miró, una mirada que pedía tranquilidad. Tomó aire y se limitó a desayunar.
Las manos en su muslos...
La lengua en su ombligo...
Las mordidas en sus clavículas...
Terminó de desayunar, y luego de ayudar a juntar la mesa se dispuso a leer un poco en el jardín. O al menos así fue hasta que James apareció sentado frente a él.
-Me estas evitando- Reclamó.
-No es cierto.
-Si lo es. Me estas evitando porque tenemos un pacto de sólo sexo y me dijiste te amo.- Le murmuró acercándose, demasiado cerca para su gusto.
"Te amo, James.."
Tragó saliva fuertemente ante el recuerdo. Esto no era cierto, Potter jugaba con él.
-Y-yo no dije eso. -Afirmó con su voz temblando.
-Sabes que sí, no mientas- Alzó su barbilla con delicadeza- Yo también te amo, Scorpius -Susurró.
Fue un susurro apenas audible, un susurro que trazaba la línea entre lo real e irreal, un susurro que sería el comienzo de todo.
James miró hacia los costados y rápidamente plantó un beso en los labios color sandía del menor.
Sin decir más, se levantó y se retiró, dejando a un Scorpius algo embobado y confundido, pero sobretodo contento.
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One shots | Scames |
Short StoryUna serie de one shots que voy escribiendo cuando me aburro. Los personajes pertenecen a JK Rowling, las historias son completamente mías.