𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓊́𝓃𝒾𝒸ℴ ♡

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— ¿Entendiste el plan? — Inquirió Wonwoo, mientras tomaba de los hombros a Mingyu para mirarlo directo a los ojos.

— Cuando pase Jihoon, debo pegarme más a ti y así darle celos — La voz del alto era tan perezosa, que cada palabra demostraba desinterés.

Jeon Wonwoo era un chico alto, de cabellos negros y rizados, que descendían por su frente. Sus ojos dormilones y encantadores derretían el corazón de Mingyu, su sonrisa era destellante e impactante para el ser humano, su porte varonil y frío, robaba más que un suspiro.

Y cada uno de esos suspiros le pertenecían a Kim Mingyu, un chico un poco más alto, que el antes mencionado, sus cabellos de un color castaño peinados hacia el lado derecho le daban un porte maduro y serio, sin embargo, sus ojos sonrientes y brillantes eran igual que su personalidad.

Se encontraban en la cafetería del instituto, tratando de tener un almuerzo tranquilo después de poner en claro el plan del chico pelinegro.

Mingyu suspiró decepcionado, pico su comida mientras sus ojos se desviaban y una mueca se esbozaba en su rostro., Celoso de ver a Wonwoo observando a Jihoon. Colocó su codo sobre la mesa, sosteniendo su cabeza con ayuda de su mano.

— No sé cómo puedes seguir insistiendo — Manifestó con molestia.

Wonwoo le miró, su rostro frío hizo que cada cabello de Mingyu se erizara al instante, pero el alto fingió no verde afectado. 

— Tú solo has lo que te dije — Ordenó y su vista volvió hacia el blanquecino que se divertía junto a sus amigos, a una mesa de ellos.

Wonwoo soltó un suspiro y comenzó a comer mientras observaba, manchando la comisura de sus labios de vez en cuando, viéndose un poco divertido al estar manchado. 

El alto no dijo nada más, terminó su comida y se levantó dejando a su amigo solo, salió de la cafetería encontrándose con Seokmin cerca de los casilleros. Seokmin era un compañero  de su misma clase, el chico de cabellos rojos le sonrió y levantó una de sus manos para chocarla en la mano ajena. En forma de saludo.

— ¿Otra vez un nuevo plan? — Preguntó alargando los labios, su pecho subió y bajó decepcionado al ver el rostro sin colores de su amigo.

— Un día de estos voy a dejarlo encerrado en su habitación — Expresó Mingyu. Su espalda se sostuvo en los casilleros del pasillo, golpeó ligeramente sus cabeza, como si quisiera olvidar el ¿por qué? era tan cobarde para ignorar sus propios sentimientos.

— Me temo amigo, que si tú no das un primer paso, el tampoco va a abandonar esas ideas en su cabeza — Dio unos golpecitos en el hombro del alto, dándose media vuelta para continuar con su camino.

Mingyu regresó al salón y tomó asiento esperando a que Wonwoo llegara.

Al ver que la luz del día se había bloqueado, levantó el rostro encontrándose con el pelinegro, sus ojos inexpresivos como siempre. — Me abandonaste en la cafetería, eres terrible — Su voz profunda golpeó el aparato auditivo de Mingyu. El alto observó como este se sentaba y tragó grueso. Nervioso.

— Estaba arto de ver cómo babeas por ese enano — Su voz tan infantil acompañada de un puchero que lo hacía ver tan adorable hizo que Wonwoo rodará los ojos.

— ¿a caso tienes 5 años?

— Para ti puedo tener la edad que quieras — Una sonrisa traviesa se posó en sus labios, un guiño fue lanzado por el alto, un guiño que hizo que el corazón de Wonwoo diera un vuelco.

— Definitivamente eres un bebé — Proclamó, dándose media vuelta en su asiento para darle la espalda al alto.

Las clases comenzaron y como era costumbre, Mingyu picoteaba ligeramente la cintura de Wonwoo, provocando que este se volteara y lo fulminara con la mirada. Sabía que era molesto, pero Wonwoo nunca le había reclamado, siempre lo dejaba hacerle esa clase de travesuras.

Después de cuatro horas más de clases, pudieron dar por terminado el día, recogieron sus cosas y salieron del aula. Hombro a hombro caminaron por los pasillos para encontrar el aula de Jihoon, tenían que esperar a que esté saliera y así poner su plan en marcha.

Jihoon era un chico de estatura baja y ojitos gatunos. Wonwoo lo había conocido en su taller de arte, cuando aquel adorable chico se acercó para trabajar en parejas, su sonrisa amable y cautivadora, robó el corazón del pelinegro; Él cuál, muchas veces intento confesarse pero nunca lo consiguió, siempre huía cuando estaba a una sola oración de abrir su corazón.

Los rumores de que, Jihoon tenía los mismos sentimientos hacia él, llegaron al igual que la velocidad de la luz, logrando que Wonwoo se entusiasmara. Entonces, que mejor, que esperar a que el chico de baja estatura se le confesara o mucho mejor, ¿Por qué no darle un poco de celos?

Wonwoo sintió nervios recorrer su espalda al percatarse que estaban a solo una corta distancia del aula. Mingyu se detuvo un momento al notar que la agujeta de uno de sus tenis se había desatado, se agachó y se dispuso a amarrarla.

El pelinegro no lo espero, siguió caminando.

El alto se levantó de un brinco y comenzó a caminar rápido para acercarse al pelinegro, pero su ceño se frunció ligeramente al ver que Wonwoo se había detenido abruptamente, su rostro estaba sombrío y sus manos se mantenía en puños apretados.

Cuando terminó de acortar la distancia que los separaba, pudo ver lo que había hecho que  Wonwoo estuviera de tal forma; Jihoon se estaba besando con un chico.

Mingyu pudo sentir una pizca de felicidad en su interior pero al mismo tiempo su corazón se encogía al ver a Wonwoo de tal forma.

Entonces juntó todo el valor que necesitaba y con voz firme le dijo — ¡Vamos! — Tomó su mano con determinación, arrastrando al pelinegro junto a el.

— ¿A-a dónde? — Wonwoo nunca vacilaba en sus palabras, pero en esta ocasión estaba tan impactado que su pronunciación no era correcta.

— A mostrarte, que solo debes observarme a mi de ahora en adelante — Dijo con voz determinada, apretando el agarre.

Los ojos de Wonwoo se abrieron de par en par, sintiendo que una calidez golpeaba su corazón. Esa tristeza que sentía hace unos momentos, ahora era confusa, al sentir como sus latidos se intensificaban al sentir la mano cálida de Mingyu. Su vista fue dirigida hacia sus manos unidas, temblando ligeramente. Sin saber que decir.

— Me gustas Jeon Wonwoo.

Esas palabras, esas cuatro palabras, hicieron que el corazón de Wonwoo cayera en las manos de Kim Mingyu.



Este pequeño Capítulo, estaba en un reto de 30 días Challenge, pero por falta de tiempo, no pude terminar con el reto, así que decidí sacarlo de ahí y colocarlo por aquí xD 🤧
No es muy largo, pero es trabajo honesto.

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𝓘'𝓵𝓵 𝓼𝓱𝓸𝔀 𝔂𝓸𝓾 ( Meanie ♡ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora