Jisung es un Omega que a sus solo trece es obligado a estar con un Alfa al que no ama y forzado a cuidar al bebé que este le hizo tener.
Minho es un Alfa que se muda con su amigo, Changbin, a solo una casa del Omega.
Advertencias:
•°Contenido fuerte...
—Hazte una maleta—El menor abrió sus ojos sorprendido.
—¿Co-Como?—El alfa tiró la maleta vacia delante del chico.
—Pon ropa y cosas que necesites, nos iremos de aquí—El omega abrió su boca impactado.
"¿Irse? ¿Pero a dónde? ¿Por qué debían irse?"
—¿Q-Qué? ¿Y dónde iremos?—El mayor le miró irritado dejando de guardar su ropa.
—Haz la maldita maleta, Jisung—El nombrado hizo una mueca, con lentitud se destapó y se bajó sintiendo una contracción que lo hizo gimotear.—No jodas, niño, apúrate—Gruñó, el menor lo miró con cara de pocos amigos y se dio la vuelta tomando su ropa favorita y guardarla con calma.
Cuando el mayor terminó notó que Jisung no se estaba apurando, es más, lo hacía con tanta calma y tranquilidad que le puso los pelos de punta.
—Maldita sea—Se acercó al niño y lo tomo fuertemente de la muñeca haciéndole chillar de dolor.—¡Apúrate!
—E-Es que...
—¡No me conteste y has tu maldita maleta de una puta vez!—Recibió un fuerte golpe en su mejilla izquierda y con su mano libre se acarició comenzando a soltar lágrimas. El alfa gruñó y lo soltó.—Cuando vuelva del baño, tiene que estar todo listo—Se fue y el omega soltó un solloro siguiendo con su trabajo de guardar lo necesario, pero él ni siquiera sabía que era lo necesario y que no.
Cuando el alfa volvió encontró la maleta llena, peluches, ropa, comida, una bolsa de papas, un perfume y un juguete de madera, miró al omega que lo miraba esperando una respuesta.
—¿Esto te parece importante?—El menor asintió y sonrió.—¡No lo es!—Bajó la cabeza intimidado.-Agh...No puedes hacer nada bien-Bufó y se fue en busca del cepillo de dientes y demás.
—No puedes hacer nada bien...—Repitió el omega en un murmuro, miró su maleta y negó.—Tiene razón—Se acercó y quitó la comida y juguetes.—Tonto...—Se cacheteó solo sin fuerza.
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—¿A dó-Dónde iremos, hyung...?—Preguntó el chico secándose las lagrimas, el alfa le ignoró prendiendo el auto.
—Deja de llorar, niño, solo te rompí un diente—Rodó los ojos, el omega se le quedó viendo.—¿Qué?—Volteó a verlo y Jisung negó rápidamente mirando a otro lado, sentía el sabor de la sangre en su boca y el diente estaba tirado en la cocina de la casa a que ahora estaban abandonando.
El viaje fue largo, el omega comenzaba a pensar que quizás se estaban yendo de la cuidad, sin darse cuenta se quedó dormido.
—Jisung—Movió la pierna del niño y este abrió sus ojos y lo miró.—Llegamos—Levantó sus cejas sorprendido y miró por la ventana notando que había anochecido, frunció el ceño confundido al ver el lugar.
—¿Qué es este lugar, hyung?—Giró a verle extrañado.
—Un motel—Abrió su puerta y salió, Jisung se le quedó viendo.—¿Qué esperas, niño? Sal—Abrió la puerta trasera y sacó su maleta y la de Jisung. El menor salió con cuidado y caminó a él.—Toma—Le entregó la pesada maleta, el omega soltó un quejido y como pudo la dejó en el suelo comenzando a sentir un leve dolor, respiró profundo.—Te quedarás en las escaleras, yo iré a pedir una llave—El menor hizo una mueca no muy seguro pero obedeció, a pasos lentos y con la maleta siendo arrastrado llegó a esas rosados escalones y se sentó soltando un largo suspiro, miró su vientre y le dieron nauseas de solo pensar que algo saldría de ahí.
Observó al alfa irse a otro lado con su maleta, mordió su labio nervioso, los minutos pasaban y el omega se estaba alterando, sabia por experiencia que no debia quedarse solo a esa hora de la noche, jugó con sus dedos para intentar distraerse.
—Pero que tenemos aquí—Se tensó y miró hacia arriba con temor, un alfa, un adulto de al menos treinta o cuarenta años estaba en frente del niño con una sonrisa extraña y una botella de alcohol en su mano.—¿Un omega solito? Que suerte la mia—Rió y tomó al menor de la muñeca tironeando para levantarlo.
—¡A-Ah! ¡No! ¡Su-Suélteme!—Suplicó Jisung asustado, sus ojos picaron.
—Oh, vas a tener un cachorro~-Observó el vientre de seis meses del niño con burla.—¿Trabajas aquí, niño?—Palmeó el bulto, el omega chilló aterrado.—¿Hm? ¿No vas a contestar?—Negó rápidamente.—Ow~ ¿Cuantos años tienes, lindura?—Tragó saliva y observó a los lados buscando a su hyung.—¿A quién buscas?
—N-No es de tu incumbencia...—El alfa gruñó fuertemente haciendo perder la fuerza al chico quien cayó en el escalón al tener la estabilidad en sus piernas, tenía suerte de que el alfa mayor le estaba sosteniéndo del brazo, si no se pudo hacer daño o al bebé.
Jisung no quería entrar en pánico pero si Dong no volvía para cuando el alfa intenté llevárselo comenzaría a gritar.
—Vamos, lindura, mi cuarto esta muy cerca de aquí—Levantó al omega nuevamente notando como las piernas de este temblaban y pequeñas lagrimas caían por sus sonrojadas mejillas, con la mirada en el suelo el chico fue llevado, su maleta quedando en las escaleras, comenzó a desprender su delicioso aroma a coco por instinto, quizás así su hyung lo notaría.
Cuando el alfa abrió la puerta de su habitación un fuerte gruñido llamó la atención de ambos, miraron el pasillo y a metros estaba Dong Sun.
—¡Tu! ¡Suelta al niño!—Tenía ambas maletas en mano y una espeluznante mirada que haría mojar sus pantalones a cualquiera, el mayor trago saliva y negó.—Dije que lo sueltes—Se acercó peligrosamente al ellos, Jisung agrandó sus ojos e intentó soltarse del alfa fracasando.
—Suélteme...—Susurró asustado, el alfa no se inmutó, se puso frente a frente con el hombre, con el hyung del chico como si fuera a enfrentarlo.
—Suéltalo si no quieres que tu rostro termine desfigurada—Dejó las maletas en el suelo.
—Comparte al niño, hombre, es muy lindo para uno solo—isung le vio aterrado.—¿Tu lo cogiste?—El alfa azabache asintió con una mirada neutra.-Hombre, no hay mucha diferencia a que yo lo haga—Rió, el alfa más joven aprovechó la distracción y dio un fuerte golpe en la nariz del hombre haciéndole perder el equilibrio, tomó rápidamente a Jisung para que este no fuera llevado al suelo con él, el omega no dudó en esconderse detrás de su hyung.—No jodas, ese golpe solo es una advertencia—El hombre le miró con su mano sobre su nariz la cual sangraba a mares, Dong se dio la vuelta tomando las maletas con una sola mano y llevando al chico al segundo piso con su mano libre tomando con fuerza la del menor.
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Por si no se dieron cuenta, Dong Sun tiene veinte.
No recuerdo si lo dije, que Dong tiene olor a humo y cenizas y Jisung odia ese olor.
