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11: Knock

—Park Bogum— le llamo, el nombrado me ubica, toma su maleta y se dirige a unos metros de dónde se encuentra, lugar donde le espero para salir del aeropuerto.

—Kim Taehyung— exclama alegre— ¡qué de tiempo! Han pasado... ¿3 años?— cuestiona intentando simular que no recuerda, cuando ha dicho exactamente el tiempo correcto. ¿Cómo sé que está fingiendo?, fácil, por la sonrisa socarrona en su rostro.

—Eso es correcto— afirmo— tres años de paz que tuve, lástima que nada es eterno— lamento. No me agrada su visita aquí, es lo que menos desearía.

—Tú siempre tan honesto ¿no? — inquiere utilizando un tono bajo, demostrando la rabia contenida en éste.

—¡Por supuesto! ¿Acaso debería cambiar por ti?— cuestiono con un tono de inocencia, sólo para molestarle, cabe aclarar.

—Sería agradable si lo hicieras Kim— añade entre dientes, la sonrisa se ha mantenido todo éste tiempo, por otro lado, yo simplemente le regalo una sonrisa de labios cerrados, extendiendo mi mano, la cual éste toma, realizando un apretón por pura formalidad.

—Escoge, la compañía o tu casa— le ordeno, desconcertándole mis palabras por unos segundos, mas, de inmediato capta la dirección de éstas.

—La compañía, por supuesto— responde rápidamente.

—Perfecto, trabajaré desde mi hogar— informé soltando el agarre, para seguidamente, girarme dirigiéndome a la salida del lugar, no interesándome si me sigue el paso o no.

Pero no puede ser tan sencillo, nunca lo es.

—Espera, espera, espera— se apresura a tomarme del codo, para evitar que siga avanzando— ¿a qué te refieres? Deberíamos trabajar en conjunto, así, trabajaremos eficazmente.

—Lo siento Bogum— me disculpo tirando de mi brazo, liberándome de su agarre— pero a comparación tuya, yo no soy el lame botas de mis padres—aclaro —tú puedes supervisar todo allá, mientras yo me encargo de mi trabajo desde mi hogar— explico— Ahora si me disculpas tengo cosas más importantes que hacer.

—¿Al menos podrías llevarme?— pide mientras me escudriña— como deberías saber, no tengo mi auto aún— sus palabras eran las que necesitaba, le muestro la sonrisa más grande que poseo.

—Por supuesto, ¿qué clase de persona sería si no lo hiciera?— cuestiono, al escuchar mis palabras y ver mi reacción esa sorna vuelve a su rostro, regocijándose en lo bien que se siente el trato que le estoy dando, el que siempre ha esperado que le dé— por favor sígueme— me hago a un lado, indicándole la salida amablemente para que vaya delante de mí. Al salir del aeropuerto nos detenemos en la acera frente a la entrada.

—¿Dónde está tu vehículo?— cuestiona colocando su mano en mi cintura acercándome, de tal manera que, mi costado izquierdo está completamente apoyado a su torso, su acción causa que me tense. En eso, una camioneta blanca se estaciona frente a ambos, la puerta del conductor se abrió revelando a Hoseok bajando del vehículo, para guiarse a la puerta de los asientos traseros y abrir ésta para el alfa, que me está tocando, siendo la señal para alejarme de él. Tomé su mano apartándola de mi cintura, para guiarla hasta dejarla sobre la manija de su maleta, dando un paso atrás imponiendo distancia entre ambos.

—Como te mencioné anteriormente, tengo cosas más importantes que hacer, por lo que, Hoseok muy amablemente se ha ofrecido a llevarte— le explico con una sonrisa brillando, realizo una leve inclinación y me retiro del lugar, para dirigirme a mi auto.

—¿No ha cambiado?— cuestiona el alfa al aire, mas siendo escuchado por el beta cerca suyo.

—Debería saber señor Park que nunca lo hará— aclara el beta— Así que entrégueme su equipaje, para guardarlo en la maletera y suba al vehículo, aún debo llevarle a su casa— indica Hoseok sin apartar la vista de aquel hombre.