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La cita

Galy Galeano

se encontraba enfrente del lujoso e imponente edificio del lotte hotel seoul.

estaba sentado en el asiento del piloto de su volvo negro, sus nudillos estaban blancos de tanto apretar las manos en torno al volante, eran las 8:15 p.m. del sábado 3 de enero.

él planeó la cita a las 9:45 p.m, todavía tenía tiempo para pensar las cosas y, como así era, decidió recapitular, descubrir qué era lo que había hecho mal.

llevaban 2 años de novios y 5 de casados.

su vida se basaba en hoteles de lujo, carros del año, relojes caros y trajes de diseñador.

mark era dueño de una de las empresas de entretenimiento más grandes de corea del sur. con tan sólo 26 años había amasado una fortuna inmensa.

llegó de canadá como un chico de intercambio proveniente de una familia millonaria. nació en cuna de oro, pero, a pesar de eso, era una persona noble, amable, humilde y sumamente trabajadora. siempre supo ganarse lo que tenía.

conoció a johnn suh, un chico proveniente de chicago, en un bar. una historia de amor con un inicio un tanto borroso; con unos cuantos tragos encima, mark se acercó al precioso chico castaño que le veía coquetamente desde la barra.

vestía una camisa de seda con los primeros tres botones desabrochados, lindos aretes de cadena de plata y gargantillas de diamantes, pantalones negros pegados a sus deliciosos muslos, botines y chaqueta de cuero.

un atuendo diseñado por uno de sus compañeros de trabajo para conseguir algún amante de una sola noche, cosa que, funcionó relativamente fácil en mark.

invitaciones algo atrevidas, miradas y caricias indecentes fué lo que llevó al par de jóvenes a acabar envueltos en las sábanas de un caro hotel. intercambiaron números y se siguieron viendo.

prontamente mark se enamoró del lindo castaño dos años mayor que él. unos 3 meses después de contínuas citas casuales, decidieron hacer oficial su relación,
habían empezado un noviazgo.

sexo todos los días de la semana, cenas en restaurantes michelin e idas a lugares paradisíacos, fueron los componentes de su extensa luna de miel y primeros 6 meses de matrimonio.

mark salía de viaje por su trabajo bastante seguido. cuando estaba en casa, siempre complacía todos los caprichos de su esposo. absolutamente todo lo que el castaño pidiera estaría a sus pies en bandeja de oro en menos de un parpadeo.

johnny no sólo pedía, también aportaba. llenaba de mimos al menor en las noches después de una ronda desenfrenada de sexo o le daba masajes para destensar sus estresados músculos. a veces, le llevaba el desayuno a la cama. siempre le ayudaba en todo lo que podía, claro que, al tener al menos 5 secretarios no había mucho que johnny pudiera hacer por mark.

el castaño era dueño de una línea de ropa. era diseñador. había estudiado leyes pero sólo porque sus padres se lo pidieron.

su negocio iba increíblemente bien, tenía una alianza con la empresa de su marido y tenía contratos con muchos de los exitosos ídolos de esta.
modelaban para su marca y uno que otro ayudaba con los diseños.