'Cause The World Is [Giyu/Shinobu] {HIATUS}

Capítulo 3: No es lo mismo

Shinobu sentía que su cara podría quemarse del bochorno y la cólera que estaba pasando —y sintiendo—. Pues Giyu —el de la otra dimensión—, resultaba ser llamativo por las prendas que portaba, sin contar con la katana que también llevaba en su cintura.

Porque no faltaba el niño curioso o sorprendido que lo señalara y le contara a sus padres sobre lo extraño que se veía o los murmullos sobre lo raras y pasadas de moda que eran sus vestimentas, así como también se acercaran a él, pidiéndole una foto y halagando su Cosplay.

Cosa que dejaba confundido a Giyu, queriendo argumentar que era su uniforme de cazador de demonios, aunque Kochou siempre intervenía con una sonrisa —molesta—, que no tomaran fotos o algo por el estilo.

Y como su aura resultaba ser amenazante, pese a su altura, las personas se disculpaban y tomaban su distancia.

Cuando finalmente arribaron a la estación del metro, Shinobu se cercioró de que nadie los viese meterse al baño de mujeres. Cerrando la puerta rápidamente con llave, suspirando.

Era una suerte que nadie estuviera dentro.

— Esto me pasa por ser la buena samaritana... Definitivamente, esto le sale mejor a Nee-san — pensó Kochou, masajeándose el puente de la nariz con cansancio.

— ¿Kochou?

— Perdón Tomioka-san — se volteó a verlo, sonriendo como de costumbre —... Pero, creo que es necesario que te cambies la ropa... O puedes quitarte el haori y yo lo guardaré en mi bolso.

Giyu la miró con desconfianza, haciéndola suspirar frustrada —. Prometo ser cuidadosa, confía en mí... Porque en verdad es molesto que estés llamando mucho la atención.

— ... ¿En verdad prometes cuidarla, Kochou?

— Sí Tomioka-san, sí — extendió la mano, en espera de la prenda —. La cuidaré con mi vida si quieres, pero, en serio, dámelo.

Con un suspiro rendido, se quitó el haori para luego entregársela. Shinobu al recibirla, comenzó a doblarla con cuidado —siendo supervisada por el cazador— para después meterla en el bolso.

Kochou volvió a extender su mano hacia él —. También necesito que me des tu uniforme.

Otra vez la miró con recelo, haciéndola fruncir el ceño, desesperada —. ¡Tomioka-san, hablo en serio! — él seguía igual, incluso hizo el amago de cubrirse con sus brazos, haciéndola enojar —. ¡Yo ya tengo a quien ver desnudo, así que date prisa! ¿O no tienes nada debajo?

Bufó, y con el ceño levemente fruncido, comenzó a despojarse del uniforme, quedando únicamente en una camisa de manga larga blanca. Shinobu le agradeció, y dobló igualmente el uniforme para después guardarlo. Y antes de cerrar el bolso, le tendió una sudadera —. Toma, ponte esto.

Ya sin poner resistencia, la tomó y se la puso. Y una vez cambiado, ambos salieron, no sin antes, revisar que nadie estuviera cerca o los viese.

— Kochou.

— ¿Sí, Tomioka-san?

— ... Eres una pervertida.

...

Al llegar al departamento donde ella se alojaba, no pudo evitar suspirar del alivio y cansancio que sentía.

Queriendo echarse a su cama y dormir, cosa que no podía hacer obviamente al tener a Tomioka a su cuidado.

Y antes de irse a la cocina a preparar algo para tomar y comer, sacó de su bolso su uniforme y haori —. Cómo te lo prometí, sanas y salvas.

El uniforme era lo que menos le importa —aunque debía llevarlo solamente para misiones o reuniones—, pues era el haori lo más importante para él. Los tomó, asintiendo —... Gracias, Kochou.