Capitulo único

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A veces, la inocencia de un niño suele engatusar a cualquier, para ellos hacer amigos es sencillo ya que no conocen que es el sentir vergüenza, o buenos, para algunos casos y Silvio era uno de esos niños que le encantaba disfrutar su niñez a lo máximo, quería tener una infinidad de amigos, tantos que cuando sea su cumpleaños no hubiera manera de que todos los invitados entren a su pequeña vivienda.

Pero para suerte del pequeño castaño la vecindad en la que vivía no había más de dos familias con niños, pero mucho más grandes que él.

Casi un año entero en donde el pequeño solo se limitaba a observar con tristeza sus caricaturas favoritas, pero todo eso cambio tras las llegada de un nuevo niño al vecindario, lo poco que sabía de aquel vecino era lo bastante básico como que era un año menor que él y que su apellido era vega y lo poco sociable que era.

esto animo mucho más al pequeño castaño y aprovechando de que se celebraría su bienvenida a los nuevos vecinos, el pequeño Silvio trataría de sacar platica al integrante más joven de la familia Vega, poniéndolo muy contento.

⊹ ⊹ ⊹

A la mañana siguiente Silvio se encontraba en una discusión con su madre.

Él quería llevar a su mejor amigo a la fiesta de bienvenida, pero su progenitora insistía de que un descuido y coronel miel terminaría en manos de otro niño, pero nada se pudo hacer tras ver como su pequeño hijo hizo su típico puchero el cual era inevitable decirle un 'no' como respuesta y así el castaño se dirigió a la fiesta con su peluche en sus bracitos mientras mostraba su hermosa sonrisa.

Pero poco le duraría su bella sonrisa ya que al ver al niño de apellido vega se quedó anonadado con tal bonito aspecto que tenía, comenzando a sentir como su pancita le daba un sensación muy extraña, sus mejillas estaban demasiado coloradas, siendo notado por su madre quien preocupada se agacho a la misma altura de su hijo pregunto si le ocurría algo, Silvio negó con su cabeza "me encuentro bien" la mayor aún no tan convencida beso sus mejillas y siguió su charla con sus amigas.

Las horas seguían pasando y Silvio cada vez estaba más ansioso y de ir, pero sus tontas piernas temblaban y su corazón comenzaba a agitarse sin razón alguna, el en verdad quería ser su nuevo amigo, pero algo de entró de él lo detenía al momento de avanzar.

Los minutos más pasaron y Silvio seguía en la misma posición y aún con su mirada puesta en el pequeño niño, no hasta que una bonita mujer se acercó a él.

— ¿ocurre algo pequeño? — preguntó sutilmente aquella mujer desconocida.

Silvio dudo en contestar, su mami siempre decía que no debía hablar con personas extrañas, pero aquella mujer no parecía mala persona, así que, con un puchero en sus labios el castañito habló.

— y-yo... quisiera hablarle al niño bonito de allá — señalo con su dedito a su nuevo vecino con timidez. Nuevamente la sensación de ardor en sus mejillas volvió.

— oh ese niño bonito es mi hijo, ¿te gustaría conocerlo?

— ¡Sí! me encantaría señorita.

— ¿y por qué no vas y le hablas, pequeño?

— bueno... yo lo intenté, pero cada que doy un paso hacía el, mi corazón hace ¡pum! ¡PUM! muchas veces y tengo demasiado miedo de que se salga de aquí — tocó su pecho a la altura de su corazón sintiendo como este latía desenfrenadamente.

La mujer observo al niño con curiosidad.

— ¿sientes tu corazón agitarse? — pregunto nuevamente.

— sí, es muy extraño, nunca me había pasado.

— ¿y tú crees sentirte mejor si te tomó de tu mano y te acompaño hasta él?

𝘼𝙙𝙤𝙧𝙚 𝙮𝙤𝙪 ★ 𝘴𝘪𝘭𝘷𝘦𝘹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora