Cap 12: El tiempo perdido.

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Estaba dormida profundamente, suena la alarma, abro los ojos y al ver la hora, me di cuenta que tenia muchas cosas por hacer como para desperdiciar el tiempo. Me dirijo al baño y me cepillo los dientes rápidamente frente al espejo, de repente suena mi móvil, tenía un mensaje nuevo de Dilan:
" Tenemos que hablar sobre lo que paso entre nosotros el otro día, esto no puede quedar asi" Decidí ignorarlo, apague el celular y baje las escaleras. No vi a nadie, al parecer estaba sola, pero era domingo y mi madre no trabajaba, de todas maneras tenía que estar Sarah, mi hermana. Busque en la cocina, pero no estaban, note que había sobre la meseta una nota, al parecer de mi madre, " Fui con Sarah al Supermercado para hacer una deliciosa cena esta noche, el desayuno está servido, no nos tardamos, invita a tus amigos a cenar, volvemos enseguida mi niña" .
Tomé el sándwich de jamón y queso, al parecer preparado por mi madre y un vaso con jugo de manzana que estaba en el refrigerador. Me senté en la sala, y mientras mordía el sándwich, prendí la televisión. -¡Rin Rin! - sonó el teléfono de la casa.
- Hola.
- Hola Jade - Era Ben.
- Hey Ben, ¿Que pasa?
- Nada, solo estoy un poco a aburrido y quería saber si haríamos algo esta noche.
- Pues, tu y Ámbar están invitados a una cena aquí, hoy en la noche, con una persona que les quiero presentar. - Le digo contenta.
- ¿Quién es? ¡Espera! ¿Es una chica? - Me pregunta Ben sin respirar.
- Si, pero si vienes a la cena podrás conocerla en persona.
- Desde que me dijiste que era una chica, había aceptado la propuesta. ¿Ya llamaste a Ámbar o quieres que lo haga yo?.
- ¿Se lo puedes decir tu?, es que tengo que organizar algunas cosas por aquí.
Terminamos de hablar y colgamos, llegaron mamá y Sarah, todavía no me acostumbro a la idea de tener una hermana.
- Está ciudad es muy hermosa, y hay unos lugares increíblemente fabulosos. Yo vivía en Miami, y todo era muy diferente.
- Me encantaría ir algún día a Miami, ¿Y qué trajeron del Supermercado?
- Pues, compramos carne y algunos vegetales. Fuimos a la sección de moda, y compramos algunos conjuntos para mí, ya que no tenía mucha ropa porque la mayoría la dejé en mi casa. ¿Hablaste con tus amigos? ¿Van a venir?  - me pregunta ella entusiasmada.
- Si, están locos por conocerte, no les dije quien eras, quiero decirselos en persona.
- Mejor, así se asombrarán más.
Cayó la noche, y organizamos todo, la cena estaba lista, solo faltaba que llegarán los chicos. Me arregle con un poco de maquillaje, solté mis risos y me puse un vestido rojo con corte de princesa no muy largo, y mis tacones negros que no eran muy altos,pero me hacía ver más grande. Suena el timbre y rápidamente abro la puerta.
-¡Hola! - dijo Ámbar, ella es una chica muy guapa, de piel blanca y pelo lacio, ojos cafés y nariz puntiaguda, es alta y un poco delgada, su figura no es muy pareja, pero tiene un cuerpo bonito. Tenía un vestido negro ajustado al cuerpo que le llegaba hasta las rodillas y unos tacones bajitos, además de sus labios rojos para parecer mayor, esa era su técnica.
- Hola preciosa. - Le digo sonriendo, pero no veía a Ben. - ¿Dónde está Ben?
- ¡Aquí! - dijo Ben, apareciendo de repente.
- Tonto. - le digo entre risas. El es un chico muy apuesto, ojos azules, pelo castaño oscuro, blanco y un poco más alto que yo, no es muy fuerte, ya que es bastante delgadito, y siempre tiene un gorro en la cabeza, sea cual sea su atuendo, se ponía uno, esta vez tenía uno rojo, un pullover negro y unos jeans negros a juego, a demás de sus tenis Nike air forcé blancos, con el bastón rojo. Los abrecé y los hice pasar.
- Quiero que conozcan a alguien. - Dije entusiasmada. - Ella es mi hermana, Sarah. - les dije tomándola por la mano.
- ¿Hermana? ¿Como que hermana? - dijo Ámbar asombrada ya que ella me conoce de toda la vida.
- Sí, es una larga historia que les tengo que contar. - Ben no dijo ni una palabra, pero su rostro hablaba por si solo, estaba algo nervioso, no paraba de mirar a Sarah, estaba boquiabierto, se podía decir que casi babeaba por ella.
- Ey Ben, ¿Pasa algo?, no has dicho ni una palabra.
- Emmmm...yo...no sé qué decir, estoy asombrado. - dijo nervioso y tratando de sonreír.
- Hola, me da mucha alegría conocerlos, Jade me contó mucho de ustedes. - Dijo Sarah dispuesta a saludarlos, beso en la mejilla a Ámbar, y luego a Ben, el cual no conseguía quitarle los ojos de encima. Luego de presentaciones y saludos, nos dirigimos al comedor para comenzar a cenar. Al terminar...
- ¿Le gustó la comida? - dijo mi madre mirándonos a todos.
- Si, de verdad quedó muy rica. - dijo Ámbar chupándose los dedos.
- Me encantó señora Mery. - le dijo Sarah, algo apenada.
- No me digas señora, Sarah, dime Mery, por favor, tuteame. - le dijo mi madre sonriéndole.
- Ben, ¿Por qué estás tan callado? Tu nunca lo estás. - le pregunté a Ben.
- Creo que ya me tengo que ir, se me hace tarde y mi mamá me va a regañar. - Estaba muy nervioso, ¿que le pasaba?
- ¿Tarde? Si solo son las 11 de la noche. - Le dije. Se paro de la mesa y me dijo:
- ¿Podemos hablar? - Me pare y fui con el hasta la puerta, Ámbar nos siguió.
- ¿Qué pasa aquí? - dijo ella.
- Jade, no me cae bien tu hermana, creo que mejor me voy. - dijo Ben.
- ¿Mal? ¿Te cae mal? ¿A ti? ¡Waoo! Que milagro de Dios, ¿Como te va a caer mal una chica tan maja? - dijo Ámbar con un mal tono - ¿No será que te gusta? - está última frase la dijo entre risas.
- ¿A caso no escuchas lo que digo? No me cae bien, y mucho menos me gusta. - Le respondió, pero estaba nervioso, así que sabía que en el fondo si le gustaba, ya que cuando le gustaba Ámbar, también se comportó asi.
- ¿Pero por qué? - le dije.
- Porque sí ¿Vale?. Mañana hablamos, no estoy de humor. - Abrió la puerta, y detrás de esta estaba Dilan. ¿Que hacía aquí? ¿Que quería está vez?

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