22. Kate Denali

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—Kate, ¿puedes ayudarme? —pregunto desde mi habitación, esperando a la rubia.

—¿Qué sucede? —ella llega a mi lado después de un segundo. Se acerca a mi mejilla y me da un beso.

Dios santo, ya estaría sonrojada si estuviera viva. Kate es el amor de mi vida, y no había duda alguna. Nos conocimos hace tiempo gracias a la pelea de los Cullen y su niña inmortal no tan inmortal contra los Volturi. Desde ahí no me separé de ella, pues supe desde que la ví por primera vez que era mi alma gemela, mi compañera.

—Hey, ¿sigues ahí?

Nunca me había sentido tan feliz en cientos de años. Y de una forma u otra estar con ella mejoró todo, pues me dió esperanza: algo que creí haber perdido desde hace tiempo. En fin, después de la pelea no pelea nos marchamos a Alaska junto a su familia, mientras pasaban por un mal momento, pues habían perdido a Irina, quien había sido la que ocasionó el lío en primer lugar. Pero de una forma u otra era inevitable que Renesmee permaneciera oculta. Si no hubiera sido Irina, habría sido alguien más, tal vez otra Denali o algún vampiro curioso con el clan de Olimpia.

¿Cariño?

Yo solía ser nómada. Me transformaron aproximadamente en el siglo XIX y viajaba perdida por el mundo hasta que encontré a los Cullen, quienes compartían mi dieta y viajé con ellos por un tiempo, hasta que mis deseos de seguir viajando fueron más grandes.

—3... 2... 1...

Y de repente, siento una corriente dolorosa en mi trasero.

—¡Mierda, Katie! —grito adolorida. Ella solo se carcajea y me da un abrazo.

—Lo siento, pero estabas tan perdida en tus pensamientos que no pude evitarlo.

Hice un puchero y le di la espalda, la rubia solo siguió riendo.

—Bien, ¿necesitas ayuda en algo? —cuestiona cambiando el tema.

—Quería tu opinión sobre un vestido pero creo que ya no te necesito.

—Ay, vamos cielo. Fue una pequeña descarga nada más, en mi nivel más bajo —Kate se acercó a mí y tomó mi mano.

—¿¡Eso fue bajo!? ¡Mi trasero recobró vida!

—Hay que aprovechar antes de que vuelva a morir —una sonrisa pícara adorna sus gruesos labios, haciendo que yo me volviera a quedar sin habla.

—Oh dios, eres perversa.

—Sí, pero soy tu perversa —nuevamente se acerca a mi rostro, pero ahora con dirección a mis labios.

Después de lo que me pareció una hora, ella se separa de mí y sonríe.

—Te amo, más de lo que te puedo explicar —dijo. Ahora mis labios son los que se ensanchan, feliz por sus palabras.

—Te amo más, aunque yo si puedo explicarlo.

—¿Sí? ¿Por qué me amas?

—Porque me haces feliz. Tal vez me queje demasiado en algunas ocasiones, pero sé que si no me electrocutaras como sueles hacerlo, me encontraría extrañándote y buscando una forma u otra de molestarte para que lo hagas —dejo de hablar por unos segundos, pensando mis palabras —. Puede que no te necesite, pero demonios, yo te quiero conmigo. Te elegiría a ti un millón de veces, porque te amo. Daría lo que sea por estar toda la eternidad a tu lado.

Kate no habla por un par de segundos, pero las palabras no son necesarias cuando empieza a besarme con delicadeza, como si fuera a romperme en cualquier momento.

—Y yo haré todo para que esa eternidad se cumpla —susurra entre mis labios, como si estuviéramos haciendo un juramento.

Espero que ese juramento nunca se rompa.

***
One shot express porque hace mucho no actualizo u.u

¿Qué les pareció? No suelo escribir mucho gxg pero cuando lo hago siempre salen cosas cursis.

bloody heart | twilight one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora