Capítulo 7

106 4 0
                                    


Jared


Después de la pequeña discusión entre papá y yo nuestra relación padre e hijo ha mejorado un poco, ya no discutimos tanto por el desorden en mi cuarto, aprendí a ser más valiente y responsable y ahora soy un poco más ordenado. Intenté adentrarlo a mi mundo de los videojuegos, pero no dejó solo por la excusa de que "ya está muy mayor para los videojuegos" y al final me rendí, aunque algunas veces acepta jugar conmigo; para mi los videojuegos no tienen edad. Ahora mismo estoy en casa leyendo tranquilamente un libro que papá me dio hace un tiempo. Sofía continúa en Toronto en la grabación de Descendientes 2 y está grabando las partes finales, ya quiero que salga la película y pues mamá dijo que venía, pero no dijo cuándo.

Al cabo de media hora escucho la puerta principal abrirse.

—¡Sean! ¡Jared! Ya llegué— creo que esa era la voz de mamá.

Salgo de mi cuarto corriendo para recibirla con un abrazo, aunque papá se adelantó.

—Mamá al fin llegas, me hiciste mucha falta— le digo dándole un cálido abrazo.

—Tu también a mi cariño, pero te digo desde ahora que si esto es algún tipo de chantaje para salvarte de mi regaño no va a funcionar. — dice mirándome fijamente — Tu papá ya me contó que usaste mi perfume para tu habitación.

—¿Te lo contó? Yo creía que no.

—Pues mira que sí, estuve muy informada de lo que pasó en estos días, así que vamos a hablar de eso más tarde; por ahora ayuda con las maletas.

Hago lo que ella me pide y llevo sus maletas a la habitación de mis padres. Cuando me dice que ha terminado de desempacar y se ha cambiado de ropa me invita para que la acompañe a la cocina a preparar unos waffles.

Mi madre aprovecha el momento en el que nos encontramos comiendo lo que preparamos para conversar.

—A ver jovencito. ¿Cómo es eso de que le gritaste a tu padre el otro día?, en qué estabas pensando, ¿tienes algo que decir a tu defensa? — dice cruzada de brazos.

— Tal vez no sea una defensa, pero estaba molesto con él por quitarme mis videojuegos y tu sabes lo importantes que son para mi.

—Si, no te separas ni un momento de ellos. Ni siquiera cuando estábamos grabando en el set de Once Upon a Time, pero eso no te da razón a gritarle a tu padre ni a tener tu cuarto desorganizado. Hagamos un trato; hablo con tu papá para que te quedes con todos tus videojuegos siempre, pero tendrás que cumplir con una hora límite de juego, mantener tu cuarto organizado y obedecer a lo que te digan. ¿Trato? — alza una ceja y me extiende su mano.

Si esta es la única forma en la que me puedo quedar con mis cosas sin recibir castigo pues acepto —Está bien. Trato — digo rendido y le extiendo la mano como sello del acuerdo.

—Ahora, cosa número dos. ¿Quién te permitió usar mi perfume?

—Lo siento, era una emergencia. —digo inocentemente.

—¿Y de todos tenías que usar el más caro? — dice y niega con la cabeza —Eso lo dejaré pasar esta vez pero que no se repita.

—Bien.

—¿Vemos una película? —pregunta

—Claro — respondo. Invitamos a papá a nuestra tarde de cine y mientras pensábamos que película ver, hicimos unas palomitas; a mamá se le había ocurrido una película de terror, pero yo no quería ya que aún no supero la última película que vimos juntos; yo quería una película de comedia ya que me encantan aparte de las de fantasía. Después de ver la película nos levantamos para lavar los platos y le propuse a mamá que jugáramos un poco en la consola de mi habitación. Fue un caso difícil enseñarle a mi mamá jugar en la consola, pero está cayendo poco a poco en el mundo de los videojuegos y es muy buena en ello.

—Mamá. ¿Puedo contarte algo? — digo seriamente y suelto el control de la consola para seguido recostarme en mi cama.

—Claro. Lo que sea — ella ejecuta la misma acción que yo.

—Bueno. Esto ya se lo dije a papá, pero ahora te lo quiero decir a ti.

—Está bien.

—La razón por la que vivo jugando en mi consola y por la cual conservo tanto mis videojuegos es porque me gustan y algún día sueño con crear mi propio juego, tener una empresa que se encargue de la fabricación de ellos, estudiar algo que se relacione con ello; no quiero ser actor, no es lo mio. Se lo cuento a ustedes porque considero muy importante sus opiniones y no quiero excluirlos. ¿Qué piensas?

—Es sorprendente y muy maduro de tu parte escucharte hablar así. Creo que tu padre se equivocaba con lo que dijo antes, y a mi me parece genial que hayas decidido lo que quieres hacer para tu futuro; estudia lo que te haga feliz, aunque todavía te queda un año completo para elegir bien tu carrera, pero si esta es tu última decisión no hay nada que yo pueda hacer ¿o me equivoco?

—No, no te equivocas. Esto es lo que quiero hacer y me alegra que tu y papá estén de acuerdo... —digo.

—¿Tu padre dijo que sí? — me interrumpe a lo que yo asiento como respuesta — Pues te acabas de ganar la lotería — dice a lo que los dos reímos — Te amo hijo.

—Yo también ma. Eres la mejor.

The Story of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora