Beomgyu.
Los chicos tenían razón, es difícil de entender la dinámica dentro de esta escuela si no estudias en ella. Al inicio había dado juicios contra Kai por su participación al crear esa aplicación, pero ahora después de mi primer mes aquí casi quería agradecerle por haber hecho eso antes de que yo ingresara. De solo imaginarme lo que podía haberme pasado si no tuviera esa plataforma, se me ponían los pelos de punta.
En mis primeros días Soobin me escoltaba personalmente a cada una de mis clases, se aseguraba de que todos mis compañeros notaran que era el quien me dejaba seguro en el aula y después de darme un abrazo se iba a su salón sin más.
Algunas de las personas con las que compartía clases no ocupaban más que eso para dejar de hablarme por el resto de las horas que duraban las lecciones, mientras que unos pocos más valientes que el resto, se animaban a entablar algunas palabras en mi dirección. No muy agradables de escuchar para ser honesto.
Más de uno se atrevió a darme comentarios sobre lo sorprendente que era ver a un Blanco con amigos tan intocables. Y pese a mi insistencia por ignorarlos, era imposible hacerlo cuando elevaban las burlas y las risas a puntos insoportables. Me hacían recobrar recuerdos de mi infancia que prefería dejar enterrados.
Las únicas clases en las que podía sentirme un poco mejor, eran las extracurriculares donde me unía al club de tiro con arco, en ella estaba Soobin y Yeonjun por lo que nadie me decía ni un pio en mi dirección. También descubrí que mis horas de estudio libres era mejor si las pasaba en la biblioteca, ahí podía encontrar a los gemelos estudiando la mayor parte del tiempo y si alguien nos llegaba a ver juntos era mejor para mí pues podían decirle a sus amigos y así, de boca en boca, más personas me dejarían en paz.
Kai noto rápidamente que pasaba tiempo de más en la biblioteca con ellos, más aun cuando yo no me molestaba por cubrir mis acciones. Entre más personas llegaban a estar en el recinto, más me aseguraba de tomar sus manos o de dormir junto a ellos en lo que mis pertenencias permanecían a la vista. Cosas que solo haría con amigos cercanos, a los gemelos no parecía importarles ayudarme en mi popularidad inexistente e incluso más de una vez me escoltaban de regreso a mis aulas con la mochila en uno de sus hombros y los brazos rodeando mi cintura para poder protegerme mejor.
Kai me pidió el celular para poder colocar un fondo de pantalla donde aparecíamos los 5 sonriendo, y así podía mostrarla rápidamente si alguien me llegaba a molestar alguna ocasión, también los primeros 4 números en marcación rápida era de alguno de ellos, así podían reaccionar rápidamente en algún caso de emergencia.
Era una constante donde el miedo a que alguien se acercara a mí era inevitable, e inclusive, cuando alguien lo hacía yo no dudaba en retroceder por súbito. Como un reflejo que se instaló sin siquiera preguntar. Desconocía las intenciones por la que alguien se me acercaría, pero era mejor prevenir a lamentar.
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Sucesores de satisfacción. | YeonBin | Taegyu | Beomhyun | SooJun 🏆
Roman pour AdolescentsLa forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas. Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar. Esa es...