UNA CARTA DE DESPEDIDA

CAPÍTULO 1

Jiang Cheng salía del hospital y las palabras que su doctor le había dicho aún re sonaban en su cabeza. "No sé que enfermedad sea pero no creo que pueda pasar un mes más así"

Cuando se dio cuenta había llegado a su casa, estaba vacía pues su esposo llegaría en la noche y su hijo estaba en la Universidad en el extranjero.

No quería preocupar a su amado así que se dispuso a aguantarse todo lo que había pasado el día de hoy y sobre todo soportar aquel calor en su espalda que parecía quemar su piel.

Preparó la cena y una gran sonrisa para cuando su Xichen llegara.

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Cuando Xichen llegó todo parecía estar en orden, como siempre lo ayudó con sus cosas y le dio un cálido beso antes de comenzar a cenar.

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La cena fue tan tranquila como siempre, Xichen se dirigió al baño, como todas las noches, dejando un suave beso en sus labios mientras se hacia cargo de lavar los trastes.

En cuanto se percató que Xicen había cerrado la puerta del baño se dejó caer al piso cubriendo su boca con ambas manos.

El dolor en su pecho era indescriptible, le faltaba el aire y su espalda sentía que prendería fuego en cualquier momento. Cuando pudo respirar un poco se incorporó y se dispuso a lavar los trastes y acomodar todo en su lugar.

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Cuando Xichen salió del baño, se acercó y le regalo un cálido beso diciendo "el baño ya está disponible amor".

En el baño desnudó su cuerpo y abrió la llave de el agua fría, lo que para su cuerpo parecía un chorro de agua tibia en realidad era agua completamente helada que a cualquier persona no dejarían tomar un baño tranquilo.

Salió de la ducha y secó su cuerpo con una pequeña toalla, en realidad no quería deshacerse de aquella sensación de frescura que hacia unos minutos acariciaba su espalda, pero sabía perfectamente que su esposo lo esperaba en la cama para dormir a su lado.

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La noche pasó tranquila, gracias al agua fría pudo dormir tranquilo hasta las 6 de la mañana que era la hora que su esposo salía a su trabajo y lo dejaba completamente solo.

El estar recostado en la cama sentía su piel arder con cada rose de las sábanas así que con toda la fuerza que tenía en ese momento caminó tambaleándose hasta el baño y abrió la llave de el agua fría, sin importar que aún permanecía vestido se sentó bajo el agua hasta que sintió que su cuerpo se relajaba y se quedó dormido bajo el agua.

Eran las 6:15 de la mañana y Jiang Cheng yacía dormido bajo el agua helada, estaba tan profundo en su sueño que no se percató que la puerta de la casa se abrió y su amado había vuelto en busca de una carpeta importante que había olvidado.

Al percatarse de el sonido de la regadera, Xichen caminó hacia la puerta y tocó suavemente preguntando "¿Amor, nuevamente te estas bañando y tan temprano? ".

No hubo respuesta, sin entrar en pánico Xichen tocó la puerta nuevamente "¿Wanyin, estas ahí? ". Abrió la puerta y lo que vio le helo la sangre e hizo temblar sus piernas.

"¡WANYIN!". Rápidamente corrió hacia el cuerpo de su esposo que estaba en el suelo siendo bañado por el agua helada. Cerró la llave del agua y cargo a Jiang Cheng hasta la cama. " Wanyin por favor despierta". Sin entrar en pánico Xichen esperó a que su esposo despertara antes de causar un alboroto.

Llamó a su trabajo y notificó que una situación familiar le impediría volver esa mañana a trabajar.

En cuestión de unos 10 o 15 minutos Jiang Cheng despertó desorientado y al ver a su esposo no pudo evitar sentir culpa por hacerlo preocupar.

Pasó todo el día explicándole a su esposo que solo era una fiebre y que por esa razón el agua fría lo había tranquilizado.

Algo preocupado y a la vez molesto por la actitud que Jiang Cheng había tomado respecto a su salud decidió creerle y al día siguiente volvió al trabajo como si nada.

Jiang Cheng había tomado la decisión de no volver a preocupar a Xichen, si esos eran sus últimos días como el doctor había dicho quería disfrutar cada minuto con su esposo.

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El fin de semana llegó rápido y Jiang Cheng decidió que pasaría todo el día fuera disfrutando con Xichen y al volver tuvieron una cena tranquila.

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El domingo fue completamente opuesto, ambos pasaron todo el día en cama dandose caricias y besos. Esa noche hicieron el amor como nunca antes.

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A la mañana siguiente ambos muy felices se despidieron del otro con un beso y Jiang Cheng daba gracias por haber podido ocultar todos sus malestares el día anterior para hacer muy feliz a su amado esposo.

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La tarde llegó rápido y sin darse cuenta eran las 5:00 p.m., se disponía a llamar a su esposo para saber cómo estaba llendo su día pero su vista se nublo y muchos recuerdos de su infancia comenzaron a invadir su mente casi tan rápido como aquel calor en su espalda que amenazaba con hacerlo cenizas en el suelo.

Con todas las fuerzas que aún poseía caminó hacia la Oficina de su esposo que hacia unos años era la habitación de huéspedes pero ahora era el lugar donde Xichen pasaba algunas tardes cuando el trabajo se le acumulaba.

Tomó una hoja blanca y una pluma, ahí rendido en el suelo se dispuso a escribir lo que en esos momentos sentía.

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Mi querido Lan Xichen.

Quiero escribir en esta carta todo aquello que no me e atrevido a decirte a los ojos.
Empezaré dándote las gracias por ser un hombre excelente, por soportar mis actitudes todos los días, por ser tan paciente a la hora de explicarme algo que no entiendo o de decirme que me tranquilice, que no debo golpear a Wei Ying por que es mi hermano, quiero también darte las gracias por apoyarme cuando decidí renunciar al trabajo para hacerme cargo de nuestro Jinyi y no presionarme con que deba volver al trabajo ahora que Jinyi esta en la Universidad.
Quiero también pedirte perdón por todas esas veces en las que no respete tus ideas y de todos modos hice lo que creía estaba bien en algunos momentos, quiero disculparme por no ser el mejor esposo de todos y en especial por siempre exigir demasiado de ti. Pero basta de disculpas, no quiero despedirme de ti pidiendote perdon hasta por los mínimos detalles como aquella vez que no compré el shampoo de Coco que querías pero si estaba en la lista, lo admito fue mi error.
Te amo como no tienes una idea Xichen, eres lo más hermoso que pude tener en esta vida. Amo como brillan tus ojos cuando beso tus labios, amo como cierras los ojos y respiras profundo antes de cumplir alguno de mis caprichos, amo profundamente cada detalle de tu ser, tanto tu forma de ser como tu cuerpo, tu bello y perfecto cuerpo.
Espero que puedas seguir adelante con tu vida y cuides de Jinyi, estoy seguro que te necesita y le encantan las muestras de afecto que le das todos los días que lo vez, te puedo jurar que le gustan casi tanto como a mi a pesar de que actúe enojado cada que lo haces en público.
Deseo de todo corazón que mantengas tu sonrisa todos los días de tu vida, que puedas mostrar al mundo que eres tan hermoso y perfecto como un Dios griego. Lamento no hacer esta carta más larga pero siento que el sueño me vence en estos momentos.
Quisiera poder quedarme más tiempo a tu lado hasta hacernos viejos pero creo que eso no está en los planes de los dioses. Te esperare hasta que seas tan viejo como tu tío. Solo un favor, no te vuelvas un amargado como él, tu sonrisa es hermosa.

Te amo.
Tu Wanyin...
Por favor sé feliz y no te dejes vencer por la pena o el dolor...
TE AMO.
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Jiang Cheng se recosto en el piso abrazando una foto de su familia y la Carta que había escrito, unas lágrimas salieron de sus ojos y de sus labios con su último suspiro pronunció "Te amo Lan Xichen, te esperaré todo el tiempo que sea necesario... " Su cuerpo se volvió frío, había dejado de respirar y sus ojos se habían cerrado, solo una suave sonrisa era visible.

...

* EDITADO EL 10 DE OCTUBRE.