vii. harry potter es estúpido

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Finalmente julio llegaba a su fin, habían pasado seis semanas desde que la joven francesa había aparecido en la vida del exmortífago quien en un principio se había mantenido frío y distante con ella, pero que en pocas semanas le había cogido mucho cariño. Durante las últimas semanas habían decidido pasar más tiempo juntos, pues Jude se marcharía a Hogwarts en un mes. Salían a comer fuera un día por semana, Regulus le contaba historia de su año en Francia con su madre y de cuando asistía a Hogwarts, mientras que la rubia le hablaba de su infancia y sus objetivos en la vida, ya tenían una especie de vínculo.

— Pásalo bien con tu tía, cariño.— dijo Regulus besando la cabeza de su hija.

— Despídete del tío por mi.— se despidió entrando a la chimenea.

Narcissa Malfoy también había estado muy presente en la vida de Jude, ella sabía que había hecho muchas cosas mal y veía a la pequeña como una nueva oportunidad para empezar de cero con su familia. Además, por lo que su primo le había contado sabía que a Draco le haría bien pasar tiempo con ella, era una buena excusa para alejarle de las exigencias e ideales de su marido. Jude no ponía ninguna queja en visitar a su tía, ya habían ido de compras juntas varias veces, lo cual no había pasado desapercibido en el profeta... querían olvidar el incidente del torneo y según Rita Skeeter "había mucho potencial" en la misteriosa francesa. Le agradaba mucho su tía, pero Draco no terminaba de caerle bien, sobretodo después de lo que los Weasley le habían dicho, pero como decía su madre: la familia puede enfadarte como nadie, pero también es lo que hace que la vida merezca la pena" y estaba dispuesta a darle otra oportunidad a ese rubio sexista y retrogrado, tal vez él no era así realmente y si lo era tal vez ella podría mostrarle lo que creía que era correcto.

La rubia apareció en la chimenea del salón de los Malfoy encontrándose con tres slytherin— ¿No tenéis casa?— bromeó.

— Que agradable eres, francesita.— le molestó Draco.

Jude rodó los ojos.

Blaise soltó una carcajada— Ponéis la misma cara.— los primos se miraron automáticamente, Draco le miró con el ceño fruncido y Jude le sacó la lengua.

— Que madura.— rodó los ojos.

Theo, que estaba sentado en el sofá leyendo un libro, rió por lo bajo tratando de ocultar su risa. Mientras Blaise volvió a reír— Lo has vuelto a hacer, Draquito.— se burló—  Casi parecéis gemelos... claro que ella es más linda.— se acercó con una mirada coqueta.

— Fantástico, siempre quise tener un gemelo malvado.— bromeó.

Draco rodó los ojos de nuevo— Voy a volar un rato, ¿venis?— dijo saliendo hacia el jardín.

El moreno le siguió, no sin antes despedirse de Jude guiñándole un ojo. La rubia dio una pequeña vuelta por la sala deteniéndose en la librería, tras unos minutos buscando un libro en concreto sin éxito tomó otro y fue a sentarse en el otro extramo del sofá.

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