>Evan<
Todo era una maldita ruleta rusa, a mí me podía tocar la bala o quizá a él, y pensar que podía sentir de nuevo ese dolor, era tan abrumador y una gran limitante a mis ganas de sentir.
—Yo también tengo miedo a perderte —dijo mirando hacia el frente—, pero también tengo mucho miedo a morir sin sentir esto.
—¿Esto? —Me recorrí hacia él de manera sigilosa y apenas pude entrelazar nuestros meñiques.
—Cuando estoy contigo soy más imbécil de lo normal, mis palabras a veces son escasas y estas cosquillas en el estómago son agradables —Infló el pecho por un par de segundos y después dejó ir el aire en un largo suspiro—. Supongo que es la viva expresión del amor y sé que no me quiero morir sin adentrarme a este sentimiento.
Sería una vil mentira decir que yo no sentía lo mismo, que me sentía sedado cuando él estaba cerca y no de la manera en la que te haces idiota si no en la que hacía sentirte en un sueño agradable.
—¿Podemos dejar una promesa atrás y hacer otra?
Observar a muchas parejas a nuestro lado prometiéndose una eternidad me daba una fuerte sensación de vacío en el pecho.
—¿Qué quieres dejar atrás?
—Dejar de prometer que estaremos para siempre, ya sabes, aquello que dice que nosotros estaremos juntos hasta la eternidad aquí en la tierra, que moriremos en muchos años.
—¿En la tierra? —Parecía olvidar lo que le había dicho.
—No mates mi sueño de ir a la luna cuando muera, de poder ver a mi papá y a ti —Suspiré al ver como todo regresaba a él—. Nadie es eterno y para mí el amor infinito existe, pero no todo es justo aquí.
—Entonces no es necesario que quitemos por completo esa promesa —Me observó con una sonrisa muy tierna y se dio la vuelta para sacar algo de su sudadera—. Estoy un poco lento, pero quiero que valores mi esfuerzo.
Se puso de rodillas a mi lado y tomó mi mano con delicadeza, todo era tan raro, pero muy en el fondo sabía que nosotros éramos raros.
—Evangeline, prometo estar contigo aquí en la tierra todo lo que mi cuerpo quiera y prometo estar en la luna junto a ti para toda la eternidad.
Besó mi mano y me miró con una sonrisa antes de colocarme una pequeña pulsera con un par de esferas.
No entendí mucho hasta que conté cada una de ellas: mercurio, venus, tierra, marte, júpiter, saturno, urano y neptuno adornaban mi mano de una manera muy especial.
Tal vez había comprado un par de cosas para él y era el mejor momento para entregar también mi regalo. Me di la vuelta y saqué un collar que lo único que podía hacer era recordarme a él y sus sueños.
—Ramiro, prometo permanecer junto a ti todo el tiempo que mi cáncer quiera y prometo una eternidad en la luna —Me acerqué a él y deposité un beso en sus dulces labios, esos labios que mi cuerpo ya pedía como una necesidad y que mi corazón necesitaba para sentirse vivo.
—Te amo —Llevé mis manos a su cuello para colocar ese bonito collar con un pequeño dije de una cámara colgando de este.
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HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO
Teen FictionEl cáncer siempre fue un impedimento para amar, hoy es el que me lleva a conocerte y a tener momentos muy lindos a tu lado, momentos que terminan hasta el último suspiro. (TERMINADA) No se permiten adaptaciones.