Capítulo 5, Qué somos?

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Los chicos subieron al lujoso autobús, el cual tenía camas, sillones, baño, televisión y todas las comodidades para que tuvieran un viaje cómodo, pues se dirigían de Madrid a Zaragoza. Todos iban riendo en el camino y cantando canciones. Samu se encargó de poner una película, sin embargo Diego se había quedado dormido en el sillón.
Martina lo miraba tiernamente pues le encantaba ver a Diego dormir, Ruggero y Jorge se levantaron cuidadosamente de sus asientos, Martina sabia que harían alguna travesura pues Ruggero tenía el celular de Jorge en la mano y se dirigían al sillón donde se encontraba Diego durmiendo.
Jorge agarró un plumón, con mucho cuidado comenzó a escribir en la mejilla de Diego, al finalizar su arte, Ruggero comenzó a reírse en silencio acompañado de Jorge. Martina se levantó de su asiento acompañada de Mechi, ambas fueron a ver que le habían hecho a Diego y al darse cuenta no pudieron aguantar la risa y comenzaron a reír, Diego abrió perezosamente los ojos y se encontró con Jorge, Ruggero, Martina y Mechi quienes lo veían con una sonrisa en su rostro, se levantó rápidamente, tomó su celular y observo su reflejo, Jorge le había escrito Chachipiruli en su mejilla derecha, esto hizo que Diego se tornara de un color rojizo ya que todos comenzaron a reírse de él.
-Serán unos críos - gruñó Diego tallándose su mejilla
-Mejor baila Chachipiruli- carcajeo Martina
-Ja que chistosita enana- se frotó con fuerza su mejilla tratando de borrar la obra de Jorge
-Uuuy que humorsito- contestó Jorge y todos rieron
Diego entró al baño a lavarse la cara, al salir el camión estaba oscuro debido a que ya era tarde así que todos tomaron una siesta, esperando llegar a Zaragoza, así que se incorporó a su asiento, cerró sus ojos y pensó en su ciudad quedándose dormido nuevamente.
Llegaron a Zaragoza, Diego emocionado salió del autobús, ahí estaban sus padres, a la entrada del hotel, corrió a abrazarlos. Martina bajó del autobús y vio la escena, entró en nostalgia ya que extrañaba mucho a sus padres. Diego se separó de sus padres y los presento con todo el elenco.
-Ella es Martina- le dijo a su madre
-Mucho gusto, Diego ha hablado maravillas de ti - susurró la madre de Diego y Martina la abrazo
-Mucho gusto, Diego es un buen chico- sonrió Martina
Todos entraron al hotel, se registraron, Diego salió del hotel y Martina lo siguió.
-Saliste a fumar Chachi?- preguntó Martina
-No, me voy a casa- contestó sonriente
-Me alegro por ti- respondió Martina en un suspiro
-Mañana vendré temprano enana- la abrazó y se despidió de ella para irse con sus padres a casa.
A la mañana siguiente, Diego llegó al hotel y esperó a los chicos en el lobby. Los chicos bajaron y Martina corrió a abrazar a Diego pues lo había extrañado en la cena.
-Buen día chicos- saludo Diego a todos
-Hey anoche te extrañamos Chachi- contestó Facu
-También yo, ya que es día libre quería hacerles una invitación a casa a tomar chocolate- exclamó Diego emocionado por la idea
-Genial! Muchas gracias- contestó Samu
-Lo lamento Diego, Cande y yo queremos recorrer Zaragoza- bajó la mirada Ruggero
-No se preocupen tortolitos, disfruten mi ciudad- exclamó Diego
-Bueno entonces vamos a tu casa- dijo Martina feliz
Jorge, Facu, Samu, Alba, Mercedes, Martina y Diego subieron al autobús y se dirigieron a casa de Diego, donde los recibieron los padres de Diego con un fuerte abrazo. Todos estaban en el living esperando a que estuviese listo el chocolate.
-Enana quisiera mostrarte algo- susurró Diego en la oreja de Martina
-Justo iba a ayudar a tu madre con el chocolate- respondió en el mismo tono
-No tardaremos, quiero que conozcas mi lugar especial, acompáñame- suplicó Diego con una mirada tierna
-Dale- respondió con una sonrisa Martina
Diego y Martina se levantaron del sillón que compartían, los chicos no se dieron cuenta ya que todos escuchaban las anécdotas del padre de Diego sobre Chachi de pequeño. Diego entrelazó su mano con la de Martina, esto provocó que Martina se sonrojara un poco, la guió hacia una puerta de madera, que tenía algunas calcomanías pegadas, las cuales decían No pasar, cuarto de Diego, Martina sonrió ya que le causo ternura.
Diego sacó unas llaves de su bolsillo, las introdujo en la manija y abrió la puerta, tirando de la mano de Martina para que pasara a su cuarto, cuando Martina camino por la habitación de Diego se dedicó a observar cada detalle, era una habitación amplia, tenía algunos libros, estaba muy ordenada, a lado de la cama de Diego había un mueble y encima de éste, se encontraba una foto de Diego de pequeño, Martina la tomó entre sus manos, sonrió y se sentó en la cama de Diego.
-Es terrible esa foto- dijo Diego avergonzado sentándose a lado de Martina
-A mi me parece muy tierna, tenes la misma cara de travieso- sonrió Martina
-Y tú, eres preciosa - confesó Diego sonriendo
Martina nerviosa dejó la fotografía en su lugar y volteó a ver a Diego, quien la estaba observando con una enorme sonrisa, el rostro de Diego se acercó al de Martina.
-Prometí no volver a hacerlo- susurró Diego, con la respiración agitada
-Estaría mal, será mejor irnos a donde los chicos- sonrió por lo bajo Martina y se levantó de la cama
Diego también se levantó, Martina intentó salir de la habitación de Diego pero Diego la tomó de la muñeca, haciendo que sus cuerpos se acercaran, tomó su cintura.
-Deja que te bese por última vez- susurró Diego casi rozando sus labios
Martina intentó decirle que no, pero no salían las palabras de su boca, miró el rostro de Diego y se enfocó en sus labios, ambos se miraron alrededor de un minuto contemplando cada facción, Martina cerró sus ojos y suspiró, Diego acarició lentamente la mejilla de Martina y sus labios se encontraron con los de ella, en un beso lento y suave volviéndose al final apasionado, Martina colocó sus manos en el cuello de Diego, y Diego mordió suavemente los labios de Martina.
-El chocolate está listo chicos!- escucharon el grito de la madre de Diego y se separaron
Martina al darse cuenta que nuevamente le había seguido el beso a Diego comenzó a ponerse muy nerviosa y de un color rojizo, Diego le dedico una sonrisa pues la reacción de Martina le causo ternura
-Vos prometiste no volver a hacerlo- susurró nerviosa Martina
-Perdóname pero nosé, quería volverlo a hacer, aunque fuese por última vez- el tono de Diego reflejaba tristeza
Martina bajó la mirada, una sonrisa se dibujo en su rostro pues en verdad le había gustado el beso tierno de Diego, volvió a mirar a Diego, negó con la cabeza y le dio un beso corto en sus labios.
-Mejor vámonos antes de que nos descubran Diego- susurró Martina y salió de su habitación, dejando a Diego con una sonrisa coqueta
Durante la convivencia en la casa de Diego los chicos la pasaron muy bien, pues la familia de Diego era muy amable y social. La madre de Diego contaba anécdotas divertidas de él, poniendo a Diego avergonzado pues los chicos se reían de sus locuras. Diego y Martina se dedicaban miradas juguetonas y Facu lo notó sin embargo no hizo algún comentario al respecto, llegó la hora de marcharse, todos se despidieron de la familia Dominguez con un fuerte abrazo, Diego se quedó en casa así que se despidió del elenco también.
Al día siguiente los chicos ensayaron, Martina y Diego decidieron hacer como si nada hubiese pasado, así que se mantenían como amigos, la hora del show llegó, Diego estaba muy nervioso y a la vez feliz debido a que actuaría y cantaría para su gente, Martina se dirigió hacia él, besó su mejilla y susurró:
-Tranquilo Diego todo saldrá muy bien, todos se sentirán muy orgullosos al verte en el escenario, sos grande Chachi- Diego la miró con ternura y una gran sonrisa se formó en sus labios, tenía tantas ganas de abrazar a Martina y no soltarla pero el director indicó el momento de salir. El show salió a la perfección, Diego pusó el cien por ciento de esfuerzo, agradeció al público, en el último show Ruggero y Jorge cargaron a Diego sobre sus hombros festejando su alegría de estar actuando para su gente, Diego irradiaba felicidad, se notaba en su sonrisa y un brillo en sus ojos. Al finalizar los amigos de Diego fueron a felicitarlo junto con sus padres.
-Vendrás a Barcelona con nosotros?- preguntó Martina a la salida del estadio
-Me quedaré aquí dos días y los alcanzare allá - contestó Diego sonriendo
-Te extrañare mucho - bajó la mirada Martina
-Que mentirosa enana, estarás feliz de que no te moleste en dos días- rió Diego tocando la nariz de Martina
-Me descubriste Chachi- carcajeo Martina y Diego la abrazó
Esa noche los chicos subieron al autobús excepto Diego, llegaron a Barcelona y se registraron. Ruggero Jorge y a Diego les tocó compartir habitación, Samu y Facu estaban en otra, Alba, Cande y Mechi tenían una habitación y a Martina le tocaría dormir sola, debido a un sorteo que se llevó a cabo.
Al día siguiente los chicos salieron a recorrer Barcelona, todos entraron a un restaurante español.
-Tini podes venir un segundo- preguntó Facu en tono bajo y Martina se acercó a él
-Que sucede Facu?- cuestionó Martina
-Has estado un poco triste será que extrañas a Diego?- interrogó Facu a Martina
-Pero que decís, Ja- contestó nerviosa Martina
-Venga, yo noté las miradas que se echaban en la casa de Diego durante el almuerzo, y han estado muy juntos, vamos que se traen?- bajó de tono Facu y Martina se sonrojo
-Shhh, bueno te diré pero tenes que guardar silencio, Diego me volvió a besar- susurró Martina sonrojada
-Me lo suponía, no diré nada descuida, pero sabes que está mal su jueguito- gruñó Facu
-Chicos van a venir?- interrumpió Samu
-Claro- respondió Martina y se fue a sentar con los demás
Los chicos almorzaron juntos, después se separaron para seguir turisteando en Barcelona, Martina se fue en el grupo de Mercedes, Facu,Alba,Jorge y Samu, llegaron en la noche muy cansados así que se fueron a sus habitaciones a descansar.
En Zaragoza Diego disfrutaba el cariño de su familia y de sus amigos más cercanos, al día siguiente Diego almorzó con sus padres, lo llevaron a la central de camiones ya que en la noche debía llegar a Barcelona, se despidió con algunas lagrimas y abrazos de su familia, se subió al autobús ansioso de ver a los chicos, en especial a Martina.
En Barcelona los chicos volvieron a salir, querían conocer lo más posible ya que mañana habría que ensayar, caminaron toda la tarde así que llegaron exhaustos al hotel.
Martina se encontraba durmiendo tranquilamente, así que no escucho la puerta de su habitación abrirse.
-Buenas noches- susurró Diego, depositándole un beso en la mejilla a Martina
Martina se despertó asustada, encontrándose a Diego, riéndose a lado de ella
-Estas loco!, casi me matas del susto- levantó la voz Martina
-Si enana también te extrañe eh- bufó Diego
-Que haces aquí? Deberías estar en Zaragoza o en tu habitación - preguntó Martina más tranquila
-Recién he llegado a Barcelona, en la hoja de registro vi que me tocó compartir habitación con Jorge y Ruggero así que decidí mejor pedir la llave de tu habitación, ellos no me dejaran dormir por sus bromas- respondió Diego mirando a Martina y sentándose a su lado
-Mira vos, y cómo te enteraste que estaba sola ? - preguntó Martina, sentándose a lado de Diego
-Fácil!, he ojeado en el registro, descubrí que estabas sola y bueno quise pasar a visitarte- sonrió Diego y Martina negó con la cabeza
-Tu visita nocturna me ha quitado el sueño, muchas gracias- dijo con tono irónico Martina
-Perfecto, yo tampoco tengo sueño pues he dormido en el bus, así que podemos mirar películas y pedir servicio a la habitación- sugirió Diego dedicándole una mirada profunda a Martina
-Me has convencido Chachi, iré al lobby por la película y tú pide la comida- se levantó Martina de la cama, se puso una bata y salió de su habitación
Diego asintió feliz, así que tomó el teléfono de la habitación de Martina y realizó un pedido. Martina bajó al Lobby y pidió algunas películas, se entretuvo en el baño, después subió a su habitación. Diego había pedido pizza, chocolates, helado, gomitas, dos malteadas y palomitas, Martina al ver toda esa comida empezó a reír.
-De que te ríes?- cuestionó Diego
-Haz pedido mucha comida, nos dará un ataque de azúcar- carcajeo Martina
-Oh vamos, tengo un gran apetito- se sonrojó Diego
Martina negó con la cabeza, se acercó a la cama donde Diego se encontraba sentado.
-Entonces tendremos que ver varias películas para poder terminar con el banquete que has pedido Dominguez- exclamó Martina con un tono divertido y le mostró las películas a Diego.
Después de cinco minutos debatiendo que película verían primero, Martina puso la de abc de amor, aunque Diego se negará, después verían la de amigos con derechos de Ashton Kutcher y finalizarían con el Rey Leon de Disney.
Ambos se recostaron sobre la cama, poniendo la espalda en la cabecera de la cama y una mesa para poner comida sobre sus piernas. Diego estaba muy atento viendo la película, compartiendo la comida con Martina, realizó un movimiento para estirar sus manos, el cual finalizó en el hombro de Martina.
-Aplicando el movimiento de estiramiento don Juan- se burló Martina
-Y está dando resultado?- preguntó Diego sonrojado y Martina únicamente asintió
La pizza ya se había terminado, Diego le pidió a Martina una gomita, Martina la tomó y se la dio en su boca, ambos desatendieron la película, Martina se concentró en los labios de Diego, los cuales tenían un poco de azúcar.
-Tenes azúcar en tu labio- exclamó nerviosa Martina
-Puedes quitarla por mi?- preguntó Diego
Martina paso su mano por los labios de Diego retirando el azúcar de su boca, no pudo resistir y depositó un beso corto en los labios de Diego.
-Quieres una gomita ?- preguntó sonrojado Diego
-Si- exclamó Martina tragando pesado
Diego tomó una gomita con su mano, se la dio a Martina con un beso corto sobre sus labios. Martina miró a Diego, su corazón latía rápidamente y no entendía el porque había comenzado con ese juego de besos
-Qué somos? - preguntó Martina nerviosa mirando el rostro de Diego
-No sé, tú que quieres ser?- respondió Diego, depositándole un beso corto en sus labios
-Nada- exclamó Martina, volviendo a probar los labios de Diego
-Los que no son nada, no hacen esto- respondió Diego, depositando un nuevo beso en los labios de Martina
-Entonces somos algo no?- suspiró Martina volviendo a besar a Diego
-Puede ser- respondió coquetamente Diego volviendo a probar sus labios
-No, esto está mal Diego - exclamó con seriedad Martina pensando en Peter
-Puede ser- respondió Diego depositando varios besos cortos en los labios de Martina
-No, Diego para!- respondió Martina riendo
-Dicen que lo prohibido tiene mejor sabor- contestó Diego y ambos rieron
-Entonces quiero tener en claro que somos- preguntó Martina con seriedad
-Bueno, no somos novios, somos amigos- tragó pesado Diego- podríamos ser amigos con un poco de beneficios- contestó Diego, guiñándole un ojo a Martina y volviendo a besar sus labios
-Nosé, esto está mal- respondió Martina mirando a Diego, Diego hizo una cara de perrito tierno
-Espero no arrepentirme de esto- suspiro Martina convencida y le dio un beso corto en los labios a Diego
La primer película había terminado, Diego se levantó de la cama para poner la siguiente película llamada Amigos con derechos, se acomodo nuevamente abrazando a Martina.
-Nuestra película- rió Diego
-Shhh - respondió Martina sonrojada
Ya quedaba menos comida, ambos estaban llenos sin embargo Diego seguía devorando las palomitas, en toda la película ambos se robaban besos cortos y se reían por el jueguito que comenzaron hace unas horas. Para la última película, Diego retiró la charola que estaba en la cama, ambos se recostaron, Diego volvió a rodear con sus brazos a Martina y se quedaron dormidos a la mitad del Rey León.
A las 5 de la mañana se despertó Diego, depositó un beso tierno en los labios de Martina, quien dormía tranquilamente y salió de la habitación para entrar a la suya,

Say that you love me, novela Dietini (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora