Capitulo 2: El Héroe de las tierras del invierno eterno.

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Hokkaido-Otaru

Vemos un chico que no aparenta más 11 años delgado, ojos color azul claro como el cielo y cabello color onix puro (bastante desordenado pero no para el) que se levanta de su futon este parecía algo cansado.

“Sigo constipado pero al menos ya no tengo fiebre jejeje” pensó este debido a que hace unos días este se había resfriado debido a una inesperada caída de agua nieve que ya era bastante raro para la región.

-Bueno creo que iré a ver el jardín—dijo este en pensando en voz alta empezando a estirarse pero es inesperadamente derribado de nuevo al futon por su pequeño “demonio”.

-Buenos días Taro—nii san—dijo 1 niño de 9 años que se parecía bastante a el con diferencia de que su pelo era castaño oscuro y sus ojos color castaño incluso parece ser un pequeño clon de él si le pintas el pelo.

-Buenos días Yukio  ¿como estás pequñin? –dijo este reincorporándose para empezar revolver su cabello esto lo hacía desde que lo vio nacer.

-Yo debería decir eso por ir a comprar algunos dulces tu te enfermaste—dijo un Yukio muy triste debido a que su hermano se ofreció ya que el era más veloz y fuerte para cruzar la nieve y por consecuencia fue atrapado por el agua nieve.

-Yo quería compensarte por todo lo que haces por nosotros—dijo un Yukio muy apenado ya que el solía ser bastante reservado con sus palabras pero hoy está más suelto con sus palabras.

-Bueno si puedes ayudarme a ir a la cocina por algo de comer te lo agradecería en verdad—dijo este con una posee pensativa ya que sabía que ellos lo ayudarían sin dudar.

Este solo asintió y se puso en posición para ayudar a Taro.

-Aún que primero me gustaría asearme un poco—dijo este mientras era  “llevado” por su custodiado.

En la cocina una mujer se encontraba cocinando el desayuno mientras que en la mesa se encontraba un hombre tomando una taza de té.

—¿Crees que Taro ya se haya recuperado?—preguntó con duda la mujer ya que se preocupaba por el desde que lo conoció.

-Me gustaría decir que si pero el no suele decir como se siente, esa extraña manía que tiene —decía esto antes de tomar un trago de su taza.
-Supongo que es su herencia de parte de su madre no es así—preguntó esta curioso ya que no solían hablar de ello.

-No lo sé ella solía reservarse muchas cosas, no le gustaba preocuparme—dijo recordando la actitud de la madre de Taro.

-Supongo que todos tienen sus manías , no lo crees Hiroshi—dijo este para finalizar el tema.

-Supongo, aún que a veces es molesto no saber que le pasa —este se puso a pensar en la actitud de su hijo pero de cierta manera le agradaba esa peculiar herencia de actitud.

Después de un baño revitalizador y un cambio de ropa este se dispuso a dirigirse al grito de su hermanito quien lo “ayudo” nuevamente soportando su peso.
-Bueno días papá y Yoshiko-san—dijo este entrando al pequeño comedor con una sonrisa.
-Buenos días Taro ¿ya te sientes mejor?—preguntó la “madre” de Taro además de empezar a poner los tazones de arroz y empezar el desayuno.
-Hoy vienen con mucha energía los dos—dijo esta mientras miraba al duo de clones.
-Me siento mejor que hace unos días supongo que hoy iré a la florería contigo Yoshiko-san—este respondió con una sonrisa y platicando sus planes.
-Oye Taro-nii me llevarías a ver como practican kendo en el dojo—preguntó un Yukio con ilusiones.
-No lo sé, puede ser un poco incómodo para los estudiantes de Kano-san que unos chicos que no estudian la disciplina los observen —este tenía los ojos cerrados meditando la situación.
-Pero tu querías volver nii-san… yo quiero en verdad quiero ver y ver tu cara de ilusión—dijo un Yukio algo apenado ya que no era bueno intentando motivar a las personas.
-Te gustaba mucho ir a ver esas clases por que no ir—dijo su “madre” acariciando su cabello mostrándole afecto y apoyo.
-Supongo que puedo llevarte, bien supongo que está decidido hoy vamos a ir y después iré a ayudarte a la florería—lo dijo con un enorme entusiasmo para volver.
“Tal vez intentar aprender algo sea bueno ” dijo esto internamente con entusiasmo.

Kimetsu no Yaiba-The Another HistoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora