Amor en la Cocina

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Había música de fondo que realmente no me molestaba.

Muchos invitados se acercaron a nuestra mesas para dialogar con nosotros.

Demasiados invitados nos entregaron sobres con dinero para nuestra luna de miel, la cual como ya es normal no sabía hacía donde era.

Luego pasamos a comer y era una satisfacción como todos comían alegres mientras charlaban.

- ¿Pensaste que sería así? – mire a mi esposo

-No- fui sincera

-Pensé que solo nos casaríamos en una iglesia y luego iríamos a un hotel o un centro para la fiesta- reí al ver que me había equivocado en todo

-Dijiste que querías la boda en un ambiente natural- señalo todo lo que nos rodeaba

-Es el lugar más hermoso- mire todo

-Antes del pastel es el momento que los esposos hagan su primer baile- escuchamos al anfitrión que era mi hermano

-No se si hicieron bien darle el micrófono- susurre tomando la mano de mi esposo para caminar a la tarima

-Tampoco se si hice bien la selección- rio mientras pasaba su mano por mi cintura

El me apretó a su cuerpo y comenzamos a movernos.

-Nunca imaginé esto- fui sincera mientras lo miraba

-Yo no me quería casa y mírame- mostro su anillo

-Eres mío – bese sus labios riendo

-Tu eres mi esposa ahora- me apretó más

-Recuerda que tenemos un bebe presente- reí mientras el me separaba un poco

-Lo siento- sonreí al ver lo tierno que se miraba

Luego baile con mi padre mientras el bailaba con su mamá.

-Me toca bailar dos veces contigo- susurro mi padre riendo

-Gracias- sonreí mientras sentía un nudo en mi garganta

-Nunca te agradecí como hija por todo lo que hiciste por mi- sentí mis ojos arder

-Te pido perdón si te falle en un momento como hija- varias lagrimas salieron de mis ojos sin poderlo evitar

-Discúlpame tu por no estar ahí cuando sucedió la perdida. Perdón por no darte mi hombro como padre para que lloraras- escondí mi rostro en su cuello mientras lloraba como una niña chiquita

-Siempre serás la bebé de papá- acaricio mi espalda

Intentaba calmarme, pero no podía.

Sentí como el me pasaba con alguien y cuando miro era mi madre.

-Mami- la abrace con fuerza mientras nos movíamos según la música

-Eres toda una mujer hecha y derecha- acaricio mi cabello

-Discúlpame si te falle como hija- susurré

-No hay nada porque disculparse preciosa- sonreí mientras sentía su caricia cálida.

Luego baile con mi hermano quien me hizo reír demasiado.

Bailar con Jin fue una aventura.

Deseaba ser el centro de la atención.

-Tienes varias copas ¿no? - pregunte mientras el se movía alrededor de mi

-No se- subió sus hombros mientras seguía bailando