Grindr

78 4 3
                                    

La primera vez que vio el rostro de Harry en la aplicación, se quedó mirándolo varios segundos antes de hablarle. Louis no podía negar que era un chico lindo, y algo que sumaba mucho en su decisión de agregarlo a su lista, era que estaba a menos de un kilómetro.

No tenía paciencia en cuanto a entablar conversaciones, o formar alguna especie de vínculo. Él solo quería tener sexo. Pero Harry no era como él.

La primera conversación no fue muy fluida. Él no perdió el tiempo y luego de cuatro líneas de chat, le mandó y le pidió fotos y Harry se negó, amable, pero tajante. Louis eliminó la conversación y no le llegaron más mensajes tampoco. 

Semanas después, volvió a aparecer su foto. Eso era algo frecuente pues no había tantos hombres gays en Grindr por la zona en la que vivía. Y ni hablar de gays activos. De adolescente, Louis intentó ser versátil, fue un fracaso.

La segunda vez que le habló, Harry no le contestó. El ego de Louis sufrió un poco, pero prefirió convencerse de que no le importaba.

Harry le habló dos días después, disculpándose, y le explicó que había estado ocupado con su trabajo y que se había olvidado de contestarle.

"No hay problema, ya sabés para qué te hablé, así que si me respondiste..." Había escrito Louis, rogando interiormente porque Harry no lo rechazara.

"Nunca me vi con nadie de Grindr." Había recibido como respuesta.

"Puede ser raro al principio pero se trata de pasarla bien; yo no soy muy bueno hablando pero puedo garantizarte que la vas a pasar bien conmigo."

"Me gustaron las fotos que habías mandado."

Y ese fue el principio.

Ya no sabía cuántas veces se habían visto. Llevaban teniendo sexo más cinco meses.
Louis pasó el dedo índice por un lunar en la espalda de su compañero de cama. Era gracioso ver los pies de Harry sobresaliendo de su cama. Él siempre dormía estirado, quizás lo abrazaba en un principio, pero luego medio dormido se apartaba y estiraba todo su largo cuerpo. Su rostro estaba medio hundido en la almohada y respiraba por la boca, pues solía congestionarse a la noche.

Louis sabía de memoria todas las facetas que Harry tenía en la cama. Y sabía que su relación era solamente sexual, sin embargo los días que no podía ver a Harry, eran días que ni él se aguantaba su mal humor. Creía firmemente que era por la falta de sexo.

—¿Solo vas a seguir mirando mis labios? Estoy esperando hace un rato a que me despiertes con un beso.

Louis sintió la sangre en sus mejillas y apartó la mano de la espalda de Harry al tiempo que giraba la cabeza en dirección a su celular, que tenía en la otra mano.

—La bella durmiente puede seguir durmiendo, no voy a despertarla. Además debe tener mal aliento.

Harry rió y se levantó ligeramente para acercarse a Louis, que estaba sentado, fingiendo mirar su celular. Le tomó el rostro delicadamente y se quedó unos segundos admirando el azul con ligeras vetas celestes y grises que había en sus ojos.

—Ni se te ocurra.

Harry le sonrió ampliamente, marcando bien sus hoyuelos. Louis frunció un poco los labios para evitar que se estiraran inconscientemente las comisuras. No le gustaba que su cuerpo hablara por él fuera del sexo. Con Harry no.

—Cuando hacés así con la boca es difícil no hacerlo.

Louis quiso contestar algo sarcástico pero Harry se acercó más, y esta vez no pudo apartar la mirada. Sabía que estaba mal, quedarse mirándose en silencio, tocarse de la manera que se tocaban, extrañarse los días que no dormían juntos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Anillos de zafiro y esmeralda (Larry OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora