"Knock, knock, abre las puertas de tu corazón" 《 ᴇᴜɴꜱᴀɴ》《 ʜʏᴜɴɪɴ》《 ʜʏᴜɴꜱᴀɴ》

C.43 "El mejor lugar para estar"

Llegando al hospital se encontró con una escena demasiado adorable.

Sanha estaba sentado en su camilla, tenía una mesita pequeña con algunos alimentos, sus mejillas estaban bastante regordetas ya de la comida que tenía en su boquita, pero él seguía metiendo más gelatina, era una belleza ver ese par de mejillas abultaditas siendo movidas de arriba hacia abajo con cada masticar, y qué decir de esos ojitos casi cerrados también por el bulto de su boca, sus cabellos rubios ligeramente despeinados y la ropa de hospital con estampado de ¿dinosaurios?

Se acercó a su hermoso amado con una enorme sonrisa, Sanha le regresaba la paz a su vida.

- Hola, mi amor ¿cómo te sientes? —Pasó una servilleta por sus labios al ver un poco de gelatina en ellos. Sanha se sonrojó.

- Hyung~ —Chilló y frunció el entrecejo.

- ¿Qué pasa mi vida? ¿por qué te molestas conmigo? —Fingió un puchero esperando respuesta del menor.

- Es que... me viste comer como cerdo... ¡Qué vergüenza! —Cubrió su rostro con ambas manos.

- Un cerdito precioso. —Le dio un dulce beso sobre la nariz.

- ¡Yah! No soy un cerdito hyung. —Se quejó Sanha abultando sus labios, haciéndolo verse más adorable.

- Cierto, tú eres un precioso Beagle. —Sonrió y peinó un poco su rubia cabellera—. Mi Beagle hermoso.

- ¿En dónde estabas hyung? Desperté y esperaba verte aquí pero no te vi...

- Oh... yo, bueno, nos avisaron que encontraron a quienes les hicieron esto a ti y a Jeongin y yo...

- Nunu... ¿no hiciste nada malo verdad? —Sanha intuía por la actitud del mayor que algo había ocurrido.

- Solamente, advertí que no volvieran a acercarse a ti...

- Eunwoo.

- Está bien... sí, quizá golpeé a uno de ellos, pero ¡Se lo merecía Sannie! ¡Él te lastimó! —Explotó, él solo había intentado hacer pagar un poco al sujeto.

- Oww, mi príncipe Cha~ —Canturreó luego de ver la expresión preocupada y alterada del mayor—. ¡Ven aquí mi cielo! —Abrió sus brazos y esperó para rodear al mayor.

 Eunwoo se acercó y recibió gustoso el abrazo de su hermoso prometido, definitivamente el mejor lugar para estar era entre los brazos del menor, la paz reinaba en su vida cuando estaban de ese modo, era el motivo de sus sonrisas, de su felicidad, de sus sueños hermosos, de su inmenso amor, era su vida entera.

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Los días pasaron y tanto Sanha como Jeongin fueron dados de alta.

Muchísimos fanáticos estaban afuera del hospital esperando por ellos, con muchas pancartas, carteles y regalos para ambos, estaban ahí para mostrarles su enorme apoyo y amor, querían que al salir de ahí ellos estuvieran seguros del enorme amor que como sus fandoms tenían hacia ellos.

La mirada de los maknaes estaba super abierta, llena de brillo y alegría, en esos instantes era el mejor regalo que podían darles, estar ahí para ellos.